La banca acreedora urge a Abengoa a que revele su deuda exacta
Las entidades financieras crean un comité para negociar la solución a la crisis de la empresa
La banca acreedora de Abengoa y KPMG, contratada como asesora, urgió ayer a la compañía a que detalle con exactitud la dimensión real de su deuda para buscar la mejor solución para el futuro de la compañía. Las entidades financieras han formado un comité que llevará el peso de las negociaciones, y estará integrado por el banco Santander, Bankia, Banco Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Société Générale. Las soluciones que barajan son una reestructuración de la deuda o dejar que se inste el concurso de acreedores.
Abengoa se aboca a la mayor suspensión de pagos de la historia española si la banca acreedora no acepta negociar una reestructuración financiera. El debate se extendió durante varias horas, desde media tarde hasta entrada la noche, en la sede de KPMG, que hacía de anfitrión como asesor del grupo tecnológico. Los principales acreedores financieros de Abengoa, dentro de más de 200, son el Santander, HSBC, Bankia, CaixaBank, Crédit Agricole y Sabadell, además de las entidades públicas Federal Financing Bank (EE UU), BNDES (Brasil) y EKN (Suecia). La deuda financiera total asciende a 8.904 millones, mientras el pasivo total asciende a 25.000 millones, una vez descontados los fondos propios.
El comité creado ayer debe decidir entre las distintas opciones, que van desde instar el concurso de acreedores a negociar la reestructuración de la deuda y, dentro de esta posibilidad, la de desgajar el grupo para su venta. La existencia del artículo 5 bis en la Ley Concursal permite contar con un periodo de tiempo suficiente para estudiar distintas posibilidades y evitar el concurso.
Pero previamente, el comité de bancos quiere conocer el verdadero alcance del problema y ha puesto encima de la mesa la necesidad de que Abengoa revele las cifras exactas de su deuda.
Según fuentes consultadas, la mejor salida es negociar la reestructuración. Cualquier otra opción sería mucho más cara para los bancos, sobre todo el concurso de acreedores, en el que entrarían también los proveedores, cuya deuda se acerca a los 5.000 millones. Y, según esas fuentes, incorporar a la negociación a los proveedores llevaría irremisiblemente al concurso de acreedores.
Una fuente bancaria subraya, en ese sentido, que Abengoa, a diferencia de otras empresas que han entrado en dificultades, dispone de una base industrial potente para afrontar el futuro. “La empresa necesita avales técnicos que aseguren el negocio”, asegura otra fuente, que añade: “Con un pasivo reestructurado, los bancos y los bonistas podrán recuperar cuanto esa posible; de otra forma es más complicado”. Otra fuente bancaria, por el contrario, apunta que a la banca le puede interesar el concurso porque les permitiría asegurarse una cantidad de principio.
Abengoa ha contratado los servicios del despacho Cortes Abogados con el propósito de poner un cortafuegos a cualquier opción que no sea negociar la reestructuración y permitir que el grupo continuar su negocio. Una tarea en la que parece imprescindible el apoyo político.
Precisamente, el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, señaló que espera que en el periodo de desarrollo del preconcurso se alcance un acuerdo de refinanciación con los acreedores y la empresa. El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, por su parte, abrió la posibilidad de que entren nuevos socios, pese al fracaso de la firma burgalesa Gestamp que solicitaba condiciones consideradas draconianas por los acreedores. “El Gobierno estima que es una empresa que puede ser viable, que necesita desapalancarse, rebajar su nivel de deuda, y que necesita también de nuevos socios industriales”, dijo en Sevilla.
Reunión con bonistas
Tras la reunión de ayer con los acreedores financieros, se celebrará otra con los bonistas, a los que Abengoa ha invitado a organizarse en un comité. El valor de las emisiones de Abengoa asciende a 4.437 millones. Cuatro de las 11 emisiones realizadas por la empresa se nominan en dólares. Las emisiones tienen valores que oscilan entre 250 y 650 millones de dólares, y los vencimientos van de 2016 para unos bonos al 8,5% a 2021 para otros al 6%.
Precisamente, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela decidirá si admite o no a trámite la primera querella contra la antigua cúpula de Abengoa, que fue presentada por dos bonistas que acusan a sus máximos directivos de buscar su “propio beneficio y lucro personal” al concederse indemnizaciones millonarias en lugar de “salvar a sus miles de inversores”. Abengoa subió en Bolsa ayer el 19,8%.
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