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La inversión en bienes de equipo tira del crecimiento del PIB

El consumo de los hogares aguanta mientras el sector exterior se debilita, según datos del INE del tercer trimestre

Antonio Maqueda
Una cadena de montaje de la factoria de Ford en Almussafes (Valencia)
Una cadena de montaje de la factoria de Ford en Almussafes (Valencia)EFE

La economía española registró en el tercer trimestre del año una leve moderación al crecer un 0,8%, una décima menos que en el trimestre anterior debido al retroceso del sector exterior que, en parte, se compensa por el renovado tirón de las inversiones. Aun así, el crecimiento anual del Producto Interior Bruto se mantiene en el 3,1% y encadena diez trimestres consecutivos creciendo al 3% o por encima, según ha publicado este jueves el INE. Los datos confirman las cifras de crecimiento avanzadas a finales de octubre. Al tratarse de los meses entre julio y septiembre, no se aprecia ningún impacto por las tensiones en Cataluña tras el referéndum ilegal del 1-O.

De estos números se desprende que la demanda nacional se acelera. Y eso ocurre gracias a la mayor inversión en bienes de equipo al tiempo que se mantiene el consumo de los hogares y el gasto de las Administraciones Públicas. Pese a las alertas que avisaban de una ralentización del consumo, esta no acaba de producirse, en parte por la fuerte creación de empleo, en parte por la caída de la tasa de ahorro, que se sitúa en niveles muy bajos. En todo caso, todavía faltan al menos dos años buenos para que el consumo de los hogares se restablezca a niveles previos a la crisis. Es decir, en el PIB se ha sustituido consumo doméstico por exportaciones. 

La inversión en bienes de equipo se dispara un 2,5% en el trimestre y tira de la demanda nacional para que esta haga una contribución de 2,7 puntos anuales frente a los 2,3 del trimestre precedente. Que el crecimiento venga de la inversión en maquinaria y otros bienes para producir supone una buena noticia, ya que implica que las perspectivas son buenas y que las empresas se están pertrechando para seguir atendiendo incrementos de la demanda. O lo que es lo mismo, anticipa más actividad. "La inversión, el componente más dinámico, registra un crecimiento interanual del 5,4%, la tasa más alta en siete trimestres", destaca el Ministerio de Economía.

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Por el contrario, retrocede la aportación al PIB de la demanda exterior. Las exportaciones y las importaciones se estancaron entre julio y septiembre después de haber acumulado aumentos significativos por la recuperación del comercio global. Las exportaciones se habían disparado a principios de año y todavía llevan un ritmo muy robusto sumando un 7,4% interanual. Y las importaciones, que habían caído en el trimestre anterior, ahora crecen un 0% en el trimestre y un 7,4% interanual, en buena medida por los precios del petróleo. El saldo entre importaciones y exportaciones empeora algo, y eso hace que la contribución de la demanda externa al crecimiento anual sea de 0,4 puntos y no de 0,8 como sucedió en el segundo trimestre. Esta cierta debilidad del sector exterior explica que el PIB crezca una décima menos que en el trimestre anterior. 

"Se esperaba una ralentización del consumo que no se ha producido. La demanda nacional está exhibiendo una fortaleza significativa. Tampoco se ha registrado la desaceleración prevista en los servicios. El sector que ha lastrado la demanda ha sido la industria no manufacturera. Por el lado negativo, las importaciones han recuperado dinamismo, lo que significa que la sustitución de importaciones por productos nacionales no está teniendo tanto influencia como se pensaba el año pasado", afirma María Jesús Fernández, analista de Funcas. 

El crecimiento del empleo también se modera ligeramente en el trimestre y sube un 0,8%, una décima menos que entre abril y junio. En términos anuales, crece un 2,9% y conserva el vigor del trimestre anterior. Se trata de unos crecimientos que marchan casi al mismo ritmo que la economía. Lo que implica que casi todo el crecimiento se está destinando a la creación de empleo y muy poco a mejorar la productividad. Según las estadísticas del INE, se han creado 501.000 puestos de trabajo en los últimos doce meses desde septiembre.

De hecho, la remuneración total de los asalariados se eleva un 3,3% en el trimestre. En cambio, los excedentes de explotación de las empresas, que incorporan también alquileres y rentas de autónomos, avanzan un 0,8% trimestral. Los incrementos de PIB se dedican en mayor proporción a aumentar plantillas y eso hace subir la nómina de sueldos. Sin embargo, los sueldos medios apenas suben. Los costes laborales unitarios caen un 0,2% en el trimestre y suman dos años de pérdidas y, en consecuencia, de ganancias en competitividad. Estos acumulan un descenso del 5,5% desde máximos, recuerda en una nota Bankia Research.

No obstante, este comportamiento también tiene una explicación estadística: al incorporar al mercado laboral mucha gente que cobra menos baja la media de los costes laborales. Desde 2008, el salario medio según el INE solo ha engordado un 8%, un crecimiento considerado lento por los expertos. En lo que va de año, este fenómeno coincide además con un repunte de los precios debido al encarecimiento de la energía, lo que está restando poder adquisitivo y puede, en algún momento, frenar un poco el consumo. Pero eso, de momento, no se aprecia en las estadísticas. 

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Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

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