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El expresidente de VW sabía del riesgo de investigación en EE UU desde 2014

La revelación del 'Bild' hace sospechar que Winterkorn estaba al tanto del engaño desde mucho antes de que estallase el escándalo

Martin Winterkorn, exjefe de Volkswagen, en una imagen de 2012.
Martin Winterkorn, exjefe de Volkswagen, en una imagen de 2012.FABIAN BIMMER (REUTERS)

El 23 de mayo de 2014, Martin Winterkorn —en esa fecha el ejecutivo más poderoso y mejor pagado de Alemania— recibió de sus asistentes el llamado “maletín de fin de semana”, repleto de documentos que debía examinar el expresidente del grupo Volkswagen (VW), que tuvo que renunciar en septiembre del año pasado a causa del famoso caso de las emisiones. Uno de los documentos estaba escrito por Bernd Gottweis, un alto ejecutivo del grupo cuya principal atribución era apagar todos los incendios que se producen a lo largo y ancho del mundo y que tocan directa o indirectamente al gigante alemán, y tenía relación con el mayor escándalo que ha vivido nunca el consorcio y que tiene al grupo alemán entre la espada y la pared: la instalación del famoso software en sus modelos diésel destinado a trucar las emisiones de gases tóxicos para facilitar las ventas en el mercado estadounidense.

"No se puede ofrecer una explicación fundada sobre el dramático aumento de las emisiones NOx (óxido de nitrógeno). Es de suponer que las autoridades someterán el sistema de VW a una investigación para determinar si Volkswagen ha instalado un software en sus motores", escribió Gottweis en el documento que este domingo publica el diario alemán Bild am Sonntag y que hace pensar que Martin Winterkorn estaba al tanto del engaño y de los riesgos que corría el grupo mucho antes de que el escándalo fuera hecho público.

El 20 de septiembre de 2015, el mayor constructor de automóviles de Europa se vio obligado a admitir públicamente el caso y señaló en un comunicado que había engañado a la agencia de EE UU que se encarga de la protección del medio ambiente (EPA, por sus siglas en ingles) mediante la instalación deliberada en algunos modelos diésel de un programa informático diseñado para evitar los límites de emisiones.

Un portavoz del consorcio con sede en Wolfsburgo señaló ese día que la empresa había admitido el engaño ante las autoridades estadounidenses y que estaban en permanente contacto para solucionar el problema. Poco después, el entonces jefe de VW dijo que la firma había iniciado una intensa investigación para descubrir el origen del engaño y pidió disculpas por la falta cometida, que puede convertirse en un verdadero desastre para la empresa. "Personalmente, lamento profundamente haber decepcionado a nuestros clientes y a la opinión pública", señaló. "Los sucesos tienen para la junta ejecutiva de VW y para mí, personalmente, una prioridad absoluta", añadió.

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Pero el descubrimiento del escrito de Gottweis revela que Winterkorn estaba al corriente de lo que ocurría en EE UU ya en mayo de 2014, un hecho que pone en entredicho las declaraciones públicas que hizo cuando presentó su renuncia al cargo, el 23 de septiembre de 2015.

"Estoy consternado por lo que ha sucedido en los últimos días, pero por eso encima de todo eso, estoy perplejo al constatar que errores de esa magnitud hayan sido posibles dentro del grupo VW", dijo Winterkorn cuando renunció a su cargo por el bien del interés del grupo. "No he cometido ninguna acción incorrecta", añadió.

Las advertencias del famoso bombero del fabricante alemán fueron ignoradas por la planta ejecutiva del grupo y en especial por Winterkorn, quien en lugar de intentar de subsanar el problema, intentó taparlo con maniobras que huelen a un engaño. Según el Bild am Sonntag, el jefe de VW en EE UU, Michael Horn, recibió un correo electrónico fechado el 15 de mayo de 2014, donde se mencionan las posibles consecuencias económicas que podría tener el escándalo para la firma y donde también sugiere la recompra de los modelos afectados en EE UU para posteriormente enviarlos al extranjero.

Peor aún, en el correo electrónico que recibió Horn, se menciona el "potencial riesgo" de que las autoridades estadounidenses pongan en marcha sus propias investigaciones con las que podrían descubrir la existencia del software. Volkswagen y el propio Winterkorn dejaron sin respuesta algunas preguntas que formuló el periódico que edita la editorial Springer, que advierte este domingo que si se confirma que la planta ejecutiva del grupo, dirigida por Winterkorn, estaba al corriente del engaño podría llevar a la ruina al grupo.

"Si la cúpula ejecutiva estaba al corriente de la existencia del software ilegal todo el consorcio quedaría bajo la sospecha de haber cometido un engaño deliberado", señala el periódico. "En el peor de los casos, el escándalo podría amenazar la propia existencia del grupo".

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