Parecidos más que razonables

En todas partes cuecen habas. Y el mundillo de la publicidad no podía ser menos. En una profesión donde las ideas son el carbón que mantiene en marcha la locomotora, hay algunos que prefieren "tomarlas prestadas" con la creencia de que nadie se dará cuenta de ello y se irá de rositas. Pero claro, en este mundo de globalización, Internet y megarredes, lo que se hace ahora en un pueblo perdido de Singapur está viéndose en París a la media hora.

Aún teniendo las patas muy cortas y sabiendo que tarde o temprano acabarán siendo descubiertas, este tipo de acciones se siguen haciendo con mayor o menor descaro. Algunos intentan camuflarlas cambiando pequeños detalles mientras otros copian directamente sin importarles nada ni nadie. Creen que el paso del tiempo hará olvidar la idea original.

La web Joe La Pompe se dedica a recopilar los innumerables casos que se producen constantemente. Veremos aquí alguno de los casos más flagrantes. Seguro que los dos tuvieron la misma idea y no había mala intención. Tan solo fue una coincidencia y el destino les jugó una mala pasada.

Lo normal es que una agencia copie a otra. Lo raro es que una agencia hecha y derecha copie a una escuela de publicidad. Es este caso, la original es de 2013 mientras que la menos original data de 2018.

Tampoco se basó en otra agencia la publicidad del diario alemán Der Tagesspiegel, curiosamente muy premiado por la crítica. La inspiración les llegó navegando por la web. Más concretamente por un portal satírico coreano.

Aunque el mensaje es completamente diferente, la idea visual es exactamente la misma. Mientras que Reborn to be alive es una organización en busca de donantes de órganos, la otra, Otter, es una empresa de fundas para móviles buscando clientes.

Que haya trasvases de ideas entre agencias de publicidad rivales es lo natural. Lo que no es tan natural es que sean dos equipos separados por medio mundo pero de la misma agencia y para el mismo cliente, Lego. Visualmente no es exactamente igual, pero no cabe duda que la idea es similar por no decir la misma.

Algo parecido hizo McDonald's. Pagó a dos agencias diferentes por la misma idea: ponerse del revés. La primera y se supone original, fue para felicitar la llegada al trono del príncipe Guillermo de Holanda (Willem en neerlandés). La segunda para rendir homenaje a Patricia William, una franquiciada que lleva 30 años junto a sus hijas al frente de su negocio de hamburguesas, en el Día Internacional de la Mujer.

También es enormemente curioso que se utilice la misma imagen visual para dar dos mensajes totalmente contrarios. Mientras el original te invita a no consumir excesiva cerveza por los efectos secundarios que conlleva, el otro resalta el amor y el buen hacer que se utiliza en su elaboración.

La guerra comercial que mantienen las dos cadenas de hamburgueserías más populares del mundo también se libra en el campo de la publicidad. Tanto Burger King como McDonald´s han recurrido a ideas similares para la batalla, aunque fue la marca del rey la que empezó primero y le siguió la del payaso 13 años después.

Adidas y Nike son dos marcas de material deportivo que también mantienen una guerra comercial encarnizada para conseguir adeptos a su causa. Una de las acciones publicitarias más impactantes son las llamadas pop-up stores (o tiendas efímeras), tiendas instaladas temporalmente en algún punto representativo de la ciudad y que sirven para llamar la atención de los clientes. El problema es que las dos marcas concibieron el mismo diseño exterior para esas tiendas, aunque con algún año de diferencia entre una y otra. Eso sí, como la de Nike es más moderna se podía interactuar con las paredes construidas con pantallas LED.

Terminamos con dos ejemplos más. El primero causó una gran controversia ya que Olivier Debie autor del logotipo del Théâtre de Liège acusó a Kenjiro Sano de copiar su logo para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tras una larga polémica, finalmente, el emblema del artista japonés fue retirado.

El último es el epítome de las copias. Se trata de un anuncio donde lo único que cambia es el vestido de la chica que lleva el bolso. Por parecerse, hasta el número de manzanas que componen el bolso son las mismas. O los autores de las gráficas son hermanos gemelos que comparten cerebro, o alguien se ha aprovechado de alguien. Juzguen ustedes mismos.