La incertidumbre vapulea la lira turca, el peso mexicano y la libra en 2016
Estas tres divisas son las más golpeadas este año por la inestabilidad que generan el terrorismo, Trump y el 'Brexit'
El balance anual de las divisas permite esbozar un mapa de las grandes incertidumbres globales y los puntos calientes que vive el mundo. En 2016 tres monedas (la lira turca, el peso mexicano y la libra esterlina) se han llevado los mayores golpes, con una fuerte depreciación. La inestabilidad y el terrorismo, la inesperada victoria de Donald Trump y el Brexit les han pasado factura. En el lado contrario, se sitúan el rublo ruso y el real brasileño, que se apuntaron las mayores alzas y, aunque todavía rodeadas de dudas, empezaron a salir del atolladero ante una perspectiva más calmada y la subida del petróleo.
La lira turca es la moneda más golpeada en 2016. Ha perdido en 12 meses el 17,7% de su valor con respecto al dólar. El recrudecimiento del conflicto con los kurdos, la creciente implicación en la guerra siria y los atentados del ISIS han zarandeado este año al país. Ha sufrido varios atentados, tiene frontera con Siria, ha acogido más de tres millones de refugiados y el pasado julio vivió un intento fallido de golpe de Estado, tras el que el Gobierno sigue aplicando purgas ideológicas. Su economía sufre la inestabilidad y la creciente polarización política. El PIB se contrajo en el tercer trimestre un 1,8%, frente al 1,5% que esperaban los analistas, en la que supuso la primera caída desde 2009.
“La economía turca ha resistido varios shocks. Sin embargo, el aumento de la incertidumbre política, la fuerte caída de los ingresos por turismo y un alto nivel de endeudamiento empresarial están haciendo de lastre”, concluyeron los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), tras su visita el pasado mes de noviembre. Prevé que el crecimiento del PIB baje al 2,9% en 2016, frente al 4% del año anterior. “Debido a la debilidad de la confianza de las empresas y los shocks internos y externos. La tasa de desempleo es alta y está aumentando. El crecimiento del crédito se ha desacelerado significativamente. La incertidumbre ha aumentado debido a las tensiones geopolíticas, así como al intento fallido del golpe del 15 de julio y de sus consecuencias”, repasa el organismo.
Exposición española
La depreciación de la lira es un problema para el endeudamiento empresarial cuando parte es en moneda extranjera, lo que eleva las deudas. También supone un freno a la inversión extranjera. Según el último directorio del ICEX, de junio de 2013, hay unas 110 empresas españolas instaladas en Turquía. BBVA tiene negocio en el país a través de Garanti. Sabadell, La Caixa y Popular, oficinas de representación. También Mapfre, Inditex, Mango, la constructora OHL, Gas Natural e Indra tienen presencia. Y Barceló y Riu, hoteles en gestión. Los beneficios obtenidos en el país aportarán menos a la cuenta principal de las empresas una vez los conviertan en euros.
Tras la lira, la divisa más castigada es el peso mexicano, con una depreciación de más del 17,1% en un año. Ha sido el termómetro del miedo a que la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump golpee la economía vecina. EE UU es el destino del 80% de las exportaciones mexicanas. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, llevaba meses avanzando que la victoria del republicano sería terrible para la economía, sobre todo porque México fue blanco de muchos de sus discursos de campaña, en los que Trump aseguró que levantaría un muro entre ambos países, expulsaría a inmigrantes y frenaría las deslocalizaciones desde Estados Unidos. Y tras las elecciones, el peso se hundió a su mínimo en 20 años.
El efecto Trump ya ha llevado al Banco de México a rebajar las previsiones de crecimiento para 2017 en medio punto y situarlas entre 1,5% y 2,5%. México es una de las grandes apuestas de las empresas españolas en los últimos años. La mayoría de las firmas del Ibex tienen presencia o inversiones en el país. Entre los que más han expandido sus negocios están BBVA, OHL, Santander, Telefónica, Mapfre, Acerinox, Inditex, Ferrovial y Gamesa.
La tercera divisa más castigada es la libra esterlina. En su caso, el efecto arrollador ha sido el Brexit. Los inesperados resultados del referéndum de junio, en el que los británicos apoyaron mayoritariamente que el país abandone la UE, llevó a la divisa británica a tocar mínimos en 30 años. Acaba el año con una devaluación cercana al 16,9%. De momento la moneda es la que ha recibido el golpe de un proceso de divorcio que se va a gestionar a lo largo de dos años. El PIB sigue creciendo y en España, de momento no ha decaído ni la llegada de turistas británicos ni sus gastos. Aun así, las empresas sí notan ya los primeros efectos, en especial, por su exposición a la libra. Destacan Ferrovial, Santander, Telefónica e IAG, el grupo de Iberia y British Airways.
El rublo y el real brasileño recuperan parte del terreno
La gran vencedora del año en cuanto a revalorización ha sido la divisa rusa. El rublo ha ganado un 21,4% de valor con respecto al dólar en un año. Las empresas presentes allí pueden respirar algo más tranquilas, aunque tampoco están para celebraciones. Porque la recuperación llega tras un descalabro en 2015 y la divisa todavía no ha recuperado todo el terreno perdido. La inestabilidad por el conflicto con Ucrania y los embargos de la UE hundieron el rublo. Este año esas tensiones han aflojado y el precio del petróleo sube con fuerza, aunque el país se ha implicado a fondo en la guerra de Siria. Es el principal combustible de la economía rusa y su divisa lo agradece. Hay establecidas unas 90 compañías españolas, según el ICEX. Tienen negocios Inditex (con más de 500 tiendas), Cortefiel, Freixenet, Tous, Lladró, Repsol y Meliá, entre otras.
También el real brasileño gana la partida en 2016 (se revaloriza el 21%). Pero, de nuevo, la fuerte subida se produce desde tan abajo que todavía no permite a la divisa latinoamericana acercarse a los niveles que tenía hace dos años. Brasil no ha tenido precisamente un año tranquilo: en un proceso largo y denso de impeachment, Dilma Rousseff fue destituida como presidenta y Michel Temer asumió el mando. Pero las Bolsas digirieron bien el relevo. Y la subida del petróleo augura mejores perspectivas. España es el tercer inversor extranjero directo en Brasil. Es un mercado gigante y complejo por el que han apostado especialmente firmas como Santander, Telefónica, OHL y Mapfre.
El imparable hundimiento del bolívar
La fuerte caída de la lira turca, el peso mexicano y la libra esterlina se queda en nada si se compara con el bolívar. La moneda venezolana ha perdido en 2016 más del 70% de su valor y más del 90% en dos años, hasta dejar empobrecida a la población, al borde del estallido social. La desastrosa política económica del Gobierno de Nicolás Maduro y la inestabilidad institucional han propiciado este hundimiento.
Venezuela mantiene un control de cambios con varias paridades. Más allá del ficticio tipo de 10 bolívares por dólar (fuente de ineficiencias y corrupción), hay un segundo cambio oficial que ha pasado de 200 a 675 bolívares por dólar en 2016, una depreciación del 70%. Ese hundimiento se ha producido también en el mercado paralelo, que da la medida más real del valor de la divisa venezolana. Ségún los datos de dolartoday.com, el dólar ha pasado este año de 833 a 2.851 bolívares. Esa depreciación del 70% en un año llega después de que el bolívar ya hubiera perdido un 79% de su valor en 2015; un 63%, en 2014, y un 73% en 2013. Buena parte de los billetes y monedas del país han quedado casi inservibles. El billete de más valor (100 bolívares) vale solo tres céntimos de euro. Y Maduro ha decidido retirarlo.
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