La política atenaza a la City
El 'Brexit', las elecciones en EE UU o el bloqueo político en España preocupan a los inversores
Algo ha cambiado en la City londinense. Los datos puramente económicos y empresariales van cediendo espacio al análisis político. Las encuestas electorales, los programas de los partidos, el auge del populismo o los equipos negociadores son temas que conviven ya de forma natural con las cifras macro y los resultados empresariales en las presentaciones de las firmas de inversión vecinas de este distrito financiero. JP Morgan Asset Management, una de las mayores gestoras de fondos del mundo con activos valorados en 1,7 billones de dólares, invitó esta semana a diferentes medios europeos, entre ellos EL PAÍS, para presentarles su visión del mercado. Las consecuencias del Brexit, el posible triunfo de Donald Trump en EE UU o el bloqueo político en España fueron temas recurrentes durante todo el evento.
Hambre de ingresos
Los mayores 50 bancos centrales del mundo han bajado 674 veces los tipos de interés desde el colapso de Lehman Brothers en 2008. Ello supone un recorte cada tres días hábiles de negociación en el mercado. “Con este entorno de tipos, los inversores tradicionales de renta fija buscan otros caladeros de rentabilidad con gran avidez”, explica Alex Dryden, analista global de JP Morgan AM. A veces, en este rastreo permanente de rentabilidades se marginan algunos activos por ideas preconcebidas. “Por ejemplo, hay 450 compañías con una rentabilidad por dividendo superior al 4% en los países emergentes”, recuerda Emily Whiting, gestora de la firma americana. “Las compañías rusas están usando la retribución para atraer a inversores extranjeros que no se fían del país”, añade. Otro activo interesante para los cazadores de dividendos es Europa. “En el continente la rentabilidad media es del 4%. Además, se pueden encontrar grandes generadores de caja a precios muy atractivos”, destaca Thomas Buckinghan. Este gestor recuerda que la estrategia de inversión basada en dividendos requiere una metodología “flexible y dinámica” para aprovechar los cambios del mercado.
Reino Unido activará el próximo mes de marzo el famoso artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, según confirmó esta semana Theresa May, la primera ministra británica. Eso significa que a principios de 2019 debería estar concluida la desconexión. Stephanie Flanders, estratega jefa para Europa de JP Morgan AM, reconoce que la salida de la UE puede tener “efectos dramáticos” en la economía y en el mercado “a pesar de que a corto plazo esas amenazas no se están trasladando a los datos macro”.
Desde que el pasado 23 de junio triunfara el Brexit, las cifras de actividad económica en Reino Unido o la evolución del índice Footsie 100 están sorprendiendo positivamente. Flanders considera que la reacción al referéndum se ha visto anestesiada por la rápida respuesta del Banco de Inglaterra, pero duda de que la confianza de los consumidores o las inversiones empresariales se mantengan en los niveles actuales si, como parece, las negociaciones para la salida de la UE toman la vía más dura. “El optimismo por los buenos datos económicos me preocupa porque hará más difícil la negociación con Bruselas. Puede llevar al Gobierno británico a tensar la cuerda y pensar que los europeos nos necesitan más que nosotros a ellos. Lo cual no es cierto. Un Brexit duro tendría un gran coste económico”, advierte.
Una pesadilla llamada Trump
La carrera presidencial estadounidense afronta su recta final con los candidatos muy cerca en todos los sondeos. Una victoria de Donald Trump genera muchas dudas entre los inversores porque las consecuencias económicas son difíciles de predecir. “Normalmente, los mercados prefieren una victoria del partido que ya está en el poder, una opción que en las elecciones de noviembre cobra todavía más fuerza ya que Trump ha emitido mensajes poco claros en temas tan cruciales como defensa o sanidad”, según Maria Paola Toschi. La estratega de JP Morgan AM recuerda que durante los mandatos demócratas el índice S&P 500 ha subido un 12% de media, mientras que con los republicanos la rentabilidad ha sido solo del 6,3%.
Cualquiera que sea el próximo inquilino de la Casa Blanca tendrá que dar una respuesta al desequilibrio de las cuentas públicas consecuencia de un déficit creciente que ha llevado a la deuda hasta suponer el 73,6% del PIB (la previsión es es que alcance el 85,5% en 2026). “Ambos candidatos tendrán que buscar fuentes de crecimiento y generar inflación. Con Hillary Clinton la deuda también puede subir, pero el riesgo es mayor con Trump, que ha prometido fuertes rebajas fiscales”, sostiene Toschi.
Aunque desplazada a un segundo plano puesto que todos los focos están ahora en el Brexit y en EE UU, la situación de ingobernabilidad que atraviesa España también tuvo su hueco en las conferencias de JP Morgan AM. “La incertidumbre política, cualquiera que sea su naturaleza, siempre paraliza las inversiones internacionales”, recuerda el gestor Mark Jackson.
Dejando la política a un lado, desde JP Morgan AM, esperan pocos cambios a corto plazo para el inversor ya que seguiremos en un entorno de bajos tipos de interés y unas rentabilidades nominales que no serán para tirar cohetes. “Cuanto más tiempo estén los tipos bajos, más difícil será gestionar el dinero porque el margen de error cada vez es menor”, reconoce Massimo Greco, responsable de la gestora en Europa.
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