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Altia escala posiciones

La consultora tecnológica del presidente del Deportivo de A Coruña crece un 331% en seis años

Llevaba dos décadas en el negocio de la consultoría tecnológica cuando, en 2010, Altia pasó a ser la décima compañía española en incorporarse al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Desde entonces ha aumentado un 266% su facturación y un 331% sus beneficios. Ahora vale 109 millones de euros más que cuando se estrenó en el parqué.

Tino Fernández, presidente de Altia, en las oficinas del Deportivo.  
Tino Fernández, presidente de Altia, en las oficinas del Deportivo.  Gabriel Tizón

La fortaleza de la firma radica en el ilimitado recorrido del sector de la innovación tecnológica, uno de los que mejor han soportado las sacudidas económicas y que representa casi el 8% del PIB español. La consultora de Tino Fernández (A Coruña, 1966) —el actual presidente del Deportivo— obtuvo en 2015 un beneficio neto de 7,2 millones, un 61% superior al de 2014. Las ventas, de 65 millones, crecen por encima de lo proyectado en su plan de negocio, que pronosticaba una facturación de unos 10 millones menos. El resultado de explotación alcanzó los 11,1 millones de euros y repartirá un dividendo de 1,7 millones de euros.

Con estos números, la firma gallega especializada en dar servicios de valor añadido en el sector tecnológico cree estar consolidada en el mercado nacional donde desarrolla la tercera parte de su negocio. Con más de 200 clientes, Vodafone España es el primero en facturación. El grupo avanza posiciones entre sus principales competidores (Indra o la consultora del Grupo El Corte Inglés) mientras su proyección exterior crece. Acaba de firmar un contrato con el Gobierno de Chile por valor de 2,93 millones de euros para desarrollar el servicio de soporte informático para el departamento de empleo. También implantará sistemas para procesar documentos en la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (Euipo).

Su fundador se muestra optimista, aunque apelando a la prudencia, al presentar los números. “Hay que huir de la autocomplacencia”, resume Tino Fernández, propietario del 81% de las acciones (el resto está casi todo en Bolsa). Desde 2014 cuenta con un accionista destacado, el inversor de origen indio Ram Bhavnani, que posee el 7,5%. Desde su salida al parqué, las acciones de Altia comenzaron una escalada imparable: la revalorización a junio de este año es del 587%. El perfil de crecimiento se debe, en palabras de Tino Fernández, “a la fortaleza de los recursos propios”, la confianza de grandes clientes estratégicos, su modelo de I+D, o a la consolidación de los servicios gestionados desde su centro de proceso de datos, con el que ha logrado incorporarse al nicho de la prestación de servicios por Internet (cloud computing).

La empresa vale 109 millones más que cuando comenzó a cotizar

Fernández también incluye en el balance “la buena marcha” de su filial Exis (consultora especializada en sistemas de información), desde que fue adquirida en 2013 por un precio de 2,9 millones. Al resultado individual de la tecnológica se suma el consolidado de las demás firmas del grupo (empresas creadas por la matriz Altia para desarrollar equipos de software), y lo que el presidente califica de “aversión al endeudamiento” cuya cifra neta es de menos 10,5 millones de euros.

En cuanto a la plantilla, su fundador destaca “la estabilidad y la seguridad laboral”. La cualificación es otra baza. Un 69% de sus profesionales son ingenieros o titulados superiores de la rama científica. La compañía cuenta con una bolsa de trabajo online y ofrece la posibilidad de hacer prácticas a estudiantes universitarios de Ingeniería Informática o de Telecomunicaciones.

Altia arrancó su aventura bursátil con 371 empleados y ahora cuenta con 744 (537 hombres y 207 mujeres) en ocho centros de España. En el consejo se sientan tres mujeres (frente a siete hombres) y entre ellas, el último fichaje, Teresa Mariño, experta en asesoramiento financiero y bursátil.

Siete de cada diez empleados son ingenieros o titulados superiores en ciencias

La energía empresarial de Tino Fernández se ha dividido en otro frente: desde enero de 2014 ocupa la presidencia del Deportivo. A nadie se le escapa que su perfil de empresario de éxito fue decisivo para que ganara su candidatura y poner en sus manos las extenuadas cuentas del club herculino. En dos años, el club pasó de tener 140 millones de euros de deuda a 106.

En este tiempo, la empresa de Tino Fernández triplicó su participación en el Dépor hasta conseguir el 3,6% del capital. Las participaciones del dueño de Altia fueron luego traspasadas a la sociedad Boxleo TIC, con la intención de desvincular el club de la compañía.

“No hay claves de éxito, es cultura de empresa”

Tino Fernández salió de las canteras de la consultora Andersen Consulting para crear Altia con otros dos compañeros. Pero el destino se empeñó en cambiar casi todo, menos la natural obstinación del emprendedor por desarrollar una idea. Tenía 27 años y había invertido 3.000 euros. Pero uno de sus socios se decantó por la banca y el otro falleció después en un accidente. Aquella ruptura marcó su futuro.

Para él “no hay claves de éxito sino cultura de empresa, del equipo que me acompaña y sin caer en personalismos. Supongo que algo de mi espíritu les contagié porque ningún directivo se ha querido marchar. Y eso me permite dedicarle más horas al Deportivo, una montaña muy alta que queda por escalar”, matiza.

A punto de cumplir 50 años, dice que el futuro de Altia pasa por “romper con los techos, pero también escapar de la zona de confort”, porque este mercado es cambiante, con continuas compra-ventas: “Hay que estar siempre alerta”.

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