Gatwick alerta, Valladolid responde
El grupo español Connectis dota de sistemas inteligentes a 65 aeropuertos y hospitales
Cuando una de las puertas del aeropuerto británico de Gatwick se bloquea, salta la alarma en el soporte aeroportuario que Connectis tiene en Valladolid. La empresa española atiende desde España los sistemas automáticos de aeropuertos e instalaciones industriales europeas y latinoamericanas, y hasta de hospitales australianos. Si un helicóptero aterriza en el helipuerto del hospital infantil de Perth, el ascensor sube de forma automática para recoger al enfermo como parte del engranaje automático que se pone en marcha para atenderlo en el menor tiempo posible. Eso también es obra de Connectis.
“Los sistemas de tecnología de control de instalaciones, como los realizados por Connectis, tienen un futuro enorme. Hoy se utilizan para llevar el día a día de edificios y grandes complejos industriales, pero se podrían adaptar para cerrarlos en caso de un ataque terrorista, por ejemplo”, explica Ramón Cabezas, presidente de KAPS Management Group, consultora para la transformación digital de empresas.
El Grupo Santander, Inditex, Carrefour, BBVA, Telefónica, Aerolíneas Argentinas, Porcelanosa, Dupont o Clarks son parte del centenar de clientes de la firma española (nueve son empresas del Ibex 35), que supera los 500 clientes. Connectis es una empresa que dota de sistemas inteligentes a la industria mundial desde sus centros de Valladolid, Sevilla, Barcelona, Bilbao y Madrid. Ha desarrollado aplicaciones para automatizar las instalaciones de 65 aeropuertos de todo el mundo y de dos aerolíneas. Ningún competidor tiene esta cartera. En España, ha automatizado la actividad en tierra de los aeropuertos de AENA, con sensores que recogen la información para controlar las instalaciones e informar en aplicaciones móviles sobre el embarque y llegada de los aviones y los servicios del aeropuerto.
El 46% de sus ingresos proceden del exterior, sobre todo de América Latina
Aparte de Europa o Australia, la empresa opera en Argentina, Chile, Brasil, México, Uruguay, Oriente Próximo y está aterrizando en África, empezando por Cabo Verde. Los empleados viajan a una treintena de países de los cinco continentes para realizar trabajos en las instalaciones de los clientes. “Connectis compite con Indra, Everis y, en algún segmento, con IBM o Accenture. Desarrolla soluciones, a veces con la externalización de servicios y procesos, para hospitales, aeropuertos, empresas industriales, bancos y aseguradoras”, resume Cabezas.
El valor de Connectis está en su plantilla, es una empresa mediana por facturación (130 millones de euros), y grande por el número de empleados (2.500). “Estas empresas de servicios de desarrollo de sistemas de control de tecnología son muy intensivas en mano de obra, se miden por su número de empleados”, explica Cabezas. La mitad de la plantilla de Connectis trabaja en las sedes de sus clientes.
Plantilla técnica
Más del 90% de estos empleados son titulados capaces de que dispositivos, tecnologías y sistemas con diferentes estándares, se entiendan entre sí a través de una plataforma inteligente, para convertirla en el cerebro de un negocio. Una suma de ingenieros, informáticos y expertos en Big Data capaces de responder a los proyectos de Internet de las cosas. “Transformamos edificios y grandes espacios en sitios inteligentes”, dice Graham Johnson, consejero delegado de Connectis.
La compañía surgió de la fusión de cinco pequeñas empresas españolas de tecnología de nicho, que por ser filiales de multinacionales solo podían trabajar para clientes españoles. Las fusionadas fueron Thales, Steria Ibérica, Telvent, NEC España y Colt, y la consolidación duró de 2012 a 2016. Las operaciones para llegar a la fusión fueron complejas. Telvent, por ejemplo, era una antigua empresa de Abengoa, y pasó por varias manos hasta llegar al fondo de inversión alemán Aurelius, que ahora es el accionista de referencia de Connectis.
La operación se gestó entre Getronics (la empresa de tecnología de Aurelius) y Graham Johnson, entonces uno de los directivos de Thales. “Getronics quería apostar por los sistemas inteligentes españoles para vender al exterior, y tuvo en cuenta el idioma como puerta de entrada en Latinoamérica. En el momento de su compra, las empresas realizaban el 90% de sus ventas en España y el 10% en Argentina. Ahora más del 46% de los ingresos proceden del exterior”, explica Johnson. En Latinoamérica la firma casi ha triplicado los ingresos hasta los 25 millones de euros en 2016, tiene 600 empleados repartidos entre Chile, Brasil, Uruguay y Argentina, país cabecera de la región.
La operación les ha supuesto casi doblar la facturación, por el crecimiento exterior, aunque las sinergias han ayudado a mantener la cartera española de usuarios. Leroy Merlin, uno de los clientes heredados, reconoce “que la oferta de Connectis es más amplia, y abre el paraguas de hacer más cosas con ellos. Ahora tenemos a doce de sus trabajadores en nuestras instalaciones para mantener la web, han integrado el comercio electrónico”, asegura Raúl Herrero, director de sistemas y organización en España.
La fusión ha mantenido las plantillas y los centros de trabajo de las cinco firmas. “Somos una empresa española, aquí tomamos nuestras decisiones”, asegura Johnson, que reconoce la ventaja de pertenecer a la familia de Getronics porque les abre las puertas de mercados de todo el mundo. Getronics lidera la Global Workspace Alliance (GWA), una alianza internacional de 10 empresas de tecnología (suman 48.000 profesionales) que colaboran en clientes y mercados.
Connectis mantiene el mercado local, las administraciones públicas son más de la mitad de sus ingresos en España, trabaja para nueve ministerios y tres comunidades autónomas. El siguiente paso es comprar otra empresa de nicho para llegar a unos ingresos de “200 millones de euros en cinco años y crecer más en el exterior”, proyecta Johnson.
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