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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La troika en Madrid

Con este modelo de crecimiento, nuestro sistema de pensiones está amenazado

José Carlos Díez

En 2012 Rajoy aprobó la Ley de Estabilidad Presupuestaria prometiendo que “ninguna administración podría gastar más de lo que ingresa”. Pero el Gobierno ha incumplido la ley sistemáticamente. La quiebra de Bankia y el rescate provocaron una profunda recesión que destruyó un millón de empleos y hundieron profundamente las bases de recaudación de impuestos. Tras los duros recortes en 2012, sobre todo en sanidad, educación y dependencia, en 2013 Bruselas retrasó el objetivo de déficit del 3% hasta 2016 y puso fin al austericidio. Rajoy, con la mayoría de comunidades controladas por su partido dejó de aplicar la ley de estabilidad y permitió sistemáticamente desviaciones sobre los objetivos de déficit.

Pero tras las elecciones autonómicas, en las que el PP ha perdido la mayor parte del poder territorial, Montoro se ha vuelto a poner el traje negro de troika y exige a las comunidades autónomas nuevos recortes. El déficit público cerró el primer trimestre en 60.000 millones y el compromiso es acabar 2016 en 29.000 millones. La Airef que depende del propio Montoro ya ha advertido que se incumplirá el objetivo de déficit este año. Pero sorprendentemente, los medios prefieren hablar de lo bien que va la economía y los efectos expansivos de la bajada del IRPF. El PP empezó en 2011 diciendo que la austeridad era expansiva y acaba la legislatura siendo keynesiano.

El déficit público hoy es el mismo que heredó el PP en 1996 cuando decían que España estaba quebrada. Pero la dinámica del ciclo es muy diferente. En 1996 los ingresos públicos crecieron un 7% pero en 2014 crecieron 1,5%. La deuda pública en 1996 era inferior a 300.000 millones pero nos financiábamos en pesetas a tipos de interés de dos dígitos.

Rajoy dijo recientemente que una deuda de 900.000 millones sería una situación catastrófica. Sorprendentemente el presidente ignora que la deuda pública supera el billón de euros y que se ha gastado 300.000 millones más de lo que ha ingresado desde 2011. La deuda sigue creciendo por una senda insostenible por culpa de la deflación de salarios que hace que los ingresos públicos crezcan de manera anémica.

Con este modelo de crecimiento, nuestro sistema de pensiones está amenazado. Los ingresos por cotizaciones sociales crecen este año un pírrico 0,8% y cerraran el año con 10.000 millones menos de los presupuestado. Pero el gasto en prestaciones crece próximo al 3% a pesar de que Rajoy ha congelado las pensiones desde que llegó a la Moncloa. El déficit supera los 30.000 millones y en la hucha solo quedan unos 40.000 millones. El presidente también ha olvidado que la herencia recibida fueron 70.000 millones en la hucha y 30.000 millones más disponibles en la cuenta del Banco de España.

Hoy Rajoy con los presupuestos nos hablará del país de Nunca Jamás, igual que hizo en la campaña de 2011 e igual que hacen Podemos y Syriza. La diferencia es que ahora los españoles hemos comprobado con sangre, sudor y lágrimas que nos mentía.

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