Mario Conde, detenido por repatriar 14 millones que saqueó de Banesto
La operación incluye registros en los domicilios del exbanquero. Hay otros siete arrestados, entre ellos, sus hijos
La Guardia Civil detuvo en la mañana de ayer en Madrid al expresidente de Banesto Mario Conde, quien supuestamente lleva meses repatriando desde cuatro países (Suiza, Reino Unido, Italia y Países Bajos) el dinero del banco del que se apropió a fines de los ochenta y comienzos de los noventa. La operación incluyó registros en los domicilios de Conde, de 68 años, y en varias sociedades que ha establecido en España, presuntamente para disfrazar el retorno de los millones que saqueó. Además de Conde, que pasó 11 años en prisión, hay otros siete detenidos, entre ellos sus hijos, Alejandra y Mario, y su yerno, Fernando Guasch. Los arrestados son sospechosos de ayudar a repatriar el dinero, casi 14 millones de euros, según fuentes de la investigación. La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y la Fiscalía Anticorrupción, se centra en los delitos de blanqueo y contra la Hacienda pública.
El juez investiga la creación de un entramado de sociedades (al menos tres en España y casi otra decena en el extranjero), a nombre de terceras personas para la repatriación del dinero a través de préstamos, ampliaciones de capital e ingresos en efectivo, según fuentes judiciales, informa Fernando J. Pérez. Junto a Conde, fueron detenidas otras siete personas: además de sus dos hijos y su yerno, fueron capturados Francisco Javier de la Vega, Francisco de Asís Cuesta, Roland Stanek y María Cristina Álvarez Fernández.
La operación es fruto de la querella que interpuso la Fiscalía Anticorrupción el 29 de marzo contra 15 personas (han sido detenidas ocho), tras un aviso del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac). La investigación llevaba muchos meses en marcha bajo el impulso de la Fiscalía Anticorrupción, alertada por Hacienda, que a su vez había recibido un chivatazo de que estaba llegando dinero desde el exterior con destino a sociedades tras las cuales se hallaban el exbanquero o sus testaferros.
La detención de Conde se produce 23 años después de que estallase el caso Banesto y cuando ha transcurrido más de una década desde que abandonó la cárcel tras cumplir 11 de los 20 años de prisión que le impuso el Tribunal Supremo en julio de 2002 por delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad documental. Dejó un agujero de 2.700 millones de euros en Banesto cuando la entidad tuvo que ser intervenida en diciembre de 1993 por el Banco de España. Después fue absorbida por el Santander.
El tribunal sentenció que Conde no había dado cuenta del destino de millonarias sumas de dinero trasladadas a sociedades extranjeras a él vinculadas; por ejemplo, de los 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas de entonces) desviados a una cuenta en Suiza de la sociedad Argentia Trust, entre otros desvíos dinerarios.
Conde dejó la cárcel y accedió al tercer grado penitenciario en 2005 al serle otorgados casi todos los beneficios penitenciarios de reducción de pena que establecía el extinto Código Penal de 1973. También valoró el juez para otorgarle la semilibertad que el exbanquero había empezado a devolver el dinero sustraído del banco. Tenía que pagar unos 15 millones y entregó 1,5 millones poco antes de acceder al tercer grado. Junto a él, fue condenado su entonces hombre de confianza en Banesto, Arturo Romaní, quien devolvió seis de los ocho millones de los que se apropió. Entre ambos, debían reintegrar unos 23 millones de euros.
Pero al salir de la cárcel Conde ya no hizo más entregas de dinero y recuperó las fincas de las que disponía antes de ingresar en prisión. Aunque en la sentencia que le condenó a 20 años se estableció el decomiso de sus bienes para garantizar la devolución del dinero al banco y sus accionistas, la mecánica judicial propició que los magistrados olvidaran pedir a los respectivos registros oficiales que hiciesen anotaciones preventivas de embargo.
El exbanquero aprovechó supuestamente para hipotecar algunas de las fincas, haciendo así inviable poder subastar parte del patrimonio del que seguía disfrutando sin perjudicar a terceros de buena fe. Por este motivo se le atribuye también un delito de insolvencia punible.
Conde ha disfrutado todos estos años de las múltiples fincas e inmuebles que los investigadores le han descubierto en distintas comunidades: aparte de su chalé en la madrileña calle de Triana, donde fue arrestado, el exbanquero dispone de propiedades y lujosos inmuebles en Baleares, Sevilla y Galicia.
Candidatura y embargo
El 9 de octubre de 2012, mientras se desarrollaba la campaña de las últimas elecciones gallegas, a la que Conde se presentó como candidato por el partido Sociedad Civil y Democracia sin lograr escaño, la Audiencia Nacional se dio cuenta del error y ordenó el embargo de cinco de las fincas. El exbanquero negó entonces tener relación alguna con ellas. Varias las tiene a nombre de familiares y testaferros, según las pesquisas.
Conde siempre mantuvo ante los tribunales que le condenaron (primero la Audiencia Nacional y después el Supremo) que el dinero evaporado de Banesto y hallado por la justicia en cuentas en Suiza no era suyo, sino destinado a terceras personas a cambio de mejorar la imagen de la entidad y conseguir exenciones fiscales.
También sostuvo que había sido víctima de lo que definió como “el sistema”. Incluso escribió un libro con ese título en el que sostiene que una serie de poderes fácticos, entre ellos el Gobierno del PSOE, conspiraron para atajar su fulgurante carrera en el mundo financiero y frenar sus aspiraciones políticas.
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