La economía global y los países emergentes
Análisis de la situación actual de la economía en los países emergentes.
Es fácil convenir la creciente capacidad de tracción que los países emergentes tienen sobre la economía global. Tanto que un reciente informe de Swiss Re vaticina que el conjunto de las economías emergentes acaparará el 60% del crecimiento mundial en los próximos 10 años, que los siete mayores* concentrarán el 42%, y que sólo China aportará un 27%.
El gráfico adjunto permite visualizar bien la dinámica de crecimiento en estas últimas tres décadas.
Como puede observarse, desde 1990 y salvo en dos años (crisis asiática de 1998-99) las economías emergentes han definido tasas de crecimiento sustancialmente superiores a la de los países avanzados: en promedio, aproximadamente un 1,5% por encima en el periodo 1990-2012, un excepcional 4% más durante la década 2003-12, diferencial impulsado por la fuerte demanda china de materias primas, y en torno a un 2% superior desde entonces. El tamaño y crecimiento de su población, su composición por edades y sus bajos niveles de renta iniciales han sido elementos que han contribuido decisivamente a acelerar su crecimiento en el marco de una economía mucho más global. Su peso en la economía mundial se ha incrementado drásticamente. Midiendo su tamaño en términos de paridad de poder adquisitivo de sus monedas, las economías emergentes suponen ya más de la mitad del PIB mundial, mientras que a principios de los noventa apenas representaban un tercio. Piénsese que concentran el 80% de la población mundial. Por consiguiente, aún queda un amplio recorrido en la reducción de la brecha existente.
Una de las características que persistirá aún durante algún tiempo en la dinámica de crecimiento mundial es la relevancia del centro de gravedad asiático, donde el gigante chino desempeña un papel fundamental, pero al que empiezan a unirse nuevos actores como India e Indonesia.
Un segundo aspecto de interés es la heterogeneidad existente dentro del amplio y diverso conjunto de países emergentes, ya no sólo por las características específicas y estructurales de cada uno de ellos, sino también por la propia fase de maduración de su desarrollo económico. El exponente más destacado es de nuevo el de China, que en los últimos años está sufriendo una evidente transformación desde un modelo económico basado en la inversión a un modelo cuyo protagonismo empieza a descansar ya más en el consumo y en los servicios.
Lo cierto es que parece advertirse un cierto punto de inflexión hacia tasas de crecimientos más moderadas de las economías de países emergentes debido a ese grado de maduración que han alcanzado algunos de ellos y a su mayor exposición a factores cíclicos. Aun así, cabe prever que su crecimiento siga más que doblando el de las economías avanzadas en los próximos años y, por tanto, sigan siendo el motor de crecimiento de la economía mundial y reduciéndose la brecha frente a los países avanzados.
Otro elemento destacado y positivo es que las más bajas tasas recientes de crecimiento de las economías emergentes vienen acompañadas globalmente de una evolución más estable, lo que es expresivo también del proceso madurativo en curso. El gráfico adjunto ejemplifica bien la reducción de la volatilidad del crecimiento del PIB en el conjunto de los países emergentes.
En cualquier caso, se están produciendo numerosas transformaciones en el ecosistema de relaciones entre las distintas áreas económicas, transformaciones a las que no son ajenas ni las alteraciones que se están produciendo en el marco de relaciones comerciales entre países, ahora en situación de cierto stress por el cuestionamiento del status quo forzado por Estados Unidos, ni la extraordinaria innovación tecnológica en curso. Tampoco lo son las debidas al envejecimiento de la población en los países avanzados o a la preocupación porque el crecimiento se desarrolle en un contexto sostenible. Tales transformaciones, y sobre todo como se afronten las mismas, van a ser determinantes en el comportamiento relativo futuro a medio plazo de ambos grupos de países.
*Incluye a China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía
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