El feminismo y los salarios marcan las manifestaciones del Primero de Mayo
Miles de personas salen a las calles en toda España en más de 70 marchas con motivo del Día del Trabajo
La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres va ganando espacios a marchas forzadas en 2018. Esta vez ha sido en el Primero de Mayo: la tradicional fecha en que los sindicatos sacan a la calle sus principales reivindicaciones. “Este Primero de Mayo es morado, lila, violeta”, apuntó Pepe Álvarez, líder de UGT, que como Unai Sordo, de CC OO, criticó con dureza la “infame sentencia” contra La Manada. Ese rechazo encabezó la marcha en Barcelona: “No es abuso, es violación”. Los principales mensajes también reclamaron un aumento salarial “o habrá conflicto social”, en una jornada con movilizaciones con una baja asistencia, hecho que contrasta con las masivas manifestaciones de mujeres y pensionistas de estos primeros meses del año.ivo en la comunidad), aunque los organizadores han hablado de 50.000 asistentes.
En el lema de las más de 70 marchas que convocaron CC OO y UGT en toda España, la igualdad era la primera: Tiempo de ganar: igualdad, mejor empleo, mayores salarios y pensiones dignas. El morado, color feminista, en alguna de las prendas era casi obligatorio entre los asistentes. También ganó espacio en las pancartas frente al habitual rojo y en los discursos —un repaso reivindicativo de los temas que tienen las centrales abiertos cuando llega la fecha— las mujeres ganaron protagonismo.
En los discursos, lo hicieron por su presencia física. En Madrid, no hablaron los secretarios generales regionales como es habitual, sino las responsables madrileñas de Igualdad, Pilar Morales (CC OO) y Ada Sánchez (UGT), en sendos discursos en los que estuvieron presentes la sentencia de La Manada (“No es no, lo demás es violación”), la brecha salarial (“Una brecha desmedida. No somos esclavas de nadie”) y de ingresos en las pensiones (“Son pensiones de miseria”).
Y también estuvieron más presentes que antes en los discursos de los líderes. “Esto es un proceso histórico de empoderamiento de las mujeres”, describió Sordo, de CC OO, “esto no va a ser nunca como fue, para decir que no es no, para criticar las sentencias cuando hay que criticarlas, y para decir que nadie les va a amargar la vida, y que quieren puestos de trabajo con calidad, con salarios justos. Hay que aprender mucho del movimiento feminista”. “Es un Primero de Mayo para decir basta, ni un asalto más, ni un asesinato más. Hay que acabar con esta situación. No solo las leyes. También el compromiso de todos”, añadió Álvarez.
Estas afirmaciones llegan tras las críticas que tanto UGT como CC OO recibieron de la mayor parte del movimiento feminista este año por convocar un paro de dos horas y no una huelga general el 8 de Marzo (lo hicieron centrales minoritarias como la CGT), como les habían pedido varias organizaciones de mujeres. Esta decisión, que ellos siguen defendiendo, les alejó de un movimiento que en los últimos años ha ganado muchísima fuerza y ha abierto debates hasta ahora circunscritos a auditorios reducidos.
El mayor gesto llegó en Barcelona, donde los sindicatos mayoritarios encabezaron la marcha con una pancarta portada por mujeres con el lema No es abuso, es violación. #noesno. Entre los participantes, las consignas feministas (“Fuera la justicia patriarcal”) ocuparon el espacio de las reivindicaciones laborales y oscurecieron la polémica presencia de los sindicatos en la manifestación por los presos del procés hace apenas 15 días.
Baja asistencia
Pero el Primero de Mayo estuvo lejísimos de lo que fue el 8 de marzo. La asistencia a las manifestaciones fue baja. En Madrid (donde hoy también es festivo, por celebrarse el día de la comunidad, con lo que el puente se alarga para muchos) acudieron 12.000 personas según la Delegación del Gobierno y 50.000 según los organizadores. En Barcelona la Guardia Urbana contó 8.000 y los sindicatos, 30.000. La baja asistencia contrasta con las manifestaciones masivas de pensionistas.
A pesar de esto, la gran diferencia entre las diferentes convocatorias transversales protagonizadas por un solo tema (mujeres y pensiones) frente a la llama de los sindicatos subraya la decreciente capacidad de movilización de estos últimos, especialemente entre los jóvenes, como pudo verse en la avanzada edad los participantes. Probablemente por esto, Sordo al final de su discurso afirmó que iban a “construir convergencia con otros movimientos sociales, sin ningún complejo”.
Estas palabras del secretario general de CC OO llegaron justo después de exigir una subida de los salarios superior al 3%: “O hay reparto o hay distribución o hay justicia social o hay conflicto social garantizado”. “No puede ser que las empresas ganen 36.000 millones más y los salarios más bajos no suban”, había avanzado antes de la manifestación a modo de argumento.
“Exigimos el reparto de la riqueza. Hay que repartir la riqueza que se está generando en nuestro país. No puede estar yendo a manos de unos pocos. Hay que acabar con esto y hay dos patas: una es la negociación colectiva y los salarios. Tienen que subir los sueldos de las mujeres y de los jóvenes”, clamó Pepe Álvarez, de UGT.
