Un circuito fantasma para trenes de alta velocidad que no gusta a Bruselas
Adif reduce a 13 millones el gasto real en torno al circuito de pruebas para trenes desechado por Europa
Del anillo ferroviario de Antequera, el circuito de pruebas para trenes AVE proyectado en el centro geográfico de Andalucía, no existe ni una vía de los 58 kilómetros que se pensaron para ensayar con unidades de alta velocidad a 520 kilómetros por hora. La única huella de un macroproyecto que casi nunca ha cuajado es una nave enorme, de algo más de 19.000 metros cuadrados, que está sin uso desde que se terminó de construir en 2013, su maquinaria y una subestación eléctrica. El gasto “real” alrededor de este proyecto, según la estimación de Adif, ronda los 13 millones de euros. Sin contar los trámites de redacción de proyectos.
Esta nave logística se encuentra al sur de la estación del AVE de Antequera-Santa Ana. Se proyectó con la idea de dividirla en dos grandes áreas: una como laboratorio de pruebas y otra destinada a la verificación de resultados y el taller de mantenimiento. Su nombre sería Centro Integral de Servicios Ferroviarios y se consideró el embrión del futuro anillo, que sobre los planos tiene forma de elipsis y se extiende por suelo de cinco términos municipales, principalmente por la Vega de Antequera. Estas instalaciones están vacías (su equipamiento se guarda en otro lugar), cerradas y tienen vigilancia.
Bruselas acaba de dar la puntilla a un proyecto impulsado por el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el que el PP se ha mostrado siempre muy tibio. Con un presupuesto de ejecución de 386,2 millones de euros, los 215 millones de fondos europeos que tenía inicialmente garantizados empezaron a difuminarse en marzo de 2015, al hacerse público que la Comisión Europea investigaba si el dinero destinado a la iniciativa respondía a los criterios de concesión de ayudas de la UE. La conclusión ha sido que no y ha pedido al Estado que recupere los 140 millones adelantados en 2011 por el Ministerio de Economía a Adif.
Fuentes de la empresa pública de infraestructuras ferroviarias recuerdan que el ente “nunca ha recibido fondos comunitarios” para el proyecto y que en enero de 2016 se empezó a negociar con Hacienda la devolución del dinero. Se calcula que esto ocurrirá “en las próximas semanas”. Minimizan el gasto real porque la iniciativa quedó paralizada en un momento “muy temprano” y creen que tanto la nave como la subestación eléctrica, que está completa, pueden “reutilizarse para otros usos”. Por ejemplo, en el futuro puerto seco de Antequera o en la línea de alta velocidad hasta Granada, atascada ahora mismo a su paso por Loja y pendiente de su entrada en esta ciudad.
El PSOE siempre ha reprochado al PP que tras su llegada al Gobierno, tuviera el proyecto guardado demasiado tiempo en el cajón. Fue a mediados de 2012, en plena crisis, cuando Fomento empezó a dudar de la rentabilidad de la iniciativa y optó por reconvertirla en un proyecto de colaboración público-privada. El anillo ferroviario empezó su declive total cuando el concurso convocado para su construcción y gestión quedó desierto en el verano de 2013. La ronda de contactos con posibles interesados iniciada luego por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias tampoco dio resultados.
El circuito para trenes AVE ha despertado un gran rechazo desde el principio entre los agricultores de la Vega de Antequera, una zona muy fértil de regadío, y el sector ha cuestionado siempre el lugar elegido para el anillo. A unos 70 kilómetros de distancia, en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), el Centro de Tecnologías Ferroviarias de Málaga continúa con su trabajo de innovación e investigación. Además de Adif, una veintena de empresas desarrollan proyectos vinculados a la alta velocidad. Las vías de ensayos para los AVE se consideraban una pata fundamental de estas instalaciones, pero las fuentes consultadas afirman que el trabajo no se verá afectado.
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