Provincia despoblada busca inversores
Soria quiere revivir el espíritu que imprimió en el pequeño municipio de Ólvega el empresario Emiliano Revilla
Ólvega, un pueblo soriano de 3.758 habitantes, genera más puestos de trabajo de los que puede asumir su población. El polígono industrial, de 300 hectáreas, está ocupado en un 80%. Tiene una acería, empresas de componentes para la automoción, una empresa textil, otra de logística, de frío industrial, cárnicas, una planta de quesos y una central de biomasa. En ocho de cada diez matrimonios censados en el pueblo trabajan los dos miembros de la pareja. Resultado de la industrialización, en los últimos diez años ha ganado población en vez de perderla.
Los empresarios de la zona hablan de que el pequeño milagro lo obró Emiliano Revilla, conocido por haber sufrido en 1988 uno de los secuestros más largos de ETA. Antes de caer en manos de los terroristas, Revilla había vendido a Unilever por 9.000 millones de pesetas (54 millones de euros) su imperio de embutidos: Industrias Revilla, Embutidos Moncayo y Hermanos Revilla. Tuvo después una empresa textil (que vendió a Levi's) e impulsó Prouniol, una sociedad en la que participaron 1.000 familias de su pueblo, "que llegó a recaudar 1.100 millones de pesetas de los socios para poner en marcha un proyecto", según recuerda el alcalde Gerardo Martínez (PP). "Después del secuestro, Emiliano planteó que se encargaría de solucionar el problema del desempleo en Ólvega. Es empresario, transmite mucha fe, seguridad, confianza, su palabra es una escritura de notario".
Ahora con 90 años, Revilla admite estar en buena forma y sigue haciendo gestiones para atraer capital al lugar que lo vio nacer. "Con 90 años estoy activo. Hay cinco empresas que quieren instalarse aquí, estoy intentando ayudarlas", dice. "Hay problemas, pero el caso es que en esta zona hay 1.000 puestos de trabajo que pertenecen a empresas nuevas, ¡en un pueblo de 3.800 habitantes!", enfatiza.
Comida para todo Madrid
Transportes Molinero fue fundada hace casi 70 años con la fábrica de embutidos Revilla como principal cliente. Con la crisis de 1992 estuvo al borde del cierre. Tenía 25 trabajadores y 16 camiones. Hoy, según su propietario, Javier Jiménez, es la segunda empresa de la provincia, con 1.100 empleados, 800 camiones y unas ventas de 85 millones solo en logística y transporte (100 millones con otras actividades). Se dedica a transportar los alimentos congelados de sus 1.600 clientes. Ahora amplían su centro logístico. "Con lo que tenemos almacenado aquí podríamos dar de comer a todo Madrid durante una semana", presume su propietario.
Santiago Aparicio, presidente de Foes, la CEOE de la provincia, cree que con más Revillas, "otro gallo cantaría en este país". Es, admite, el espejo en el que se miran los industriales de la zona, que hace algunos meses pusieron en marcha el programa Invest in Soria para revitalizar el tejido industrial en toda la provincia. El plan define sin rubor a Soria como "el lugar más competitivo de España", y está salpicado con todos los ingredientes que lo hacen atractivo para los inversores: suelo industrial con disponibilidad inmediata por cero euros, paz social, ayudas y subvenciones al desarrollo industrial de hasta el 35% de la inversión y "competitividad salarial". "En el poco tiempo que llevamos ya tenemos 18 proyectos", repasa Aparicio. Uno de ellos está a punto de materializarse, con una inversión de cinco millones.
Tierra prometida
La patronal repite una y otra vez que Soria es un lugar con un potencial tremendo. "Pero lo que se cuentan son los tópicos: en Soria hace frío, Soria es pequeño... Florette tiene aquí una zona de producción enorme; Aleia Roses ha encontrado unas condiciones climáticas fantásticas para producir sus rosas, hay más de 4.000 puestos del sector del automóvil... La calidad de vida es impresionante, en 10 minutos andando estás en tu trabajo; tenemos los mejores ratios en PISA, dentro de Castilla y León Soria está considerado como Finlandia en ese sentido", enumera Aparicio. Los sindicatos recuerdan que el proyecto es fruto del diálogo social. Evelio Angulo (UGT) destaca la paz laboral como uno de los valores de la zona.
¿Por qué nadie ha visto ese maná? "Ha habido siempre otros intereses, intereses políticos que van donde más votos tienen y aquí somos los que somos". La densidad de población es de 8,6 personas por kilómetro cuadrado frente a las 26 personas en la comunidad autónoma, lo que ha tenido consecuencias. "El camino más corto entre Madrid e Irún es por Soria pero se va por Burgos", recuerda Aparicio. "Pero cuando esté terminada la autovía van a venir por aquí". La famosa autovía, como reconocen otros empresarios, tardará al menos unos cinco años en completar los 34 kilómetros del tramo Soria-Tudela, que acaba de recibir la declaración de impacto ambiental.
Uno de esos empresarios que espera que mejoren las conexiones es Javier Jiménez, dueño de Molinero Logística. El fue una de esas personas a las que Revilla convenció cuando estaba a punto de tirar la toalla y llevarse la empresa de su padre a Zaragoza. "Era el 2002, de la mano de Emiliano se reconstruyó el tema empresarial aquí y hoy somos un pueblo dinámico de gente joven, y puede parecer presuntuoso, pero tenemos el privilegio de decir que el que no trabaja es porque no quiere gracias a ese gran hombre. Nuestros camiones pueden llegar al 85% de la población de la península en cinco horas y media". La empresa tiene uno de los cinco mayores centros logísticos de mercancías congeladas del país, donde apila desde pizzas a tomates, helados, fresas o hielo. "Lo que hemos construido es gracias al empeño de todos". Pero lamenta que el talento se haya ido de la zona. Una visión que comparte Gerardo Martínez (PP), que gobierna en el pueblo desde hace 23 años. "Nunca se puede decir que la estabilidad está garantizada. Aquí había una fábrica de [la firma de aerogeneradores] Vestas y cerró. Lo bueno que tenemos es la conciencia laboral, la gente aquí conoce los procesos productivos en cadena. Pero siendo realistas, mañana mismo podemos tener contratiempos, aunque las expectativas son buenas". El propio Revilla niega que haya una llave maestra para que los inversores se fijen en Soria. "Es tarde ya, es una provincia despoblada y suelo industrial a cero euros lo da cualquiera. Habría que haberlo hecho antes", resume amargamente.
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