Los camiones empiezan a carburar

Entre enero y mayo se matricularon en España 7.819 vehículos industriales, un 34% más que en el mismo periodo de 2014. El motor de la industria están siendo los camiones de mayor potencia y tamaño. En los cinco primeros meses se vendieron 6.578 vehículos pesados, un 37,2% más, mientras que los ligeros registraron un descenso del 19,1%. Un comportamiento al que no es ajena la evolución de la demanda de esta clase de vehículos, la edad del parque o las dificultades de financiar su compra, entre otros factores. Las previsiones para el conjunto del ejercicio se sitúan en torno a las 17.400 unidades, muy lejos todavía de las 45.408 que se registraron en 2007.

Con tres plantas industriales, dos de Iveco (Madrid y Valladolid) y una de Nissan (Ávila), España se mantiene como segundo fabricante europeo detrás de Alemania. La industria local ha conseguido durante los últimos años “atraer inversiones importantes en un contexto difícil y con exceso de capacidad instalada en Europa”, señalan en Anfac. Pero, a diferencia de sus hermanos menores (turismos), que incrementaron su producción en España un 12,5% entre enero y abril, los industriales ligeros vieron cómo caía un 48,2%. En cuanto a las exportaciones, alcanzaron un valor de 1.167 millones durante el primer trimestre, un 25,9% menos.

Como ocurriera con los planes PIVE de ayuda a la compra de turismos, y los Pima Aire, para los comerciales, el Gobierno puso en marcha el Pima Transporte a principios de año, con una dotación de 450 millones para financiar la renovación de flotas de transporte terrestre y tractores.

Sin embargo, y a pesar de unos inicios esperanzadores, no está resultando suficientemente atractivo como para enmendar el camino iniciado con la crisis. “No ha tenido una gran incidencia”, señala Jaime Revilla, presidente de Iveco España y del Comité de Vehículos Industriales de Anfac, porque facilita unos créditos que “sólo están al alcance de las empresas con una solvencia importante”. Además de que “penaliza a las financieras de marca, que son las que han apoyado el sector durante la crisis”.

José Luis López-Schümmer, presidente de Mercedes Benz España, que ocupa también la presidencia de Anfac, prevé que la demanda de los vehículos más pesados aumente. Y eso a pesar de que la construcción y la obra pública aún no se han recuperado. López-Schümmer confía en que se consolide “la evolución positiva que están experimentando las matriculaciones de camiones de larga distancia gracias al incremento de las exportaciones, especialmente del sector agroalimentario y del propio sector de automoción”. El presidente de Anfac cree que aunque España está aún lejos de alcanzar las cifras de mercado acordes a su nivel de actividad, “si la evolución de la economía sigue su tendencia alcista, en menos de cinco años el sector podrá dar por concluida su crisis”.

Por su parte, Revilla apunta a un incremento del 20% para este mismo año en la demanda de los más pesados, mientras que para los situados entre 3,5 y 7 toneladas —los furgones son el 90% del segmento— se espera un incremento del 45%. Sin embargo, “los chasis con cabina, que son los que se fabrican en Valladolid, han caído un 70% desde el inicio de la crisis”. Esa es una de las causas de la reciente remodelación en España del grupo CNH Industrial, titular de Iveco, que ha decidido trasladar la producción de la versión chasis-cabina de la Iveco Daily a Suzzara (Italia). Valladolid compartirá, a partir de 2017, la producción de cabinas de los camiones Stralis y Trakker con la planta de Madrid, especializada en estos modelos, aunque pierde también la producción de las versiones especiales (contraincendios, militares, etcétera), que se traslada a Piacenza (Italia).

Aunque sujeta a algunos cambios y traslados, la plantilla de Iveco en España es de 4.000 empleados, 2.600 en la producción de la planta de Madrid y 1.000 en Valladolid, que se completan con los 400 adscritos a administración y organización empresarial. Por su parte, en la planta de Nissan en Ávila parece que han salvado los muebles con la última inversión de 100 millones de euros destinada a la producción del modelo de vehículo comercial ligero NT500. Según fuentes de la empresa, “una vez aprobado el nuevo plan, la planta abulense será más competitiva y, por lo tanto, más atractiva para cualquier nueva carga de trabajo de Nissan”.