La pesca del cangrejo rojo sortea el veto del Supremo
La Junta andaluza regula la comercialización de esta especie invasora, principal motor económico de Isla Mayor
El cangrejo rojo continuará pescándose en Isla Mayor (Sevilla) para su venta después de que la Junta de Andalucía haya dado luz verde esta mañana a su comercialización, una decisión que esquiva la reciente sentencia del Tribunal Supremo que la prohibía. El Gobierno andaluz ha emitido hoy un proyecto de orden para permitir la extracción de esta especie invasora cuya comercialización prohibió en marzo el alto tribunal, pero que supone la principal actividad económica de esta localidad andaluza de 5.800 habitantes.
La clave ha sido el control de la población, ya que la ley permite dicha comercialización de una especie invasora si las Administraciones logran asegurar que la población no se multiplicará gracias a los cuatro millones de capturas que realizan cinco empresas del Bajo Guadalquivir y que facturan 20 millones de euros al año para exportar a países como Holanda y Suecia. De este modo, la Junta esgrime la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que anula la prohibición de tráfico de especies invasoras "con fines de control o erradicación".
"El cangrejo es imposible de erradicar y hay que controlar la población. Si no se le pusiera coto, la población se dispararía", opina el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero (PSOE), satisfecho con la iniciativa del Ejecutivo autónomo. Para evitar el desastre económico en esta localidad andaluza, la Junta y el Gobierno central crearon un grupo de trabajo para idear la mejor solución que sorteara el fallo del Supremo, antes de la campaña que se inicia dentro de 10 días y durará hasta noviembre.
"La orden no solo permitirá, sino que fomentará su captura para que los ejemplares sean llevados a centros habilitados como las fábricas de Isla Mayor para su almacenamiento y transformación", ha subrayado la Consejería de Medio Ambiente andaluza en un comunicado.
En un pueblo de casi 6.000 vecinos, las cinco empresas exportadoras emplean a 250 pescadores durante cuatro meses y generan 200.000 jornales y 400 empleos directos para el transporte y envasado del cangrejo rojo.
El plan aprobado por la Junta pasa por establecer un sistema de control de la población de cangrejo rojo que aminore sus poblaciones en el área en el que legalmente se introdujo, además de evitar su propagación más allá del área actual. El objetivo es minimizar los daños negativos que genera esta especie invasora introducida en los años 70 sobre el resto de la fauna. Su presencia beneficia a especies como la nutria y la cigüeña negra y perjudica a peces y anfibios, de ahí la controversia ecológica que suscita.
El cangrejo rojo está extendido por 36.000 hectáreas del arrozal sevillano, además de arroyos y embalses en Huelva y Cádiz. Dado que los expertos estiman que su eliminación es imposible, la Junta andaluza considera que la solución óptima es acotar su proliferación mediante un plan de capturas que además salve la actividad económica.
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