En Barcelona, Camil Ros, líder de UGT, ha dejado caer también la posibilidad de una eventual huelga general. “Es necesario cambiar el gobierno del PP desde las movilizaciones y, si es necesario, con una huelga general”, ha dicho durante su discurso. Previamente, el líder de UGT había anunciado que este 1 de mayo “será clave para ir hacia una gran movilización general de respuesta a las políticas del PP y de la patronal”.
Otoño caliente en Sevilla
La manifestación en Sevilla ha terminado con una advertencia a la patronal y a las Administraciones. “Hay malestar entre la clase trabajadora y si no es atendido por la clase empresarial o los Gobiernos, las protestas tendrán continuación durante este mayo y durante junio. Y tras el verano, probablemente tendremos un otoño caliente”, ha asegurado el secretario general de CC OO Sevilla, Alfonso Vidán, quien ha comenzado su intervención criticando la sentencia del caso de La Manada. “Compañera, estamos contigo”, ha gritado. Vidán ha pedido que la recuperación económica comience a llegar a los trabajadores y ha hecho hincapié en la necesidad de desbloquear los convenios laborales, como el del campo, que afecta a 130.000 trabajadores. Ha señalado que Sevilla registra una tasa de paro del 24%, que se eleva al 27% entre los jóvenes.
En la marcha, que ha recorrido la avenida de la Constitución hasta el Ayuntamiento, han participado unas 15.000 personas, según datos de la organización, que la policía rebaja a 3.000. Tanto Vidán como el secretario general de UGT en Sevilla, Juan Bautista Ginés, han pedido blindar el sistema público de pensiones y acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres. “Debemos luchar por la igualdad, acabar con esa discriminación y también con el acoso laboral”, ha afirmado Bautista. Ambos dirigentes han reiterado que aumentarán las protestas contra las reformas “injustas” del Gobierno porque “se ha demostrado y constatado que [las movilizaciones] son la palanca de cambio”. A la marcha han acudido representantes del PSOE, Izquierda Unida y Ciudadanos.
10.000 manifestantes en Valencia
En las principales ciudades de la Comunidad Valenciana, miles de personas se han manifestado contra la precariedad laboral y en defensa de mayores salarios y pensiones dignas. En Valencia, unas 10.000 personas, según los organizadores, se han sumado a la marcha unitaria convocada por UGT-PV, CC OO-PV o la Intersindical Valenciana.
La marcha de Valencia ha contado con amplio apoyo de los altos cargos del Gobierno valenciano. El presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, la vicepresidenta, Mónica Oltra (Compromís), y representantes de Podem se han sumado a las reivindicaciones sindicales, que han incluido además una financiación autonómica justa para los valencianos. “Estamos comprometidos con la dignidad del trabajo", ha asegurado Puig, que ha criticado la última reforma laboral.
A lo largo del acto conmemorativo del Día del Trabajo, los asistentes han coreado repetidas veces lemas contra la violencia machista como “No es no” o “Si tocan a una, tocan a todas” y “Yo si te creo”, así como duras críticas a la sentencia hecha pública recientemente sobre el caso de La Manada.
Huelga general en Galicia
En Galicia, la convocatoria de una huelga general ha irrumpido en el Primero de Mayo. El sindicato nacionalista CIG ha anunciado en solitario la movilización para el próximo 19 de junio, con una invitación a UGT y CC OO para que se unan que no ha tenido demasiado éxito. La CIG justifica su llamamiento en la necesidad de “avanzar un paso más” en las movilizaciones contra la precariedad y la pobreza que sufren los trabajadores, pero UGT ya ha respondido que una protesta así solo en Galicia “no tiene sentido” y supondría “un desgaste”.
Los tres sindicatos mayoritarios han salido a la calle en Vigo, la ciudad más grande e industrial de Galicia, pero por separado. UGT y CC OO han marchado juntas con un acto central al que han asistido los líderes del PsdeG-PSOE y En Marea, mientras que la CIG lo ha hecho por su cuenta. A las manifestaciones divididas de cada Primero de Mayo se ha unido en esta ocasión la profunda fractura sindical en la que ha derivado la huelga que viven los juzgados gallegos desde hace 80 días: UGT y CC OO han pactado un preacuerdo con la Xunta para poner fin a la protesta, pero ha sido rechazado no solo por la CIG sino también por las asambleas de funcionarios.
Apoyo a los pensionistas vascos
Miles de personas se han manifestado en las tres capitales vascas en respuesta a la convocatoria de los sindicatos con el nexo en común de la demanda general de igualdad para las mujeres, sobre todo tras la cuestionada sentencia de la Audiencia de Navarra en el caso de La Manada. Los sindicatos, que se han manifestado por separado salvo UGT y CC OO que lo han hecho juntos, han manifestado su apoyo a las movilizaciones semanales que mantienen los pensionistas. El secretario general del sindicato mayoritario ELA, Adolfo Muñoz, ha criticado con dureza al PNV y al PP por su pacto sobre las pensiones y ha interpelado a los trabajadores a que apoyen el sindicalismo “político” de contrapoder que preconizan, más allá “de partidos y gobiernos” para cambiar las cosas. “El sindicalismo está obligado ahora más que nunca a tener un pensamiento propio”, ha dicho. El resto han reclamado, entre otros asuntos, la reactivación de la negociación colectiva. Solo el 30% de los trabajadores vascos tiene convenios actualizados en una comunidad sin Mesa de Diálogo Social y con un 10% de empleados que han perdido la vigencia de su convenio.
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