18 meses de cárcel para el presidente de la junta de Samsung por sabotear los sindicatos de la empresa
La sentencia supone un nuevo revés para la tecnológica surcoreana, cuya cúpula directiva está involucrada en varios casos de corrupción
Un tribunal de Seúl ha condenado a Lee Sang-hoon, presidente de la junta de Samsung, a 18 meses de cárcel por sabotear las actividades de los sindicatos de la empresa. Junto a él, otros 25 empleados de la tecnológica surcoreana han sido declarados culpables de vulnerar las leyes de asociación laboral. Esta condena supone un nuevo revés para Samsung, cuya cúpula directiva –entre ellos su máximo responsable, Lee Jae-yong– está involucrada en varias tramas judiciales relacionadas con casos de corrupción.
El juicio investigaba las maniobras destinadas a debilitar y romper el sindicato de trabajadores de la unidad de servicio al cliente, llevadas a cabo cuando Lee Sang-hoon ejerció como director financiero de la firma. La corte del distrito central de Seúl estableció el martes que los planes habían sido tramados por el ya clausurado “grupo estratégico de élite” de Samsung, del que Lee formaba parte. Algunas de las tácticas empleadas consistieron en rastrear información sensible sobre los miembros de la asociación laboral para forzar su renuncia, así como retrasar de manera sistemática las negociaciones con los representantes de los sindicatos.
El jurado ha manifestado tener constancia de “incontables documentos” que detallan procedimientos para dañar las actividades sindicales, los cuales fueron distribuidos a los acusados por parte de la directiva. “Aunque Lee asegura no haber tenido conocimiento de muchas áreas, no podemos concederle inmunidad exclusivamente por no estar al corriente de cuestiones secundarias”, dispuso el juez, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias surcoreana Yonhap. Entre los culpables se encuentra también Kang Kyung-hoon, vicepresidente de la firma.
Este fallo llega seis años después de que salieran a la luz por primera vez los esfuerzos de Samsung para acabar con sus asociaciones de trabajadores, cuando en 2013 Sam Sang-jeung, líder socialdemócrata del Partido de la Justicia, desveló un documento de 150 páginas que detallaba sus estratagemas. La semana pasada, en un caso paralelo, los jueces también fallaron en contra de la empresa en relación con el sabotaje de actividades sindicales en Everland, un parque de atracciones de su propiedad. El grupo surcoreano, contrario a la política sindical en sus filas, ha declinado realizar comentarios respecto a ambas sentencias.
Sus sindicatos, en cambio, sí que han alzado la voz para celebrar el fallo judicial. “La organizada destrucción de sindicatos por parte Samsung ha sido reconocida oficialmente por los tribunales”, declaró Yoon Jong-seong, portavoz de la organización que agrupa a las distintas asociaciones laborales de trabajadores de Samsung. El representante aseguró que el colectivo seguirá plantando cara en el resto de casos judiciales y fomentando la creación de nuevos sindicatos dentro del grupo.
Esta sentencia representa un nuevo golpe para Samsung, cuyo equipo directivo está inmerso en varios escándalos judiciales. El más polémico involucra a su líder de facto, Lee Jae-yong, quien en 2017 fue detenido acusado de soborno, malversación de fondos y perjurio. Este episodio destapó el poder del que gozan las chaebols –grandes empresas nacionales– en Corea del Sur, provocando la indignación popular y la caída de la por entonces presidenta Park Geun-hye, relacionada con la trama. El castigo inicial de cinco años fue reducido a la mitad a principios del año pasado, aunque un inminente nuevo juicio podría devolver a Lee a la cárcel y ahondar aún más los problemas del primer productor de teléfonos móviles del mundo.
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