Hacienda ya tiene la aplicación informática para controlar a los acogidos a la amnistía fiscal

La Agencia Tributaria desarrollará este año nuevas herramientas informáticas diseñadas para reforzar el control de las grandes fortunas y patrimonios. "Se trata de un importante salto cualitativo", ha afirmado el director de la Agencia, Santiago Menéndez, durante la presentación del plan de control tributario de 2017.

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"Cada vez tenemos más información. Tenemos el modelo 720 con la declaración de bienes en el extranjero y el 750 de la amnistía fiscal, datos del impuesto de patrimonio y de sucesiones y donaciones de las Comunidades Autónomas, y contamos con más intercambios de información que nunca con otros países como el acuerdo firmado con Estados Unidos. Las nuevas herramientas informáticas nos permitirán conjugar toda esta información", ha declarado Santiago Menéndez.

Tal y como ha admitido el director de la Agencia, Hacienda utilizará también la información obtenida de los acogidos a la amnistía fiscal, esto es el 750. Aunque el ministro de Hacienda y el director de la Agencia ya habían sostenido que se cruzaría el 750 con el 720, es la primera vez que este cruce aparece citado en las directrices del plan tributario, justo cuando ya han prescrito los hechos declarados en la amnistía. Hacienda usará los datos para rastrear otros posibles fraudes, pero no para comprobar estas declaraciones.

"Ya está desarrollada la aplicación para ponerlo en práctica", ha indicado Menéndez. Fuentes de la Agencia precisan que la mayor revolución de esta nueva maquinaria informática consiste en que recoge las cadenas societarias de participación de los contribuyentes. "Se trata de algo que presenta una gran complejidad", señalan. 

Según explica el fisco, estos nuevos instrumentos permitirán identificar empresas pantalla, parentescos, operaciones vinculadas, actividades profesionales, activos en el exterior o algo más tradicional como las alteraciones patrimoniales y los trasvases de rentas. Y esta labor de inspección se facilitará mucho al contar este año con información de cuentas procedentes de 54 jurisdicciones distintas a las que se sumarán otras 47 jurisdicciones más en 2018.

Se trata de una especie de contenedor de big data que intenta estimar el patrimonio de los contribuyentes. De ordinario, se declara según unas reglas que no brindan una imagen completa de todo el patrimonio, así que la Agencia intentará aproximarse mejor usando todo tipo de información e incluyendo criterios cualitativos.

Otra línea de actuación se dirigirá hacia las deslocalizaciones de residencia practicadas de forma irreal. Por supuesto, se controlarán gastos suntuarios como coches, viviendas o embarcaciones que se paguen de forma indirecta. Estas se compararán con las declaraciones a la búsqueda de incongruencias. "En resumen, se buscarán en los perfiles de riesgo incoherencias entre signos externos y la información que existe", ha subrayado Menéndez. Y ha añadido que obviamente no todos los grandes patrimonios defraudan, pero que "estos contribuyentes son los que más facilidades tienen y mejor asesoramiento pueden conseguir en este sentido".

Por otra parte, se profundizará en los peinados de establecimientos para revisar el IVA con establecimientos de venta al público. Fuentes de la Agencia afirman que se potenciarán las visitas presenciales en todos los sectores en los que se aprecien elevados niveles de economía sumergida.

Pagos con el móvil

La Agencia Tributaria ampliará además su campo de trabajo a las nuevas formas de pago como criptomonedas, plataformas mediadoras de pago o los desembolsos realizados desde el móvil. "Pueden facilitar la opacidad de las operaciones", sostiene la Agencia. Respecto a este tipo de tecnologías, fuentes del fisco comentan que en estos momentos se está estudiando cómo poder captar la información de estas transacciones. 

Por último, la Agencia destaca que dedicará una atención especial a la economía digital. En concreto, tratará de analizar si algunas empresas de este sector que operan internacionalmente buscan excluir a la hacienda española en el pago de sus impuestos.

En general, se perseguirá con especial ahínco las prácticas de las multinacionales a la hora de eludir impuestos, como por ejemplo una planificación fiscal agresiva -es decir, operaciones cuyo único motivo es evitar impuestos de modo legal-, la generación artificial de gastos financieros o la utilización abusiva de precios de transferencia entre distintas empresas del grupo para llevarse los beneficios, y por lo tanto los tributos, a lugares de baja imposición.