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Tecnología punta para el servicio de pasaportes de México

Un consorcio internacional implanta un sistema de identificación con datos dactilares y de iris homologado como Europa y EE UU

David Marcial Pérez
Control de pasajeros en un aeropuerto
Control de pasajeros en un aeropuertoEFE

México está a punto de ingresar en la primera división de la liga mundial de pasaportes. Antes de que termine el año, los ciudadanos mexicanos contarán con una identificación homologada con los más altos estándares seguridad que ya rigen en Europa y EE UU. El consorcio internacional Veridos –formado por empresas españolas, mexicanas, alemanas y japonesas– será el encargado, tras ganar un concurso organizado por la cancillería de Exteriores, de implantar el sistema técnico, que incluye un sofisticado procedimiento de identificación y registro mediante la comprobación de huellas dactilares y de iris.

Al no contar con un documento nacional de identidad, uno de los grandes problemas de México a la hora de expedir documentos oficiales es la dificultad de comprobar que la persona solicitante es efectivamente quien dice ser. Unas distorsiones que han provocado más de una reprimenda por parte de la OCDE a la vista del aumento de casos de pasaportes mexicanos falsificados o los llamados “falsos positivos”, documentos originales pero que no identifican a la persona correcta.

Para intentar enmendarlo, el nuevo sistema seguirá la pista de la llamada “huella social”. Se trata de un mecanismo electrónico e informático que permite cruzar una variedad de bases de datos públicas y privadas a disposición de la cancillería. “De este manera se califica el riesgo. En función de la cantidad de información encontrada que identifique al solicitante se acelera o se ralentiza el trámite de expedición. Es un método muy minucioso para autenticarse como persona y que reduce al mínimo la suplantación de identidad”, apunta Lartaun Iturrioz, adjunto a la dirección general de Iecisa, una de las compañías del consorcio.

La altura técnica de la oferta de Veridos ha sido determinante para vencer al resto de competidores, entre los que se encontraba la estadounidense Smartac Technolgy o la mexicana Vangent, quién actualmente se encarga del servicio. De hecho, el consorcio ganador logró la cuarta mejor calificación en el apartado económico de los cinco participantes, según la información de la cancillería. El presupuesto de la operación será de 81 millones de dólares para los dos años y medio de duración de la concesión. La experiencia y la pericia técnica de Veridos, encabezado por la compañía alemana Giesecke&Derivent, la japonesa NEC y la española Informática El Corte Inglés, pesó más en la contienda. El consorcio ganador ya ofrece servicios similares de expedición de pasaportes en Alemania, España, Polonia, Portugal, Bélgica, Austria o Bulgaria.

“La licitación supone un cambio trascendental en la modernización del pasaporte mexicano. Se hacen además importantes cambios en la estructura biométrica de cada uno de los mexicanos”, explicó Salvador Gerardo Alonso y Caloca, director general de Tecnología de Información de la cancillería en declaraciones el pasado lunes al diario Universal. En cuatro meses, estarán listos los primeros documentos. Todo ciudadano que solicite un pasaporte por primera vez o vaya a renovarlo entrará a formar parte de la base biométrica confeccionada por Veridos.

El objetivo es además que en tres años este nuevo registro, nutrido de huellas dactilares, faciales y de iris, engorde los suficiente como para dar el siguiente paso: los pasaportes electrónicos. “El Gobierno ha apostado por un nuevo pasaporte. Pero no puede migrar directamente al electrónico porque aún no tiene una base biométrica fiable de toda la población”, apunta Iturriuz.

El nuevo sistema permitirá desde el inicio la unificación del pasaporte nacional con el pasaporte consular, acelerando trámites burocráticos y aportando mayor seguridad jurídica de acuerdo a los parámetros de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

En los últimos años se ha extendido la utilización de los pasaportes biométricos. Aunque estos sistemas tampoco aseguran la infalibilidad absoluta. La investigación del avión malayo desaparecido en marzo del año pasado reveló que dos sus pasajeros volaron con pasaportes robados. Interpol recordó entonces que pocos Gobiernos – tan solo Estados Unidos, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos- utilizan la base de datos de pasaportes robados y perdidos creada un año después de los atentados contra las Torres Gemelas y que contiene datos de más 39 millones documentos.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

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