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Un imperio de la comida saludable: así se hacen las ensaladas de bolsa

Florette, pionera de las ensaladas listas para consumir, compite por todo el menú

Un invernadero de brotes de Florette en Milagro (Navarra).
Un invernadero de brotes de Florette en Milagro (Navarra).Marilén Echapare

Cada día, Florette Ibérica recolecta la materia prima y, casi al instante, la enfría para trasladarla hasta la fábrica en un camión congelador, sin permitir que la temperatura de la mercancía supere los cuatro grados centígrados. Una vez en planta solo hay que cortar, lavar, secar y a embolsar. Así es como la empresa elabora sus productos en la fábrica navarra de Milagro, la primera de las cinco que ya tiene en el territorio español. Y fue precisamente en esa fábrica, en el año 1989, donde se produjeron las primeras ensaladas y verduras envasadas y listas para consumir de España, los llamados productos de la cuarta gama.

La empresa se fundó bajo el nombre de Vega Mayor en Milagro. En sus inicios contaba con unos cuarenta trabajadores. Ahora son más de 1.300. En 2001, la compañía pasó a formar parte de la francesa Florette. Fabrican al día 450.000 bolsas de ensaladas y verduras que comercializan en más de 7.000 puntos en España y Portugal. En 2014 su facturación llegó hasta los 138 millones de euros y vendieron 41.000 toneladas de producto. La base de su éxito está fundamentalmente en dos factores: el frío y la rapidez.

Aparte de la planta de producción en Navarra, la firma cuenta con la de Iniesta (Cuenca), Noblejas (Toledo), Torre Pacheco (Murcia) e Ingenio (Canarias). Esta situación geográfica de sus fábricas pretende cubrir todo el territorio de España. “Todos los campos están situados a pocos kilómetros de las fábricas, para que la materia prima llegue rápido a la planta y al cliente, y no pierda frescura. Esto es lo que asegura la calidad de nuestros productos”, explica Javier Les, director técnico de Florette Agrícola, la parte de la empresa que cultiva y recolecta las diferentes ensaladas y verduras. La empresa cuenta con unas 1.800 hectáreas de cultivo y produce al año 39.000 toneladas de ensaladas y verduras.

Sus cultivos se dividen en dos tipos, las ensaladas adultas, como lechugas, escarolas o verduras; y los brotes tiernos, una variedad que llegó a España de la mano de Florette. Las ensaladas adultas las plantan al aire libre, los brotes, en cambio, siempre en invernaderos. “Los brotes tiernos son más delicados, digamos que son la esencia de la planta. Cuando empezamos hace unos 10 años no sabíamos mucho, fuimos los primeros y hemos ido aprendiendo con el tiempo”, explica Les. En total tienen 1.400 hectáreas de cultivos de ensaladas adultas en España, y casi 400 hectáreas de brotes tiernos.

CULTIVOS DE CERCANÍA

A solo cinco kilómetros de las instalaciones de la fábrica de Milagro se encuentran los campos. La empresa cuenta en la comunidad navarra con unas 500 hectáreas de cultivo. Cuando los trabajadores recogen la materia, un camión frigorífico la transporta a escasos cien metros, donde está el Vacoom, la máquina que baja la temperatura del producto hasta los 4ºC. Una vez lista la mercancía, el camión congelador la traslada hasta la fábrica.

“La única manera de conservar el producto fresco es con frío”, asegura Iker Jaunsaras, gerente de la fábrica de Milagro. Cuando la materia prima entra en la planta de producción, en solo 15 minutos ya está en la bolsa, lista para llegar al cliente. Florette Ibérica no para de producir prácticamente ni un día al año. “Las características de nuestro producto nos obligan a un abastecimiento diario, por tanto, debemos fabricar de manera diaria. Trabajamos bajo un flujo y una planificación muy tensa”, señala Fermín Aldaz, director comercial de la empresa. Trabajan bajo una estimación de lo que van a necesitar. Las ensaladas y verduras se recolectan de madrugada y llegan a fábrica en torno a las ocho de la mañana. Para cuando empiecen a llegar los pedidos de sus clientes, horas más tarde, las bolsas ya deben estar listas para salir de fábrica.

Las instalaciones de la planta de Milagro son como una gran cocina industrial, solo que antes de entrar hay que abrigarse, ya que el termómetro no supera los tres grados. A simple vista el proceso parece sencillo, es casi el mismo que el que se hace en casa. Entra la materia prima y hay una primera selección, después hay que cortar, lavar, secar, y a embolsar. “Antes el trabajo era más manual, con el paso de los años se ha ido automatizando, hay más maquinaria”, comenta Marisol Serrano, encargada del turno de noche en la planta navarra y trabajadora desde hace más de 20 años.

Otra de las máximas de la empresa es la innovación. En 2014 destinaron a esta partida dos millones de euros, y para este año la previsión en volver a invertir otros dos millones. La empresa cuenta con un equipo de ocho investigadores dedicados a buscar nuevos productos, nuevas categorías y nuevos mercados. El 33% de la facturación de Florette proviene de los lanzamientos de nuevas variedades.

MILLONES DE BANDEJAS

Este 2015 es para Florette el año de los menús completos, un segmento que según la empresa crece en España a un ritmo del 70%. Han realizado una inversión de un millón de euros destinados a ampliar sus instalaciones en la planta de Navarra para elaborar estos productos, formados por pequeñas bandejas de plástico que, por un lado, incluyen una ensalada, y del otro, una combinación de pollo y pasta con distintos sabores, rica en proteínas e hidratos de carbono. La empresa puede producir siete millones de unidades al año tras la ampliación.

“Cuando empezamos lanzamos un producto que cubría las necesidades del cliente al ser saludable y de uso fácil. Hemos introducido una nueva forma de consumir ensaladas. A lo largo de los años, hemos desarrollado diferentes materias primas como la rúcula o los canónigos. En esta última etapa, desde las ensaladas preparadas, queremos potenciar un consumo más amplio con nuestros nuevos menús completos”, comenta el gerente.

Florette Ibérica exporta el 20% de las toneladas que vende. “Nuestro principal cliente es McDonald’s en Francia, a quienes exportamos unas 8.000 toneladas al año, pero también vendemos a Portugal y de manera estacional a Reino Unido”, explica Aldaz. Las ensaladas preparadas por sus características son de difícil exportación. “Tienen una vida muy corta y, una vez procesadas, la logística del transporte es muy cara. Además, nuestro grupo está presente en diferentes países con la misma estrategia que en España para cubrir esos mercados”, apunta el director comercial.

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