Una oportunidad para el talento joven

Hay veces que la vida te da una oportunidad y tienes que aprovecharla. Es lo que hicieron Natalia Molina (Móstoles, 1995) y Harglen Palacio (Medellín, Colombia, 1998). Ambos estaban en un momento delicado en sus vidas y tenían que tomar una decisión. Natalia iba a ser madre, Harglen quería seguir estudiando, pero no tenía una buena nota.

Ninguno había pensado en dedicarse a la hostelería, pero el programa Creamos Oportunidades en Hostelería, de la Fundación Mahou San Miguel, cambió sus vidas. “Claro que lo hizo”, afirma convencida Natalia. “Siempre han contado conmigo, me han ayudado y valorado. También me han dado experiencia y profesionalidad”, añade. “Me impactó personalmente”, valora Harglen, y coincide con su compañera. “Siempre han estado pendientes de mí y el trato ha sido muy bueno”.

745 jóvenes han pasado ya por el programa Creamos Oportunidades en Hostelería

Ellos son solo dos ejemplos del impacto positivo que este programa tiene desde que se puso en marcha hace cinco ediciones y por el que han pasado casi 500 jóvenes, a los que se sumarán los 245 de este nuevo curso.

“Hemos dado con un programa que se ha convertido en un pilar estratégico de la Fundación, porque vincula la parte social con la parte del negocio”, afirma su responsable y directora, Beatriz Herrera, que destaca la vinculación de la compañía, clientes y establecimientos para “hacer frente a situaciones personales muy complejas, respondiendo a una necesidad social, y generando empleo cualificado en la hostelería”.

En Somos 2020, Mahou San Miguel impulsa proyectos en torno a la innovación, el compromiso y el talento

El programa ofrece a jóvenes con dificultades entre los 18 y los 28 años la posibilidad de formarse y de trabajar como profesionales de la hostelería en Madrid, Barcelona, Bilbao, Burgos y Granada, en tres modalidades: FP Dual (dos años de formación, uno teórico y uno de prácticas), Certificado de Profesionalidad (cinco meses de formación, cuatro teóricos y uno de prácticas) y becas de apoyo al talento.

La novedad más importante de este año es que se duplican las plazas para la FP Dual, con 60 nuevos alumnos, 30 en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo Simone Ortega, y otros 30 en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, que participa por primera vez. A ellos se añaden los 21 chicos y chicas que cursan su año de prácticas en alguno de los 21 restaurantes colaboradores de los más de 175 que participan en el programa.

En esta edición, además, se presentan las becas de apoyo al talento, para antiguos alumnos que quieren continuar su formación. Como Natalia que, después de obtener el Certificado de profesionalidad en la Escuela Simone Ortega, realizó las prácticas en el restaurante Maruzella, trabajó en el Café del Rey y ahora sigue un curso de sumiller de cerveza becada por la Fundación. Harglen, por su parte, está en el segundo año de la FP Dual trabajando como camarero, cobrando una beca que se reparten al 50% la Fundación y el restaurante Amazónico, que ya le ha ofrecido un contrato. Él quiere quedarse, pero duda entre estudiar un grado superior de Hostelería o en Actividades Físicas y Deportivas.

Las prácticas y la posibilidad de encontrar después un empleo son uno de los principales atractivos del programa. En la edición anterior, el 100% de los alumnos tuvieron una oferta real de empleo, con una inserción laboral media del 89% y del 100% en la FP Dual.

La directora de la Fundación Mahou San Miguel apuesta por consolidar la FP Dual y “por ampliar”, pero no quiere crecer por crecer y añade: “Lo que queremos es ayudar a las personas. No vamos al número, queremos cuidar a cada entidad, a cada establecimiento hostelero y a cada joven”.

Una cerveza en una terraza ecológica

Por otro lado, y además de esta labor social que lleva a cabo la Fundación de la compañía, en Mahou San Miguel han convertido la sostenibilidad en un eje estratégico y transversal de su responsabilidad social corporativa a través de un plan a tres años llamado Somos 2020, según el cual no queda lejos el día en que podamos escoger una terraza donde tomar una cerveza teniendo en cuenta sus medidas reales y efectivas contra el cambio climático.

Lo explica Peio Arbeloa, director general de la Unidad de Negocio España de Mahou San Miguel: “Las medidas de este proyecto se concentran, entre otras, en un plan integral de renovación de las terrazas, con parasoles capaces, a través de su tejido, de purificar el aire y reducir los niveles de contaminación”.

De momento, hay desplegados 1.000 parasoles en 200 establecimientos de Madrid, Granada o Bilbao, entre otras ciudades. Cada uno de ellos es capaz de eliminar las emisiones nocivas de un coche diésel que recorre anualmente 20.000 kilómetros, o lo que es lo mismo, reduce la misma contaminación que dos árboles. Es como si Mahou San Miguel hubiese creado un bosque de 2.000 árboles.

Y en cuanto a la movilidad, la compañía tiene previsto invertir cinco millones de euros hasta 2020 con el objetivo de “repensar el modelo de distribución del futuro”. Estos planes pasan porque toda la flota sea 100% sostenible de aquí a cinco años.

Esta noticia, patrocinada por Mahou San Miguel, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.