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Inteligencia artificial que protege

Securitas Direct se convierte en firma tecnológica para consolidar su posición en el mercado

Centro de procesamiento de datos de Securitas Direct en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Centro de procesamiento de datos de Securitas Direct en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Carlos Rosillo
Thiago Ferrer Morini

A principios de este año, la empresa sueca Verisure alcanzó la marca del millón de clientes en España, lo que la convierte en su principal mercado de los 14 en los que opera. Esto representa, según Moody's, aproximadamente un tercio de una facturación de algo más de 1.400 millones de euros anuales. El potente reconocimiento de marca en España y Portugal, impulsado por una (literalmente) agresiva campaña publicitaria en los últimos años, es uno de los motivos por los que no se plantea abandonar su nombre comercial, Securitas Direct, por el que paga una licencia a su antigua matriz, la también sueca Securitas, de la que se desgajó en 2006.

Pero no solo se trata del nombre. La firma está en pleno proceso de reformulación de su identidad para convertirse en lo que su directora de tecnología, Cristina Rivas, llama "una empresa tecnológica y de telecomunicaciones especializada en seguridad". Para ello, tiene en España uno de sus dos centros globales de I+D (el otro está en su sede en Malmoe) e invierte solo en su filial ibérica 33 millones de euros al año en el desarrollo de nuevos sistemas y métodos de protección, tanto para uso doméstico como comercial. Un ejemplo es el llamado ZeroVision, que lanza humo oscuro para expulsar a los potenciales ladrones.

Esta apuesta ha permitido a la compañía instalarse en la vanguardia de tecnologías como el Internet de las cosas y la inteligencia artificial. "Hasta que las eléctricas empezaron a implementar los contadores digitales, éramos con diferencia la empresa con más dispositivos inteligentes conectados en red en España", comenta Rivas. "Hay que tener en cuenta que cada casa tiene varios emisores-receptores, y cada uno de ellos ligado de forma autónoma". La compañía estima en más de ocho millones los dispositivos instalados, que emiten más de 300 millones de señales cada día.

Complicados por la deuda

Propiedad en un 85% del fondo de inversión estadounidense Hellman & Friedman —tras hacerse con la parte de Bain Capital— Verisure provocó una pequeña turbulencia en el mercado de deuda corporativa el pasado mes de noviembre al lanzar una refinanciación por valor de 1.800 millones de dólares, según Reuters (incluyendo la emisión de nueva deuda por 1.100 millones de euros) para, entre otras cosas, otorgar un dividendo de más de 1.000 millones de euros. Esto provocó las críticas de parte del mercado, en especial de Moody's, que rebajó la valoración de la deuda de la empresa de B1 a B2 (ambos niveles de 'bono basura') y aumentó su riesgo potencial de impago, citando, entre otros motivos, su exposición al mercado español y su alto endeudamiento (de 7,5 veces el beneficio bruto y 42 veces sus ingresos anuales recurrentes).

Pero, como indica Rivas, "nosotros no vendemos cámaras o sensores. Vendemos un servicio: que haya alguien al otro lado y responda". Y es ahí donde entra la inteligencia artificial. En su centro de atención al cliente, situado en un parque empresarial a las afueras de Madrid, su director, Carlos Aparicio, muestra en una pantalla lo que el sistema es capaz de hacer. En las imágenes transmitidas por la cámara de seguridad, un recuadro de color magenta indica que esa mancha borrosa que aparece en el fondo de la imagen es, en efecto, una persona. Otro cuadro cian identifica a los animales domésticos. "Gracias a esto reducimos el número de falsas alarmas", apunta Aparicio. "Con el tiempo, lo iremos entrenando para futuras necesidades que puedan surgir, como si va armado o lleva algún equipo de camuflaje".

Toda esa información es procesada en un inmenso centro de procesamiento de datos, resguardado tras una serie de puertas blindadas y dotadas de alarma, y situada en una zona del edificio con refuerzos en la construcción. "La Ley de Seguridad Privada es muy estricta en ese sentido", explica Bernardino Beotas, director del centro. La demanda ha obligado a la compañía a ampliar su centro de procesamiento de datos de 600 a 1.700 servidores (sin contar los de refuerzo), con una capacidad de proceso de 500 terabytes.

El énfasis en las nuevas tecnologías viene de la necesidad de ir un paso por delante de los potenciales cacos. "Cuando las alarmas estaban conectadas por la línea telefónica física, la cortaban, por lo que tuvimos que pasarnos al móvil", recuerda Rivas. "Luego, los ladrones pasaron a usar inhibidores de frecuencia". La solución ha sido pasar a aparatos de frecuencias ultracortas. Estos sistemas tienen la ventaja adicional de consumir mucha menos energía, lo que les permite operar con baterías durante mucho más tiempo en el caso de un corte de luz.

Uno de los principales impulsores de esta tecnología, conocida como redes de amplio radio y poca energía (LPWAN, en sus siglas en inglés), es la startup francesa Sigfox, fundada en 2012 y hoy presente en 32 países. Junto a Cellnex (uno de los mayores gestores de infraestructuras telefónicas del país), Securitas Direct se ha aliado con la firma francesa para implementar la red en España; a cambio, la compañía obtiene la exclusividad de su uso en sistemas de seguridad, lo que, según Rivas, facilita "una importante ventaja competitiva con respecto a los rivales".

Y, lo que es más importante, abre una vía para potenciales líneas de negocio en el futuro. "La protección es un servicio, así que lo vimos enseguida", considera Rivas. "Un sistema de este tipo nos puede permitir ofrecer teleasistencia tanto dentro como fuera de la casa. Estamos probando un sistema piloto en el que los clientes llevan un pequeño reloj, cuya batería puede durar semanas, con una alarma por si les sucede algo".

Pero Securitas Direct tampoco quiere perder el foco diversificándose. "Estamos en un sector que está creciendo una barbaridad", apunta Rivas. Es el mismo motivo por el cual la compañía no quiere discutir por ahora entrar en el mercado de la ciberprotección, aunque reconoce que su importancia va a ir en aumento en los próximos años.

Promoción muy agresiva

Securitas Direct es conocida por su agresiva estrategia promocional, tanto en venta directa como en medios de comunicación. "No queremos azuzar el miedo para vender alarmas; trabajamos bajo la Ley de Seguridad Privada y estamos sometidos a infinidad de regulaciones", comentan de la compañía. "Pero al igual que una clínica oncológica tiene que hablar de cáncer, nosotros tenemos que hablar de robos, que son una realidad según las estadísticas del Ministerio del Interior". Esta insistencia dramática en los riesgos ha puesto en ocasiones a la firma en serios apuros, como cuando, el año pasado, eldiario.es reveló una grabación de 2013 en la que un comercial (posteriormente sancionado) incitaba a sus compañeros a fingir la existencia de robos para lograr más clientes. La compañía afirma que, desde antes incluso de ese caso, ha invertido más de dos millones de euros en la formación de sus comerciales. Pero reconoce que, pese a implementar una política de tolerancia cero hacia las malas prácticas, "no se puede tener un control absoluto sobre una fuerza de ventas de 2.500 personas".

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Sobre la firma

Thiago Ferrer Morini
(São Paulo, 1981) Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid. En EL PAÍS desde 2012.

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