México pospone las subastas petroleras hasta la llegada de López Obrador al poder
La Comisión Nacional de Hidrocarburos reconoce que la nueva Administración, que tomará posesión el 1 de diciembre, desea revisar los contratos
Las subastas petroleras en México tendrán que esperar hasta 2019. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) ha anunciado este miércoles que los 53 contratos previstos para este año estarán en puja hasta el 14 de febrero de 2019. La Secretaría de Energía ha pedido la postergación de las subastas para dar más tiempo a las empresas petroleras que participan en el proceso. Esta petición coincide con la transición de la Administración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, por lo que las decisiones respecto a la política energética quedarán en manos del nuevo Gobierno. Durante la campaña electoral, López Obrador insistió en que revisaría los contratos que se han entregado en los últimos cuatro años.
“No es solo revisar el proceso de las licitaciones que hemos llevado a cabo, sino también lo que se ha manifestado públicamente es el deseo del equipo de transición de la nueva Administración, de revisar el contenido de los contratos y no solo el contenido de los contratos que forma parte de las rondas sino también el contenido de los contratos en asociación de Pemex”, ha explicado el presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda. La Comisión ha calculado que los dos meses —entre la toma de posesión del nuevo presidente, el 1 de diciembre, y la siguiente subasta— es un tiempo razonable para hacer modificaciones en los contratos. Zepeda estima que el nuevo Gobierno podría pedir un mayor contenido nacional en las transacciones petroleras.
Al menos 46 yacimientos en tierra de los Estados de Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz y Tabasco iban a ser subastados el 27 de septiembre. También siete proyectos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para crear asociaciones con empresas privadas estaban pendientes para el 31 de octubre. Los comisionados de la CNH han coincidido en que el tiempo adicional puede ser aprovechado por las empresas que desean invertir en el sector energético en México para estudiar . “Es una decisión del Gobierno actual para incentivar la participación de empresas y en consecuencia, propiciar más competencia en las propuestas de las empresas en beneficio del interés económico del Estado”, ha manifestado la Secretaría de Energía en una nota a este diario.
México reformó en diciembre de 2013 la Constitución para permitir la apertura del sector energético a las empresas privadas. López Obrador manifestó, entonces, estar en contra de la reforma energética y propuso una consulta ciudadana para evitar la aprobación de la reforma energética. Durante su campaña aligeró su discurso e insistió en que su equipo estudiará el rediseño de la política energética del país. El líder de Morena anunció al inicio de la campaña electoral que la exdiputada Rocío Nahle García podría ser la titular de la Secretaría de Energía. Nahle ha señalado ante la prensa mexicana que en los planes del nuevo Gobierno están la construcción de dos refinerías y el fortalecimiento de Pemex, la petrolera estatal.
Hasta ahora el Gobierno mexicano ha realizado tres rondas con 14 licitaciones en las que ha subastado contratos petroleros. Los yacimientos que más han despertado el interés de las compañías han sido aquellos en aguas profundas del Golfo de México, que por su complejidad técnica y alto costo nunca fueron explorados por Pemex. La empresa estatal ha bajado su perfil en los últimos años en los que tanto su producción y sus ingresos han caído. La Administración de Enrique Peña Nieto firmó los últimos contratos petroleros con compañías privadas el pasado 27 de junio.
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