Bruselas inspecciona las sedes de Daimler y Volkswagen por un supuesto cártel
La semana pasada los inspectores ya entraron en las oficinas de BMW en Múnich por el mismo caso
La Comisión Europea sigue a la caza de evidencias en torno a la posible existencia de un cártel empresarial formado por varios fabricantes de automóviles alemanes. Bruselas ha informado de que inspectores comunitarios entraron este lunes en las sedes de Volkswagen y Daimler, dos de las principales marcas de vehículos germanas. Los funcionarios, que acudieron acompañados de personal de las autoridades alemanas de Competencia, buscaban pruebas que demuestren que ambas pactaron, junto a otras compañías, elementos claves en la planificación de su estrategia empresarial como la estructura de costes, el uso de determinadas tecnologías y los proveedores, una práctica anticompetitiva que de quedar acreditada podría derivar en una sanción económica.
Es la segunda vez en una semana que los inspectores europeos penetran por sorpresa en las instalaciones de un fabricante germano. El lunes anterior lo hicieron en las oficinas de BMW, otra de las empresas bajo sospecha junto a Audi y Porsche. Todas ellas aparecieron citadas el pasado julio en una investigación del semanario Der Spiegel como acusadas de haber mantenido reuniones secretas desde los años 90 para establecer el cártel.
La Comisión Europea ha puntualizado que las inspecciones no conllevan la apertura de una investigación formal, pero estas pesquisas son el paso previo antes de iniciar un proceso contra este tipo de prácticas contrarias a la competencia. La mayor multa impuesta hasta ahora a un cártel se ha producido en el último año y medio, periodo en que seis fabricantes europeos de camiones (Daimler, DAF, Iveco, Volvo/Renault, Scania y MAN) fueron sancionados con una suma total de 3.800 millones de euros por pactar tecnologías y precios, si bien MAN quedó exenta por haber denunciado las prácticas mafiosas.
La posibilidad de una multa por parte de Bruselas vendría a minar la ya tocada credibilidad de la industria automovilística germana después de que el escándalo de las pruebas de emisiones manipuladas saliera a la luz en septiembre de 2015 con Volkswagen como principal protagonista del fraude.
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