La tasa de paro sube ligeramente en el primer trimestre del año
El porcentaje de parados se sitúa en el 23,7% en el primer trimestre del año En los tres primeros meses del año se han destruido 114.300 empleos
La recuperación económica no ha sido suficiente para que se cree empleo en invierno. Al revés, se ha destruido: 114.300 en tres meses. También ha caído el paro. Entre enero y marzo hay 13.100 desocupados menos, pero reducción no ha sido suficiente para que baje la tasa de desempleo, que creció en ocho centésimas y se situó en el 23,78%, según la encuesta de población activa del primer trimestre del año divulgada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El invierno suele ser una mala estación para el empleo en España. Y lo es todavía más cuando la Semana Santa cae plenamente en el segundo trimestre, como es el caso de 2015, algo propio de una economía como la española, tan dependiente de las temporadas altas y bajas del turismo. Pero en este ejercicio las expectativas eran altas. Y el Gobierno había situado alto el listón. "Dado que el primer trimestre suele ser malo desde el punto de vista estacional y suele arrojar cierta destrucción de empleo, si esta vez arroja cierta creación de empleo será sin duda un indicador muy positivo para la economía", había declarado el ministro de Economía, Luis de Guindos, a finales del mes pasado. "Por primera vez hay creación de empleo en el primer trimestre", remachó la titular de Empleo, Fátima Báñez, basándose en datos de diciembre de afiliación a la Seguridad Social.
La EPA conocida este jueves vino a poner las cosas en su sitio. En el primer trimestre el mercado laboral se ha enfriado, a pesar de haber sido el mejor inicio de año desde que comenzó la crisis, y la recuperación laboral ha sufrido un cierto freno. Para el Instituto Flores de Lemus, de la Universidad Carlos III, más de lo esperado. Y eso se aprecia bien en los datos desestacionalizados (los datos limpios de los vaivenes de las temporadas turísticas o agrícolas) que muestran un crecimiento trimestral del empleo del 0,43%, frente al 0,81% del anterior.
Esto también explica, en buena medida, por qué las grandes cifras macroeconómicas que hablan de una recuperación a buen ritmo no llegan a la calle, a las encuestas de opinión y percepción social. A saber: en el último año se han creado 504.200 empleos, un incremento del 2,9% que ha situado en 17.454.800 el número total de puestos de trabajo; el paro ha descendido en 12 meses casi medio millón de personas. Resumido: la tendencia de fondo que muestra una mejora laboral se consolida, a pesar del traspiés trimestral.
"Son cifras que debemos celebrar porque son buenas, sin ambages y sin objeciones", aseguró Mariano Rajoy, en un vídeo difundido en sus cuentas en Twitter y Facebook. Era la primera vez que utilizaba este formato para valorar la EPA. "Son las mejores cifras desde que comenzó la crisis y nos indican que estamos en el buen camino", concluía Rajoy.
La cercanía de las elecciones empuja la ocupación en la Administración
A sostener la tendencia ha contribuido durante los últimos meses la próxima cita electoral. "En el empleo público se nota la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas", apunta José Ignacio Conde-Ruiz, profesor de Economía de la Universidad Complutense. Hay dos datos que sostienen esta hipótesis. Mientras en el último trimestre el sector privado ha destruido 143.500 puestos de trabajo; las administraciones públicas han creado 29.200 ocupaciones, es el mejor dato desde el primer trimestre de 2010, justo antes de que comenzaran las políticas de recortes fiscales.
También la construcción apunta en la misma dirección. Se ha creado empleo a lo largo del año y del trimestre, y buena parte de esta ocupación está vinculada a la obra pública. Además, tanto la marcha del empleo público como la de la construcción están en consonancia con lo sucedido en 2014 con las cuentas de las comunidades autónomas, cuyo déficit fiscal ha acabado en el 1,7% del PIB cuando tenían adjudicado en conjunto un objetivo de 1%.
Pero más de siete años de desplome del mercado de trabajo dejan muchas heridas. La primera de ellas, el alto nivel de desempleo que todavía persiste. Hay casi 5,5 millones de parados y de ellos más de la mitad (el 61%) son de larga duración, es decir, llevan un año o más sin trabajo. Si se descompone este último colectivo, compuesto por 3,3 millones de personas, entre quienes llevan un año o dos sin trabajar (950.000 parados) y quienes llevan dos o más (casi 2,4 millones), se ve que son estos últimos quienes tiene más dificultades para volver al mercado laboral. Así mientras en el último año el primer grupo ha menguado en 286.000 desocupados; el segundo apenas lo ha hecho en 39.900, siendo un colectivo más amplio.
Todavía hay casi 2,5 millones de parados que llevan dos años o más sin trabajo
De la mano del alto nivel de desempleo hay otros aspectos negativos que siguen presentes. Dos de ellos tienen un alcance social importante: el número de hogares en el que todos sus miembros están en paro, casi 1,8 millones, y el de viviendas en los que nadie percibe ingreso alguno, 770.400.
En los datos conocidos ahora también se aprecia la continuación de tendencias que el mercado laboral apunta en los últimos meses. La precariedad sigue presente, pero no crece a la velocidad que lo hacía antes. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2014 el porcentaje de trabajadores con empleos temporales había crecido en 1,2 puntos porcentuales respecto al año anterior, había pasado del 21,9% al 23,1%; en cambio, en 2015, el incremento apenas ha sido de medio punto, hasta el 23,6%.
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