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Grupo Alfa, el músculo mexicano

El consorcio industrial, el sexto mayor del país, ha hecho de la diversificación su lema

David Marcial Pérez
Instalaciones del grupo Alfa en Texas (EE UU).
Instalaciones del grupo Alfa en Texas (EE UU).

Desde la petroquímica hasta los componentes de coches, pasando por el negocio cárnico, las telecomunicaciones o los hidrocarburos, Grupo Alfa es uno de los símbolos del músculo industrial mexicano. Con base en Monterrey, la ciudad más próspera e industrializada del norte del país, sus orígenes se remontan a las primeras fábricas de acero en el México prerrevolucionario. A mediados de los años 70, una rica familia regiomontana decidió aunar sus negocios en un gran consorcio. Y ese proyecto, cuatro décadas después, es el Grupo Alfa; la sexta compañía más grande de México, con unas ventas de 17.000 millones de dólares el año pasado, una presencia en 26 países y más de 70.000 trabajadores.

El presidente, Armando Garza Sada, nieto del fundador, lleva cinco años al mando y su apuesta pasa por la expansión internacional mediante adquisiciones, la salida a Bolsa de sus cinco divisiones y por entrar a fondo en el sector del petróleo mexicano aprovechando la reciente liberalización del sector. El anterior presidente, Dionisio Garza —­primo del actual— ya marcó el camino al deshacerse de la pata acerera, Hylsamex, que fue el buque insignia en los orígenes del grupo, y centrarse en las cinco unidades de negocio actual: Sigma (alimentos), Alpek (petroquímico), Nemak (componentes automovilísticos de aluminio), Alestra (telecomunicaciones) y Newpek (hidrocarburos).

Los resultados del tercer trimestre son una fotografía de las fortalezas y dependencias de un modelo tan diversificado e internacionalizado. Las ventas cayeron un 12% con respecto al mismo periodo del año anterior para quedar en los 4.218 millones de dólares. Por otro lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 8%, demostrando la amplitud de los márgenes de buena parte de sus divisiones.

La fortaleza del dólar y el desplome del petróleo son las variables que explican el retroceso en las ventas

"Son resultados mixtos. Pero el sesgo es positivo porque al final el flujo es el factor del que depende los pagos en efectivo o los pagos de deuda", explica Fernando Bolaños, analista de la consultora Monex. El volumen de deuda de hecho disminuyó un 6% para bajar de los 5.000 millones de dólares, dejando el ratio de deuda en relación al Ebitda en un manejable 2,1.

La fortaleza del dólar en su baile con el peso mexicano —más de un 10% en lo que va de año— y el desplome del petróleo son las variables que explican el retroceso en las ventas de todas sus divisiones. "El efecto de tipo de cambio mermó las ventas de Sigma, Nemak y Alestra. Mientras que el petróleo disminuyó los ingresos de Newpek y Alpek. Esperamos que ambos factores continúen afectando las ventas aunque esperamos que el margen Ebitda siga expandiéndose", sostienen desde la consultora Signum Research.

Alpek, la empresa petroquímica más grande de México y la segunda de Latinoamérica, es la filial de Alfa que primero echó a rodar en el parqué mexicano y una de las que mayor peso aporta a los resultados del grupo (cerca del 25% de los beneficios). Con plantas en Estados Unidos, México, Brasil, Argentina, Chile y más de 5.000 empleados, es un gigante que sirve también para explicar la lógica del consorcio de Monterrey. "Muchos de sus productos, fibras plásticas y textiles, están referenciados al precio del petróleo. Han tenido mucha presión en este año, pero son tan grandes que tienen la capacidad de absorber el precio de la materia prima y mantener los márgenes", apunta Bolaños. Sus ventas cayeron un 18%, pero su resultado de explotación creció el 19%.

Segunda colocación

Durante 2015, Alfa hizo una segunda colocación en Bolsa. El grupo decidió aprovechar el tirón del sector mexicano del automóvil para sacar al mercado el 20% del capital de Nemak, el primer fabricante de componentes de Latinoamérica, con un beneficio de 630 millones de dólares, en el rango bajo de la oferta. México es el primer productor de América Latina y la cuarta potencia exportadora mundial. Hasta este ejercicio, Nemak ha mantenido un crecimiento robusto de sus ingresos —en torno al 10%— durante los últimos cinco años a medida que ensanchaba su cartera de clientes. La compañía, participada por Ford, surte a prácticamente todas las grandes marcas del sector automovilístico y sus fábricas llegan hasta Rusia o China.

La petrolera Newpek es la división más pequeña y a la vez la mayor esperanza del grupo

Volkswagen, envuelto en la mayor crisis de su historia por el fraude de las emisiones, premió a Nemak como su mejor proveedor el año pasado. Los analistas coinciden sin embargo en que el caso apenas afectará a la empresa mexicana. "Ganó este año un contrato de 100 millones de dólares con un productor de autos de lujo. La compañía no espera un impacto negativo proveniente del escándalo de VW", apuntan desde Signum. El colosal volumen de producción —56 millones de bloques de motor al año— de las subsidiarias de Alfa suple, de nuevo, los posibles baches en el camino.

Sigma, el fabricante de carnes refrigeradas y lácteos con presencia en 14 países, es la siguiente división en la pasarela de salida a Bolsa. El grupo ha decidido postergar la colocación bursátil dada la volatilidad del mercado mexicano. Mientras tanto, se embolsará una ganancia a final de año de 92 millones de euros por el pago del seguro tras el incendio de la fábrica burgalesa de Campofrío. Sigma, que lleva 28 adquisiciones desde su nacimiento en 1980, se hizo este verano con el 100% del control de la cárnica española.

Otro movimiento reciente ha sido la fusión de su filial de telecomunicaciones con la cotizada Axtel. La operación, que aún está pendiente de la aprobación del regulador del ramo, prevé generar unos ingresos de 235 millones de dólares anuales.

Newpek es la división más pequeña y a la vez la mayor esperanza del grupo. Especializada en proveer servicios a la industria del petróleo y el gas, ahora pretende dar el salto a la extracción de crudo al calor de la apertura del sector mexicano a manos privadas. Tras la frustrada operación para hacerse con el control total la petrolera canadiense Pacific —tenía previamente un 19% de las acciones—, la compañía está buscando nuevas alianzas y estrategias, como utilizar la financiación obtenida con las salidas a Bolsa para competir por los jugosos yacimientos petrolíferos mexicanos.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

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