Pallete exige estabilidad política para que España se sume a la revolución digital

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, pidió este viernes ante la Junta General de Accionistas de la compañía, "estabilidad institucional y política" para que España pueda aprovechar la "oportunidad histórica de la revolución digital". "España ha hecho los deberes y está preparada para esta oportunidad que es la revolución digital. Para eso, lo único que pedimos es estabilidad institucional y política,. Es la primera vez en la historia que a España una revolución tecnológica la pilla en una posición de liderazgo y no podemos desaprovecharla", indicó Álvarez-Pallete.

El directivo precisó que, aunque "Telefónica no es un sujeto político, es un objeto económico fundamental" y, por tanto, precisa de estabilidad institucional. "Si a España le va bien a Telefónica le irá bien. Creemos que el reciente contexto electoral, cuando uno ve los resultados de las elecciones aquí y las compara con los de otros países, España es un oasis de estabilidad en toda Europa".

Ya en el aspecto puramente corporativo, el presidente de Telefónica reiteró que el potencial del crecimiento de la acción pese a que el mercado ha penalizado a la cotización por la mala evolución del sector, las incertidumbres sobre la subasta de espectro radioeléctrico y el alto coste del mismo en Alemania o el Brexit. Pese a ello, insistió en que el consenso de analistas otorgan un valor objetivo para los títulos de 8,8 euros, un 22% por encima de la cotización actual.

A la vanguardia del 5G

Álvarez-Pallete indicó en su discurso que la multinacional española estará en los próximos cinco años en la vanguardia en redes de fibra y 5G, con sistemas 100% digitalizados y será líder en la creación y distribución de productos y servicios digitales. “Será una compañía -añadió- que actúa como una red profundamente inteligente al servicio del cliente gracias a la inteligencia artificial e imbuida de los valores del nuevo mundo digital”.

El presidente de Telefónica calificó el ejercicio 2018 como “un año a la altura de nuestros 95 años de historia” y ha recordado cómo el proceso de transformación de la compañía ha pasado su ecuador precisamente durante este periodo. “Su compañía es hoy considerablemente más fuerte que hace tres años, y estamos convencidos de que el auténtico valor se verá reflejado en la cotización de la acción”, ha asegurado a los accionistas.

Además, el máximo ejecutivo de Telefónica indicó que a lo largo del ejercicio la compañía ha mantenido un alto ritmo inversor, hasta 83.000 millones desde 2012, y ha reducido la deuda en 14.000 millones desde junio de 2016. También ha mantenido la remuneración al accionista, con un dividendo de 0,4 euros por acción, ampliamente cubierto tanto en términos de beneficio como de flujo de caja libre.

Generación de valor duradera

Pallete indicó que Telefónica trabaja en la construcción de una compañía para los próximos 20 o 30 años. "Se trata de una perspectiva de generación de valor duradera en el tiempo, y por ello la compañía considera esencial crear una sólida relación de confianza con todos sus grupos de interés, lograr que su crecimiento sea inclusivo y sostenible, y, por último, que sea eficiente, gracias fundamentalmente a la digitalización y a la estrategia de gestión de activos basada en la optimización del retorno sobre el capital empleado", precisó.

Por último, el presidente de Telefónica anunció que a partir del próximo mes de julio, los accionistas de Telefónica que sean igualmente clientes disfrutarán de un programa diferencial que ofrecerá una atención personalizada.

Por su parte, el consejero delegado, Ángel Vilá, defendió en respuesta a las intervenciones de varios accionistas la política tarifaria de la compañía, en particular la estrategia "más por más" es decir, aplicar una subida de precios periódicamente a cambio de mayores prestaciones, como velocidad en la conexión por fibra o aumento del bono de datos en el móvil. Vilá indicó que esas subidas de tarifas son legales y que el cliente puede siempre cambiarse de plan sin coste alguno.