Google se convierte en la firma que más gasta en influir en Washington
Las grandes tecnológicas invierten cada vez más en grupos de presión en el Capitolio
Hace año y medio que Jeff Bezos anunció la compra de The Washington Post por 250 millones de dólares (227 millones de euros). Se interpretó como que el dueño de Amazon apostaba por la prensa tradicional. Pero el creador del portal de comercio electrónico se hacía además con una de las armas más poderosas en la capital política de EE UU. Era la muestra de la creciente labor de lobby que hacen las tecnológicas, hasta el punto de que Google se ha convertido ya en la corporación que más dinero mueve en Washington. Facebook, Amazon y Apple también elevan el gasto para defender sus intereses en el Capitolio.
Si un político aspira a tener un asiento en el Capitolio, necesita mucho dinero. Un congresista debe recaudar como mínimo un par de millones de dólares para conseguirlo. La cifra se multiplica por cinco en el caso de los senadores. La mayor fuente de estas contribuciones a las campañas tiene su origen en grupos de interés que quieren algo a cambio del Gobierno. Una vez en el puesto, el legislador devuelve el favor haciendo de facilitadores, mientras los lobbys tratan en paralelo de mover los votos por los despachos.
Las tecnológicas, grupo de presión
- Google gastó 16,8 millones de dólares (15,3 millones de euros) en tratar de influir en los reguladores y legisladores de EE UU.
- Amazón, Facebook y Apple también aumentaron de forma notable la dotación económica para este cometido.
- Por sectores, la banca es el mayor lobby, con un gasto de 553 millones en 2014.
Las tecnológicas habían sido las grandes ausentes en este juego de intereses y poder asumido en la política estadounidense. Hasta ahora. Google destinó 16,8 millones de dólares (15,3 millones de euros) en 2014 a sus esfuerzos por tratar de influir a los reguladores federales y los legisladores en EE UU. Una cifra récord que va a superar cómodamente este año, si se tiene en cuenta que en el primer trimestre gastó ya más de cinco millones con ese propósito. Es la cantidad más alta pagada por una corporación, de acuerdo con los datos del Clerk of the House, el órgano del legislativo que registra el curso del dinero.
Las empresas están obligadas a registrar el dinero que destinan a defender sus intereses ante el Congreso y las agencias federales. Hay distintas organizaciones que se dedican a arrojar luz a esta masa de datos, como Maplight. Esta organización sin ánimo de lucro ayudó a desmenuzar los datos públicos de 10 compañías tecnológicas. Al hacer la suma, se constata que gastaron 116,6 millones en gestiones de lobby en 2014.
En el caso de Google, el incremento anual fue del 20%, de acuerdo con los datos publicados por Consumer Wachtdog. Aunque la tecnológica de Mountain View es ya el mayor lobby a escala federal entre todas las corporaciones de EE UU y la sexta si cuenta las asociaciones empresariales, el incremento fue mayor en el caso de Facebook. Su gasto en un año creció un 45%, a 9,3 millones, y en el arranque de 2015 va ya por 2,4 millones. Amazon lo elevó un 37%, a 4,7 millones, mientras que Apple lo hizo un 22%, a 4,1 millones.
Para entender el poder creciente que tienen las tecnológicas en Washington basta con fijarse en varios detalles. Google gastó en lobby en el arranque de este año más del doble que en todo 2008 y casi tanto como Walmart, el mayor empleador privado de EE UU, en todo 2014. La dueña del sistema operativo Android gastó más en el trimestre que General Electric, los gigantes de la defensa Boeing y Lockheed Martin o la petrolera ExxonMobil.
El curso del dinero ayuda a entender también qué empresas son las que llevan la voz cantante en la industria tecnológica de Estados Unidos. Microsoft, por ejemplo, redujo el gasto en lobby un 20% el pasado ejercicio, aunque se mantiene como la tercera del grupo que más gasta, con 8,3 millones de dólares. Cisco Systems lo rebajó un 25% y un 30% IBM, que destina al lobby más que Apple y Amazon. Las de Intel cayeron un 13% mientras que las de Oracle y Yahoo variaron poco.
En conjunto, el peso del sector tecnológico como grupo de presión en Washington no es el mayor. El Center for Responsive Politics eleva el gasto total en lobby a 3.240 millones en 2014. De ese total anual, 553,4 millones corresponden al sector financiero, casi cinco veces más que las firmas antes citadas, mientras que el de la salud movilizó 380 millones.
Estas cifras no incluyen lo que las corporaciones cotizadas se gastan en lobby en los estados. La legislación les obliga a comunicar también a las autoridades el dinero que mueven con estos fines. Pero no hay una organización que los aglutine. Por eso hay cada vez más grupos de inversores que exigen a las compañías que desvelen esta información, como acaban de conseguir en Walmart.
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