Las petroleras desairan la primera subasta del crudo mexicano
La mexicana Sierra Oil & Gas consigue los dos únicos contratos en alianza con la estadounidense Talos Energy y la británica Premier Oil
La primera puja por el petróleo mexicano terminó en decepción. La primera convocatoria para la iniciativa privada en 76 años tuvo poca concurrencia y resultados. De los 14 contratos que el Gobierno mexicano ofreció para explorar y explotar hidrocarburos en el sur del Golfo de México, solo dos fueron entregados este miércoles a las compañías petroleras. Menos del 30% (5 bloques) que la Secretaría de Energía había estimado como la barrera mínima de éxito para la apertura del sector energético a la iniciativa privada.
“Es un arranque que no tuvo el impulso deseado pero es un paso firme”, reconoció Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Con pesadumbre, las autoridades mexicanas explicaron que el entorno deprimido de la industria energética y la dificultad geológica de los bloques ofrecidos por México afectaron el resultado de la subasta.
A la cita acudieron cinco compañías y cuatro consorcios con propuestas para los 14 bloques que el Gobierno mexicano ha puesto en su histórica primera oferta. Inicialmente 17 empresas y siete consorcios se habían apuntado a esta primera licitación. De los nueve grupos que finalmente se presentaron, solo siete han hecho ofertas pero en la mayoría de los casos han sido menores a los estándares propuestos por el Estado mexicano. La Administración del presidente Enrique Peña Nieto ya había reconocido que estaba dispuesta a asumir el riesgo de fijar estándares altos.
Entre las empresas competidoras estuvieron: Statoil, ONGN Videsh, Hunt Overseas, Atlantic Rim y Cobalt Energía. Así como los consorcios: Eni International con Casa Exploration; Sierra Oil & Gas con Talos Energy y Premier Oil; E&P Hidrocarburos con American Energy; y Murphy Worldwide con Petronas. El gran ausente ha sido la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que desde la semana pasada había anunciado su retiro de esta puja a causa de los duros recortes que sufrió a principios de este año.
El Gobierno mexicano estima que cada bloque podría atraer una inversión de 1.300 millones de dólares
El primer contrato se asignó a la mexicana Sierra Oil & Gas que se ha asociado con la estadounidense Talos Energy y la británica Premier Oil. Se trata del bloque número dos frente a las costas del Estado de Veracruz donde se estima la existencia de aceite ligero y gas seco. Al primer anuncio le siguieron algunos aplausos de los asistentes a la subasta. En esta puja la estadounidense Hunt también hizo una propuesta, pero al final la mexicana ofreció 55,99% de utilidad al Gobierno mexicano y una inversión adicional del 10%. Los mínimos fijados por el Gobierno para este bloque eran de 40% y 0%, respectivamente.
El segundo contrato también lo ha ganado la mexicana Sierra Oil & Gas y sus socios. Este bloque, el número siete, se ubica en las costas frente al Estado de Tabasco y posee aceite ligero en medio de arena. A la puja entraron también la noruega Statoil y la estadounidense Hunt Overseas. Fue el momento de mayor tensión durante la entrega de contratos. La mexicana ofreció 68,99% de utilidad y 10% de inversión adicional. Su más cercano competidor fue la noruega que planteó 65% de utilidad y una inversión adicional del 86%. El Estado fijó su estandar en 40% y 0%, respectivamente.
Si la firma mexicana consigue hidrocarburos a partir de estos dos proyectos, el Estado podría obtener entre el 74% y el 88% de utilidad de la producción cuando la compañía abone todas las responsabilidades fiscales que exige el Gobierno. Las autoridades energéticas negaron que sus condiciones para entregar los contratos fuesen muy exigentes, después de que en cuatro bloques las petroleras no pudieron superar el límite fijado por la Hacienda mexicana. “La reforma deja el petróleo en manos de los mexicanos. No se está vendiendo el petróleo y tampoco estamos minimizando los recursos que el Estado necesita de la renta petrolera", insistió Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos.
El único consorcio que consiguió ambos contratos firmará los papeles el próximo 21 de agosto, a partir de entonces comenzará sus operaciones en el territorio mexicano, la primera vez desde 1938 que una compañía privada trabajará en el sector petrolero. “Nos da gusto que sea un consorcio con una empresa mexicana la que ha ganado los dos bloques”, ha mencionado Zepeda, de la CNH.
El Gobierno mexicano estima que cada bloque podría atraer una inversión de 1.300 millones de dólares, todavía muy lejos del objetivo de 17.000 millones de dólares que la Secretaría de Energía había estimado cuando puso en marcha la reforma energética.
Todavía quedan pendientes cuatro licitaciones de la llamada Ronda Uno, con la que se ha iniciado la apertura petrolera de México. Están pendientes de subasta bloques con reservas cercanos a los yacimientos de Cantarell y Ku Maloob Zaap —los más productivos en la historia de México—, así como proyectos en yacimientos no convencionales, tierra y aguas profundas del golfo.
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