La banca autoriza a Abengoa para que venda activos por 300 millones
El grupo andaluz recibe una inyeccción de 113 millones que garantiza con acciones de su filial Abengoa Yield por 2,5 veces el valor
Abengoa recibirá de la banca los 113 millones necesarios para hacer frente a las nóminas de diciembre y algunos pagos urgentes; pero, además, las entidades financieras han autorizado que el grupo pueda realizar desinversiones por valor de 300 millones de euros también de forma inmediata, según fuentes financieras. De esta forma, completaría las necesidades de liquidez que había previsto para los cuatro meses que dura el preconcurso de acreedores. Abengoa, después de este primer paso pendiente de ratificar, allana el camino para evitar el concurso de acreedores.
Han sido dos semanas de reuniones continuas entre los representantes de Abengoa y los de la banca acreedora hasta que llegaron a un pacto, que tuvo que pasar el análisis pormenorizado de los comités de riesgo de las siete entidades que forman el grupo negociador (Santander, Sabadell, CaixaBank, Popular, Bankia, HSBC y Crédit Agricole) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Al final, se superaron los escollos y los siete concederán 97,3 millones de euros y el ICO, 8,7. A ellos se suman otros siete millones que se desbloquean de una cuenta que no se ha dispuesto todavía de la financiación concedida en septiembre.
Para garantizar los créditos, Abengoa aporta acciones de de su filial estadounidense Abengoa Yield por 2,5 veces el valor del préstamo. Es decir, por un total de 282,5 millones. Además, garantiza otros 125 millones de euros de la aportación que había recibido en septiembre por la misma cantidad (en este caso es por el mismo valor), con lo que las garantías totales ascienden a 407,5 millones, según fuentes bancarias.
El acuerdo, pendiente de que se ratifiquen los detalles, también contempla la puesta a disposición de los derechos de cobro por valor de 80 millones que estaba pignorado. Y, lo que para la empresa es paso más importante y determinante, la autorización por parte de los acreedores de la desinversión de activos por valor de 300 millones de euros. La venta de activos permite suplir nuevas inyecciones de liquidez, que la empresa había cuantificado en más de 400 millones para el periodo de los cuatro meses que dura el preconcurso.
La empresa cuenta con miles de activos de los que poder echar mano para proceder a este proceso de desinversión. De hecho, en el plan preliminar que presentó a los acreedores contemplaba un amplio paquete de venta. La política pasa analizar todos los proyectos uno a uno y abandonar aquellos que exijan muchos recursos que puedan desangrar al grupo.
Las operaciones de venta estarán vigiladas por KPMG. Esta firma liderado la negociación para la banca junto a Álvarez & Marsal y el bufete Uría y Menéndez, mientras que Lazard y los abogados Luis Cortés y Jaime Cano, del despacho Cortés Abogados, lo han hecho para la empresa andaluza.
El avance que supone la inyección de liquidez permite aventurar que Abengoa se encuentra en el camino de solucionar el concurso de acreedores, al que quedaría abocada en caso de que no hubiera habido unanimidad. El acuerdo coloca a la compañía en un círculo virtuoso y no se ve a los bancos dando marcha atrás.
Abengoa solicitó el pasado 25 de noviembre el preconcurso de acreedores en Sevilla después de que Gonvarri, sociedad del grupo Gestamp de la familia Riberas, renunciase a entrar en su capital. Gonvarri dio marcha atrás después de no lograr las ayudas que había pedido a la banca por lo que consideró “no cumplidas las condiciones” a las que se había comprometido en el acuerdo del 8 de noviembre. Previamente, la banca había forzado el relevo del presidente de Abengoa, Felipe Benjumea, para facilitar la operación.
El grupo presentó el preconcurso con una deuda bancaria de 8.904 millones y una pasivo de casi 25.000 millones, una vez descontados los recursos propios. Además, tiene unos 5.000 millones de pagos pendientes a proveedores. El preconcurso abrió un periodo de tres meses, prorrogable otro, para negociar con los acreedores un acuerdo de refinanciación o las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de una propuesta anticipada de convenio con el fin de evitar el concurso de acreedores que sería el más grandes de la historia de España.
Duro recorte de gastos y de plantilla
El plan de salvación de Abengoa, además de la liquidez inmediata, pasa por un drástico recorte de gastos entre el 38% y el 40%. Este tijeretazo conlleva una reducción de plantilla que oscila entre 3.000 y 4.000 personas y que afectará principalmente a las plantas de Brasil, donde da trabajo a 5.400. Es decir, en torno a la quinta parte del total (26.818). En España tiene 7.328 empleados, especialmente en Andalucía.
El plan centrará el negocio en la ingeniería y la construcción, basada en el medio ambiente y la energía, la tecnología y el mantenimiento de instalaciones, mientras que la actividad de bioetanol y biomasa dejará de ser estratégica y se desprenderá de otros negocios como tendidos eléctricos y desalinizadoras.
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