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Los días de trabajo perdidos por huelgas suben más del 50% en 2017

Aumenta la conflictividad laboral tras tocar mínimos el año pasado. Crecen las reclamaciones por mejoras salariales y bajan las protestas por despidos

La manifestación del Primero de Mayo en 2017 en Madrid
La manifestación del Primero de Mayo en 2017 en MadridPaco Campos (EFE)
Manuel V. Gómez

Las huelgas repuntaron con fuerza en 2017. Los días perdidos por paros subieron casi el 53% el año pasado, y llegaron a 595.253; en ellas participaron 225.687 trabajadores, un 23,2% más. Este aumento se produce después del mínimo tocado el año anterior y devuelve la máxima expresión del conflicto laboral a los niveles de 2014 y 2013, respectivamente. Además, cuando se observan en detalle las motivaciones de esas huelgas, el crecimiento tuvo un carácter más ofensivo que defensivo, es decir, las protestas por lograr mejores convenios (salarios, jornadas) subieron muchísimo más que las convocadas frente a despidos.

Los salarios tuvieron que hacerle un hueco amplio al feminismo el Primero de Mayo. Pero la advertencia de los líderes sindicales sobre sueldos fue clara. “O hay reparto [de riqueza] y justicia social o hay conflicto social garantizado”, clamó Unai Sordo, de CC OO. “Este año no va a pasar como el pasado, no nos vamos a levantar de la mesa sin más [si no hay acuerdo]. Habrá movilizaciones crecientes, tantas como los trabajadores crean necesarias para empezar a repartir la riqueza”, abundó Pepe Álvarez, de UGT.

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Pero ese conflicto ya empezó a crecer en 2017. El año pasado unos 95.000 trabajadores perdieron casi 250.000 jornadas de trabajo por protestas laborales “derivados del proceso de negociación colectiva”. La traducción de esa expresión que recoge la estadística del Ministerio de Empleo es que son causadas por desacuerdos en la negociación de convenios, es decir, en el escenario donde se disputan los salarios y su evolución.

Esas casi 250.000 jornadas perdidas suponen un 171% más que en 2016 y representan el 42% del total, frente al 23,7% del año anterior. La evolución fue mayor si se mide el conflicto de esta naturaleza por el número de participantes, un 235,4% más, y menos si se hace por convocatorias (729).

“Ante una salida claramente desigual de la crisis, se está introduciendo este elemento de más conflictividad”, confirma Pere Beneyto, profesor de sociología laboral de la Universitat de València.

El tirón de los conflictos causados por la negociación salarial fue la primera causa del incremento global de la conflictividad, un 52%. No obstante, la primera causa de las casi 600.000 jornadas perdidas fueron las que siendo laborales no son propias de la negociación colectiva, sino más por despidos colectivos y regulaciones de empleo: el 54% del total.

A pesar de estos aumentos significativos, cuando se analizan las series históricas se concluye que la conflictividad laboral en España todavía se mantiene en niveles históricamente bajos, solo se perdieron menos jornadas por huelgas en 2016, 2015 y 2011. Así que también puede apuntarse que para llegar a que se perciba en el día a día ese “conflicto social garantizado” estos números tendrían que crecer mucho.

Todas estas cifras corresponden al balance final de 2017. Acabando abril se publicaron los datos de enero, que muestran que las jornadas perdidas siguen creciendo. En cambio, baja el número de participantes. En todo caso, esos primeros números corresponden solo a un mes y es pronto para saber si se va a mantener la tendencia este ejercicio.

Otro elemento a aclarar de estos datos es que estos números cuentan solo los conflictos relacionados con el mercado de trabajo y no incluyen los datos de huelgas generales. Los números totales de 2017 recogen las cifras de las convocatorias que hubo en Cataluña en octubre y noviembre causadas por el procés.

Sin noticias del acuerdo salarial para este año

Las negociaciones entre los sindicatos UGT y CC OO y la patronal CEOE para llegar a un acuerdo que guíe los convenios salariales para este año y los próximos siguen sin llegar a buen puerto. La patronal ofrece un aumento del 2% más un punto adicional en función de criterios como la facturación o el absentismo. Los sindicatos exigen un aumento mayor de base más un incremento adicional en función la productividad. Además, reclaman mayores subidas para los salarios más bajos (un mínimo de 1.000 euros).

Entre tanto, en la negociación colectiva se siguen pactando subidas salariales que están por debajo de estas cifras, el 1,5%. Eso sirve a CEOE para justificar su posición. Los sindicatos, por su parte, achacan el bajo incremento a la falta de un objetivo más alto que guíe las conversaciones.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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