La sequía rebaja los ingresos del campo en 2.500 millones
Los pagos por indemnizaciones previstos por las compañías de seguros para agricultores se estiman en 725 millones
Terminada la recolección de cereales, en sus últimas semanas la vendimia y a punto de iniciarse el olivar, el sector agrario calcula los daños provocados en los últimos meses por la sequía, la falta de lluvias, las heladas y los pedriscos. Estas han supuesto un recorte de producción que, a precios de mercado, casi alcanza los 2.500 millones de euros sobre las producciones medias de años recientes.
A estos daños se suman los incrementos en los costes de producción para el conjunto de las cabañas ganaderas extensivas y los mayores gastos en zonas de riego por el uso de la energía. Los pagos por indemnizaciones previstos por las compañías de seguros para agricultores se estiman provisionalmente en 725 millones.
En cereales de invierno, básicamente trigo y cebada, sobre unas producciones medias de 19 millones de toneladas, la cosecha de esta campaña se ha cifrado en unos 12 millones de toneladas, lo que supone un recorte de siete millones de toneladas. A pesar de la baja producción, los precios de los cereales se mantienen estancados por las importaciones baratas y se puede estimar un precio medio en origen de solo 0,16 euros kilo, lo que significaría una reducción de ingresos de algo más de 1.000 millones de euros. Las previsiones de pagos por indemnizaciones de aseguradoras ascienden a 208 millones, consecuencia, entre otras causas, de los bajos niveles de aseguramiento en muchas zonas.
En el caso del viñedo, las producciones medias de los últimos años se han situado en 42 millones de hectolitros, aunque en la campaña anterior superaron los 44 millones. Las fuertes heladas en algunas de las denominaciones de origen más importantes como Rioja y otras del Duero como Ribera, Cigales, Rueda o Bierzo, la sequía en otras zonas y los pedriscos de puntos concretos han mermado la vendimia hasta solo unos 35 millones de hectolitros. Esta cifra supone siete millones menos de hectolitros y una reducción de ingresos para el viticultor de unos 500 millones. Los pagos por indemnizaciones se sitúan provisionalmente en 71 millones.
En el aceite de oliva, a escasas semanas del inicio de la recolección, si no llegan de forma inmediata las lluvias, las previsiones apuntan a otro ajuste elevado en la producción hasta 1,1 millones de toneladas frente a la campaña anterior, que registró unos 1,28 millones, y una media de los últimos años situada en 1,4 millones. Ello se traduce en una reducción de ingresos en el campo de unos 800 millones de euros considerando unos precios medios de mercado de 3,7 euros kilo de aceite y que, según todas las expectativas, van a seguir altos en el futuro por la falta de cosechas en los demás países productores.
En el caso del girasol, las previsiones apuntan a un recorte de la cosecha de unas 100.000 toneladas frente a las 700.000 toneladas de pipa de la campaña anterior, lo que sumaría un recorte de facturación del orden de los 35 millones de euros.
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