Las naranjas más ‘verdes’ de España
La planta de zumo más grande del país se sitúa en Huelva. Allí Don Simón persigue una triple meta ambiental: cero residuos, cero consumos netos de agua y cero emisiones contaminantes
Una voz inconfundible lleva décadas saliendo del televisor: "Zumo exprimido… Don Simón". Pero desde hace poco tiempo el eslogan se ha alargado y hoy termina con un rotundo "cuida del planeta". La frase resume bien el experimento medioambiental que el grupo García Carrión, propietario de la popular marca y principal productor de zumos en España, está llevando a cabo en su planta de Huelva. Un ejemplo de economía circular o "bioeconomía" único y pionero en Europa, según apunta Antonio Moreno, gerente de la instalación: "Lo entendemos como una forma de subsistir y de adaptarnos a nuestro entorno".
En esta planta, llamada Cítricos del Andévalo y situada en el municipio de Villanueva de los Castillejos, se exprimen 200.000 toneladas de líquido al día, cerca del 40% del total nacional. Es la única instalación que cultiva variedades específicas para zumo –sin tratamientos fitosanitarios y recogidas a mano– en las 1.500 hectáreas arboladas de las que se nutre. En ella se persigue una ambiciosa meta: los tres ceros. "Trabajamos para reducir a cero nuestros residuos, alcanzar un consumo neto de agua cero y eliminar las emisiones nocivas para la atmósfera", explica el gerente. "Una cosa lógica si pensamos que estamos en la provincia europea con más porcentaje de superficie protegida y que además vivimos de ella".
El primer cero tiene su origen en el exprimido. En esta fase de la producción de Orangiland, como llama coloquialmente Moreno a la planta, las naranjas se procesan mediante un salomónico sistema de cuchillas: el 50% de lo que sale es líquido y pulpa; la otra mitad, mondas en forma de espiral. Con estos residuos orgánicos se fabrican productos derivados. La estrella son los pellets, unos pequeños cilindros prensados para uso ganadero. "Los rumiantes son malos procesando los hidratos", apunta el director. "Añadiendo este compuesto a su dieta conseguimos que los aprovechen un 15% más". Con este complemento ya compiten con el maíz, el principal ingrediente de estas alimentaciones.
De la fábrica, una especie de estómago que digiere 200.000 toneladas de cáscara al año, salen más cosas: aceites para la industria química, saborizantes y aromatizantes para la alimentaria y, en el futuro, quizá botellas hechas a base de biopoliésteres, como se estudia en un reciente proyecto. Incluso un perfume, Capricho de Fala: el pequeño homenaje de Fala Corujo, responsable de publicidad y comunicación del grupo, a los cítricos.
¿Y cómo reutilizar el agua que se usa en los sistemas de limpieza de la fábrica para dejar el consumo en cero? "Nos dimos cuenta de que no era tan simple como reconducirla al riego", cuenta Moreno, "ya que los productos de limpieza que llevaba el agua contenían sodio, un elemento que la inutiliza para el riego". Tras varias pruebas lo sustituyeron por potasio, nitrógeno y fósforo, una mezcla inocua para los campos y a su vez nutricional. Una fórmula con la que se reciclan unos 500.000 metros cúbicos anuales.
Por último, para atajar las emisiones que la planta genera, se apoyaron en energías alternativas. Principalmente, dice Moreno, en el biogás, con el que han logrado reducir el consumo de gas de origen fósil en un 40%. "Esto no solo nos está dando réditos ambientales", matiza el director. "Somos una empresa y buscamos un beneficio económico. Ahora mismo el coste industrial de cada tonelada de zumo es de -11 euros".
El mundo por mercado
Luciano García-Carrión, director comercial del grupo e hijo del presidente José García-Carrión, muestra una imagen de un estadounidense sacando un carrito de un supermercado. El hombre carga cajas y cajas de cava Jaume Serra, uno de los productos enseña del grupo. "Esto es un cliente fiel", dice. En otra foto se ve un estante de Whole Foods, la cadena que revolucionó la alimentación sana. También allí está presente el conglomerado, esta vez con sus zumos Don Simón.
"Hoy consideramos a España nuestro mercado doméstico y a Europa mercado local", continúa. "El siguiente paso es expandirnos en países como China". Para acometer el abordaje a consumidores culturalmente tan diferentes, el grupo testa cruces de variedades de naranjas para dar con la combinación organoléptica que mejor se adapte a estos. "En Inglaterra, por ejemplo", dice Luciano, "hemos logrado cambiar el zumo de Brasil por el nuestro".
Más de 30 años después de que a José García-Carrión se le ocurriera envasar el vino en tetrabriks -algo que su padre consideró "una locura"-, la empresa figura entre los cinco primeros productores de vino del mundo. En 2017 registró un beneficio de 930 millones de euros, un 24% más que el año anterior.
Esta noticia, patrocinada por García Carrión, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.