Chrysler debe pagar 150 millones por la muerte de un niño en un coche
El todoterreno en el que viajaba el menor de cuatro años se incendió tras sufrir una colisión trasera
Un jurado popular en Estados Unidos concluyó este viernes que el fabricante de los todoterreno Jeep es responsable de la muerte de un niño de cuatro años en un accidente de tráfico y le exige un pago de 150 millones de dólares (cerca de 137 millones de euros) a su familia, para compensarle por la pérdida. Fiat Chrysler Automobiles, la matriz, estudia recurrir el veredicto, porque insiste en que el coche no era peligroso.
El caso tiene su origen en un accidente que sucedió en 2012. El modelo en el que viajaba el pequeño Remington Walden era un Grand Cherokee de 1999. El coche tenía el depósito de combustible en la parte trasera. El vehículo fue embestido por detrás y se incendió fruto de la colisión. Según defendió el abogado de la familia durante las dos semanas que duró el juicio en Georgia, “fue como un infierno”.
El coche tenía el depósito de combustible en la parte trasera. El vehículo fue embestido por detrás y se incendió
La agencia que regula la seguridad del tráfico en la carretera ya había exigido a Chrysler un cambio en el diseño de los Jeep para reducir el riesgo de incendio. Eso le llevó a hacer una llamada a revisión que afectó a 1,56 millones de vehículos para proteger mejor a los ocupantes. En 2005 se cambió el diseño para llevar el depósito en el centro. Gran parte de los Jeep Grand Cherokee como en el que viajaba Walden no pasaron aún por el taller.
El jurado considera que Chrysler no informó de forma adecuada a los dueños de este modelo del riesgo que corrían sus vidas en caso de colisión trasera. Consideran que el 99% de la culpa en la muerte de Walden es responsabilidad del fabricante, por lo que deberá desembolsar la casi totalidad del pago. El 1% restante correrá a cargo conductor del vehículo que embistió al Jeep. Hay otro caso similar cuyo juicio comenzará en unos meses.
Chrysler anunció hace dos años una llamada a revisión de este modelo, para los coches fabricados entre 1993 y 1998. Incluyó también el Jeep Liberty. La compañía había negado hasta entonces que hubiera un problema de seguridad en la colocación del depósito de combustible en la parte trasera del todoterreno, pese a que la agencia había contabilizado más de medio centenar de muertes. El jurado considera que no se tuvo en cuenta las vidas humanas en el diseño.
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