Las ventas de turismos diésel caen un 40% en noviembre

Las ventas de turismos diésel se desplomaron un 39,9% en el mes de noviembre y agravaron su pérdida de peso en matriculaciones en España. Pese a la defensa que está realizando la patronal de fabricantes Anfac de esa tecnología, el pasado mes se consolidó todavía más el cambio de tendencia en el mercado, donde están tomando mucha ventaja los vehículos de gasolina. En noviembre supusieron el 61,3% de las entregas, frente al 30,5% de los diésel y al 8,2% de los híbridos y eléctricos.

La fuerte caída en la venta de turismos de diésel en noviembre contrasta con el crecimiento de los coches de gasolina, que crecieron un 6,5% en el mismo mes. Fuentes del sector señalaron que no existe un factor concreto que determine la caída de los vehículos propulsados por gasoil. Señalan sobre todo el marco de incertidumbre en el que se han instalado los compradores ante "la mala prensa" de este tipo de motorizaciones.En algunas comunidades, como Navarra, la caída en noviembre alcanzó el 54,6%.

Las mismas fuentes señalan, además, que, aunque los anuncios de prohibición a la venta de vehículos que emitan partículas contaminantes no llegará hasta 2040, el comprador está adoptando un comportamiento de cautela ante la confusión existente y está evitando el vehículo diésel, que se encuentra en sus cotas más bajas de comercialización desde 1995. En lo que va de año las ventas de turismos diésel han caído un 19,8%, frente al crecimiento del 31,8% de los de gasolina.

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos registraron en total un volumen de 91.063 unidades durante el pasado mes de noviembre, lo que representa un descenso del 12,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, y encadenan tres meses consecutivos en descenso, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Las principales patronales de la automoción española recalcan que la caída de la demanda continúa respondiendo a una correción del adelanto de las compras que se vivió en julio y agosto por el efecto de la entrada en vigor del WLTP (el 1 de septiembre), a una incidencia en los sistemas de registro de la Dirección General de Tráfico (DGT) en los últimos días y a la "incertidumbre" del mercado y ante el futuro de la actividad económica.