Apple tropieza en China y pierde el favor de los inversores

Apple, la compañía más querida en Wall Street, lleva dos semanas acusando una fuerte volatilidad. Las dudas sobre la mayor firma cotizada del mundo ha provocado una caída del 15% en las acciones de la tecnológica con sede en Cupertino (California) desde que presentó resultados el pasado 21 de julio. Este martes la caída ha llegado a ser de un 4% tras conocerse que el producto estrella de la empresa de la manzana, el iPhone, pasó del primero al tercer lugar en el orden de preferencia de los consumidores chinos.

Tras este brusco descenso en tan poco tiempo, el valor está, según la jerga bursátil, en territorio de corrección. Hay varios detalles que indican que la caída podría prolongarse aún más. Las acciones de Apple se cambian ahora cerca de los 114 dólares, frente al máximo que marcó en febrero los 133 dólares. Además, el valor actual es inferior al de hace seis meses.

La capitalización bursátil de la firma tecnológica ronda los 650.000 millones, frente a los 700.000 millones que llegó a superar. Se trata de la segunda vez en menos de un mes que tantea el mínimo semestral. La última vez que este valor estuvo en territorio de corrección fue en enero. Si la caída desde máximos supera el 20%, estará técnicamente en territorio bajista y el nivel de sustento se situaría entonces en los 108 dólares.

La acción de Apple, además, se está pagando por debajo al precio medio de los últimos 200 días. La última vez que no cumplió con este baremo fue en septiembre de 2013. Esto significa, para los inversores, que la tendencia es a la baja y que el valor está en peligro de caer más. Es un problema también para los índices Dow Jones, Nasdaq y S&P 500, que se ha hecho notar las últimas sesiones.

La situación contrasta con la que atraviesan Facebook y Google, que en los últimos meses han visto como en el mismo periodo su cotización se ha apreciado un 20%. Esta tendencia negativa se explica, en el caso de Apple, por China. Los últimos resultados trimestrales muestran una clara dependencia hacia ese mercado, en el que era líder en ventas. Pero en los últimos tres meses le han tomado de nuevo la delantera dos fabricantes locales: Xiaomi y Huawei.

La introducción del iPhone 6 elevó al teléfono de Apple a su mayor popularidad en el primer mercado asiático, tras escalar en menos de un año desde la séptima posición. Lo que llama la atención es que este entusiasmo se haya desvanecido tan pronto. Como señalan los analistas del sector, la competencia es cada vez mayor. Y en el caso de Xiaomi, la empresa emergente más valorada, es especialmente feroz.

No es solo la dependencia hacia un mercado lo que preocupa en el mercado: las alarmas también saltan por su supeditación hacia un solo producto. Los inversores ponen la vista en los resultados de los próximos dos trimestres y se preguntan si será capaz de mantener el ritmo de incremento de los ingresos, sin un nuevo teléfono en el horizonte. El Apple Watch, además, no está mostrando la fuerza esperada.

El gigante californiano ha negado cualquier plan de crear una red virtual de móvil que le permita ofrecer su propio servicio de telefonía, tal y como está haciendo Google. En otras palabras: de momento no tiene intención de ser operador. La atención, por tanto, estará en las novedades que la firma pueda presentar en septiembre, como una nueva versión de Apple TV, su dispositivo para streaming de vídeo.

Pese a la severa corrección, Apple sigue siendo de lejos la mayor compañía cotizada en Wall Street. La segunda es Google, con una valoración de 456.000 millones. El tercer puesto lo ocupa otra tecnológica, Microsoft, con una capitalización que se acerca a los 376.000 millones. Entre las diez mayores corporaciones también está Facebook (octava), con 264.000 millones de valor bursátil. China Mobile, la operadora que más iPhone vende, es la décima.