El ‘efecto Trump’: una inusual volatilidad electoral llega a Wall Street
Wall Street vivió la semana previa al voto una negatividad que solo se vio con Nixon y Bush padre en las 23 elecciones celebradas desde 1928
El factor miedo se ha apoderado de Wall Street y la tendencia natural de los inversores cuando esto sucede es apartarse rápido para ponerse a cubierto. Lo que se espera es que la demócrata Hillary Clinton salga elegida presidenta el próximo martes y que los republicanos mantengan el control del Senado. Pero la posibilidad de una victoria del republicano Donald Trump es real y eso acabó provocando algo totalmente inusual en el parqué.
La norma de las últimas nueve décadas dice que los mercados encaran la recta final de las elecciones en positivo. No en esta ocasión. El índice S&P 500 arrastra una caída del 3% desde el martes de la semana pasada, cuando empezaron las ventas. Este jueves ya cerró la sesión marcando la peor secuencia desde octubre de 2008, en plena hecatombe financiera, y la remató el viernes con la racha más larga en 36 años.
La última vez que el S&P 500 cayó tantas jornadas consecutivas fue en diciembre de 1980 y curiosamente coincidió con el día del estreno de Apple, en la actualidad la mayor compañía cotizada. Entonces la tanda se llevó por delante un 9,4% del valor del índice. El declive visto hasta ahora por el efecto Trump, por tanto, es mucho más suave. También cuando se compara con el 23% que se perdió en las ocho sesiones de hace ocho años.
Pero solo hubo dos ocasiones desde 1928, cuando se impuso en las urnas el republicano Herbert Hoover, en las que el mercado vivió una situación similar a la de la semana pasada. En ese periodo de referencia hubo 23 contiendas presidenciales. La primera vez fue en las elecciones de 1968, cuando el índice que representa a las mayores corporaciones de EE UU se dejó un 0,2% antes de que Richard Nixon ganara al demócrata Hubert Humphrey.
La historia volvió a repetirse cinco elecciones después, de nuevo con un republicano como protagonista. Fue en 1988, cuando George Bush padre se impuso a Michael Dukakis. Su victoria fue precedida la semana antes por una caída del 1,4% en el S&P 500. En el extremo completamente opuesto está el entusiasmo que generó la llegada del cambio con Barack Obama a la Casa Blanca, que subió el índice casi un 7%.
Se suele decir que los republicanos son los mejores amigos del dinero, pero la realidad es diferente. En el caso de Trump juega, además, el factor de que es una persona impredecible y los inversores son alérgicos a la incertidumbre. En el caso de Nixon, el mercado repuntó un 1,5% en la semana posterior a las elecciones, pero con Bush cayó un 2,5%. Citigroup anticipa que se dejará un 5% si finalmente sale elegido una persona irracional como Trump. Barclays la eleva al 13%.
Alivio relativo tras el voto
Las estadísticas en Wall Street muestran, de hecho, que el efecto alivio después del voto es relativo. En la mitad de las elecciones celebradas, los inversores optaron por hacer caja. Eso provocó, por ejemplo, una caída del 10,6% durante la semana posterior a la elección de Barack Obama y del 10,1% de Harry Truman. Volvió a caer un 3,7% después de que el primer presidente negro renovase su mandato.
Mientras que el S&P 500 subió de media un 1,8% la semana previa al paso por las urnas, según cálculos de Bespoke Investment Group, la norma indica que cae un 1% la semana sucesiva. El registro empeoró las 10 elecciones disputadas desde 1976, cuando Jimmy Carter salió victorioso. Solo en tres ocasiones se apreció el índice, con Ronald Reagan (1980), Bill Clinton (1996) y George Bush hijo (2004).
Aunque la agenda de Hillary Clinton es más detallada que la de Donald Trump, lo que también es cierto es que los dos candidatos que se disputan el martes las llaves de las Casa Blanca han mostrado una retórica que no es precisamente muy amiga de los negocios. Por eso muchos inversores optan por quedarse al margen, a la espera de que se aclaren las cosas y empezar a definir estrategias para poder jugar seguro.
La tensión que genera la incertidumbre por el resultado electoral también castigó durante la última semana al dólar, que perdió un 1,5% del valor desde el lunes respecto a la cesta de divisas. La eventualidad del alza de tipos en diciembre podría esfumarse si el magnate neoyorquino da la sorpresa el martes en las urnas y se convierte en la persona más poderosa del planeta. Eso elevará más el euro, el yen y el franco suizo.
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