Clima de “euforia” en las plantas nobles de las empresas alemanas
La confianza empresarial en el negocio mayorista germano alcanza el nivel más alto desde 2010
La euforia se ha instalado en las plantas nobles de las empresas alemanas debido al aumento del consumo privado y a la fortaleza de las exportaciones. Esa es la conclusión que se extrae de la encuesta mensual del Instituto de Investigación Económica alemán de Múnich (IFO) publicada este lunes, en la que se mide el índice de confianza empresarial.
El IFO constató que el clima de confianza de los empresarios alemanes subió en junio hasta el récord de 115,1, puntos, desde los 114,6 puntos que registró en mayo. El resultado de la encuesta, que se realiza entre 7.000 empresarios, causó sorpresa en los medios económicos, ya que se esperaba que el índice fuera igual o menor al registrado el mes anterior.
“La euforia reina en los pisos superiores de las empresas alemanas”, señaló en un comunicado el presidente del instituto IFO, Clement Fuest. “La economía alemana sigue volando a gran altura. Las empresas alemanas son ligeramente más optimistas con respecto a los próximos meses. Los planes de expansión siguen siendo grandes y la economía alemana sigue creciendo”.
Esta euforia tiene una base sólida. Según el IFO, el clima de confianza empresarial en el negocio mayorista subió por tercera vez consecutiva y alcanza el nivel más alto desde 2010, mientras que en el sector minorista el clima mejoró de forma “notable”. “Los niveles de demandas y pedidos también son muy favorables y las empresas manufactureras confesaron que prevén incrementar su producción”, señala el comunicado firmado por Clement Fuest.
Hace un mes, el IFO había elevado su previsión de crecimiento al 1,8 %, desde el 1,5%, y destacó que los riesgos vinculados a la decisión de británica de abandonar la Unión Europea y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos habían disminuido desde principios de año. Para 2018, el Instituto predijo que el Producto Interno Bruto alemán aumentará un 2%.
La poderosa Confederación de la Industria alemana (BDI, por sus siglas en alemán) también admitió que la economía germana goza de buena salud, pero advirtió que la locomotora europea no debería bajar la guardia. “La buena situación económica no es un boleto gratis para tomar un descanso”, admitió el presidente del BDI, Dieter Kempf. “Nuestro éxito se debe a la debilidad del euro, a un precio moderado del petróleo y a la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo".
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