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Un ‘armario’ para 27 millones de prendas: así es la nueva joya logística de Mango

La firma textil pone en marcha su gran centro logístico en Lliçà d'Amunt (Barcelona), que le permitirá reducir un 25% los costes y confía en salir de los números rojos

Interior del centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona).
Interior del centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona).Massimiliano Minocri
Josep Catà

Un enorme y futurista bloque de 25 metros de altura formado por miles y miles de prendas de ropa colgadas es el núcleo del nuevo centro logístico que Mango ha inaugurado esta semana en Lliçà d'Amunt (Barcelona). Con capacidad para almacenar hasta siete millones de prendas colgadas que se ordenan con un proceso automatizado para llegar a las 2.100 tiendas que la compañía textil catalana tiene repartidas por todo el mundo, esta es la joya de la corona del nuevo centro. Pero no es la única, ya que en el mismo edificio se almacenan y distribuyen también las prendas dobladas, mediante un sistema de cajas que permite tener hasta 20 millones de prendas más. El centro logístico, que ha supuesto una inversión de 232 millones de euros, tiene 190.000 metros cuadrados y capacidad para crecer en 90.000 más. En la presentación, el director general de Mango, Toni Ruiz, destacó que la instalación permitirá centralizar toda la operativa, reducir costes un 25% y apuntalar la estrategia de la compañía para dejar atrás los tres últimos años de pérdidas.

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El centro logístico de Lliçà d'Amunt es una de las apuestas más importantes de Mango, fundada en Barcelona en 1984 y que lleva unos años rediseñando la estrategia para recuperar las ventas y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. El centro será la base de la distribución mundial de Mango, que está presente en 110 países. Todas las prendas que salen de las diferentes fábricas en el mundo llegan al centro logístico, se almacenan y se ordenan para los pedidos que hacen las 2.100 tiendas de la compañía. Un proceso para el que la empresa ha automatizado muchas funciones y ha conseguido optimizar los tiempos: un sistema automatizado que permite priorizar y personalizar los pedidos hace que estos puedan estar listos y ordenados en tres o cuatro horas.

El objetivo de la compañía con esta estrategia de centralizar la distribución (excepto los centros de distribución de ecommerce, que seguirán funcionando autónomamente), es "reducir costes y tener un control mucho más exhaustivo de las prendas y de qué va a cada tienda", según explicó en la presentación Antonio Pascual, director de Supply Chain de Mango. Según Pascual, la reducción puede ser del 25%, "o quizá más en un futuro". Esta capacidad de ser más eficientes es primordial en una empresa que ha pasado tres años en pérdidas.

Desde 2015, cuando las ventas de Mango empezaron a caer, la compañía ha pasado por una travesía en el desierto y, como se pudo ver en la presentación del centro logístico, necesitaba un revitalizador como una inauguración de este tipo para afrontar los próximos años. En 2015 la empresa solo obtuvo cuatro millones de euros en ganancias; al año siguiente, pasó a estar en números rojos y registró 61 millones en pérdidas; y en 2017 fueron 33 millones en pérdidas. El año pasado fue el tercero consecutivo en pérdidas pese a aumentar las ventas, con 35 millones en negativo. Sin embargo, la compañía defiende que está haciendo los deberes, y que los resultados negativos se explican también por el alto nivel de inversión que ha realizado en los últimos años precisamente para dejar atrás la caída. 

Interior del centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona).
Interior del centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt (Barcelona).MASSIMILIANO MINOCRI

"Estos cuatro años han supuesto una transformación importante de la compañía, en tiendas, en logística, en transformación digital y en comercio electrónico. Hemos trabajado muy duro para crecer en ventas y darle la vuelta a los resultados de la compañía", explicó Ruiz en la presentación. El director general se mostró "optimista para salir de los números rojos" y confió en que la campaña del Black Friday y de Navidad contribuyan a la recuperación. Sobre la deuda que tiene la compañía, el director general recordó que Mango ha conseguido reducirla de los 617 millones que tenía en 2016 a los 315 millones al cierre de 2018. Ruiz estimó que en dos años pueden devolverla, siempre que no haya proyectos nuevos. 

Los responsables de Mango destacaron que el centro logístico se convertirá en una pieza clave del engranaje especialmente en campañas intensas como las que vienen. Cuando se construya la ampliación, que estará operativa en 2023 y supondrá una inversión de 35 millones de euros, el centro hará de soporte para el comercio online, que actualmente representa el 20% de la facturación.

El centro logístico cuenta con 600 empleados, que supervisan el proceso de las prendas desde que llegan en los camiones desde las fábricas hasta que vuelven a salir en los pedidos de las tiendas. Se manipulan 75.000 prendas por hora, el triple de la capacidad que tenía Mango hasta ahora. Se pueden clasificar 15.000 unidades de prendas colgadas por hora y 30.000 unidades de prendas dobladas por hora. Precisamente, el sistema de clasificación es una de las innovaciones del centro: cada prenda colgada está identificada, y el sistema las ordena automáticamente en un engranaje de perchas y cadenas llamado "pulmón dinámico" que clasifica las prendas según el pedido al que pertenecen. Las prendas dobladas, que pueden suponer hasta 800.000 cajas almacenadas, son clasificadas por los trabajadores con ayuda automatizada.

"El proceso se compone de 400 automatismos. Gracias a una red de escáneres es posible saber en qué posición de la instalación se encuentra cada prenda a tiempo real", explicaron los reponsables de Mango en la distribución. "El centro logístico da la garantía de que podemos realizar todas las operaciones aquí, y que tenemos la oportunidad de crecer. Lo más importante es que podemos mantener este nivel de servicio", explicó Pascual.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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