Caixabank consigue que el desblindaje del BPI se aplace a junio

Primera pequeña victoria de Caixabank en su pugna con la angoleña Isabel dos Santos por el futuro del BPI. La asamblea general del banco portugués BPI, reunida el miércoles en Oporto, decidió por mayoría simple retirar del orden del día la votación sobre el desblindaje de los derechos de voto, una exigencia de Caixabank para que su opa sobre la totalidad del banco salga adelante.

Caixabank posee el 44,6% del banco pero solo el 20% de los derechos de votos, prácticamente los mismos que Isabel dos Santos, con su 18,6% del capital.

En febrero, Caixabank anunció una opa sobre BPI al precio de 1,329 euros por acción. La oferta iba condicionada a que, previamente, los accionistas aceptasen el desblindaje de los derechos de voto para que se equipara al capital correspondiente.

En la convocatoria inicial del orden del día, no estaba incluida la votación del desblindaje, pero posteriormente el representante de Isabel dos Santos, logró introducirla. La intención era que se votase y que, previsiblemente, derrotado el desbloqueo, la opa de Caixabank muriera antes de nacer oficialmente.

El plan de los dirigentes de Caixabank, Isidro Fainé y Gonzalo Gortázar, era el contrario, dar tiempo al tiempo: esperar a que las autoridades europeas y portuguesas autoricen la oferta pública de acciones y, posteriormente, en una convocatoria extraordinaria de la asamblea de accionistas, votar el desblindaje de los derechos de voto, en un clima diferente al actual, que es totalmente adverso.

La Asamblea de BPI aprobó por unanimidad todos los puntos del orden del día y sus cuentas trimestrales, según la nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero al llegar al punto séptimo, el presidente no ejecutivo del banco, Arturo Santos Silva, propuso el aplazamiento de la votación al 17 de junio, lo que fue aprobado por mayoría simple gracias a los votos de los representantes de Caixabank y de Allianz (8%).

El representante de Dos Santos había pretendido que la retirada necesitara una mayoría de dos tercios -lo que la hubiera impedido-, pero no se sostuvo jurídicamente su petición ya que su inclusión no había exigido de tal porcentaje.

El primer directivo del banco, Fernando Ulrich, que en esta guerra entre Dos Santos y Caixabank se había escorado hacia la primera, declaró que el aplazamiento permitiría a los accionistas tener un mayor conocimiento de la opa al poseer ya toda la información oficial. Ulrich descartó que esa incertidumbre influyera en la gestión diaria del banco.

De esta forma respondía al representante de Dos Santos, Mário Silva, que consideró el aplazamiento como "una derrota del BPI, en unos momentos en que hay que tomar decisiones" y calificó la opa de Caixbank como "una cosa del pasado".

El aplazamiento de la votación hasta el 17 de junio permite a Caixabank ganar tiempo para que su opa salga adelante, algo que de momento parece imposible. Su oferta de 1,329 euros está por debajo de la cotización de esto meses, en torno a 1,44 euros, y sobre todo muy lejos de las pretensiones de los accionistas, que cifran el valor objetivo en unos 2,26 euros.

Caixabank ha anunciado en varias ocasiones que no mejorará su oferta, pero si quiere que su opa triunfe -y con ello conseguir el control de un banco donde no manda pese a tener el 44,6% del capital- deberá subir el precio.

Desde el anuncio de la opa de Caixabank, BPI ha quedado descabalgado de la compra de Novo Banco, y el segundo accionista de BPI, Dos Santos, ha maniobrado para que éste se fusione con BCP, donde es accionista mayoritaria la petrolera estatal angoleña, Sonangol. Algo a lo que se opone Caixabank, pues su posición saldría muy debilitada.