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Cartagena recupera la energía

Una oleada de inversiones liderada por Repsol impulsa el valle de Escombreras

Fue al comienzo de los cincuenta, cuando en blanco y negro y plena posguerra española, el proyecto impulsado por la empresa Refinería de Petróleos de Escombreras S.A. (Repesa) — formando sociedad con Cepsa y la estadounidense Caltex—, dio sus primeros pasos. Casi una década después, el dictador Francisco Franco inauguró una central térmica en esta pedanía de Cartagena (Murcia) que supuso la ampliación de un complejo industrial vital para el suministro de energía de España.

Cerca del Valle de Escombreras se encontraba el Poblado de Refinería, conocido como el poblao, en el que Repsol construyó unas 450 viviendas para acoger a sus trabajadores y sus familias en un complejo residencial similar al de las urbanizaciones estadounidenses. Cerca de 2.000 personas llegaron a residir allí. Pero el 1 de octubre de 1969 se produjo un devastador incendio en la refinería de Repesa y aquel fuego arrasó con la tranquilidad de un pueblo y de unos lugareños que ya sólo pensaron en salir de allí. El poblao se convirtió en un bonito recuerdo.

Hoy, ya en color, la zona comienza a resucitar tras la apertura a finales de 2015 de la planta de bases lubricantes de Iberian Lube Base Oils Company (Ilboc), propiedad de Repsol (30%) y SKSol, parte del grupo surcoreano SK (70%), con una inversión de más de 250 millones de euros. La planta es la mayor de su tipo en Europa: cuenta con una capacidad de producción de 630.000 toneladas anuales como para satisfacer el 40% de la demanda del mercado comunitario. La fábrica aspira a convertirse en el gran suministrador de lubricantes para los motores construidos bajo el estándar Euro VI, obligatorios en todos los vehículos europeos desde el pasado 1 de enero. Ilboc quiere producir el 80% de los lubricantes de última generación en Europa. Desde su puesta en marcha, la actividad de llboc ya ha generado 90 empleos directos y un centenar indirectos.

El nuevo puerto de la ciudad se consolida como centro logístico

La inversión y apuesta de Ilboc por el Valle de Escombreras no es la única anunciada en los últimos meses. Al filo del cierre de 2014 se supo que Ership, una empresa centrada en el transporte, almacenaje y manipulación de graneles sólidos, invertirá 4,1 millones de euros en el puerto de Escombreras para ampliar su capacidad de almacenaje. La Autoridad Portuaria de Cartagena dio luz verde a la petición de la empresa que solicitó 10.000 metros cuadrados para la construcción de naves en el muelle sur de la dársena. La ubicación de la parcela, muy cercana a las líneas ferroviarias que se encuentran ya en construcción, posibilitará el transporte de la mercancía por ferrocarril.

Ership estudia la posibilidad de crear una línea marítima de mercancías entre Cartagena y Argelia (Orán), importando grandes cantidades desde diferentes partes del mundo que serían trasladados desde Cartagena hasta la ciudad argelina, una nueva muestra de la envidiable situación estratégica que hace de Cartagena uno de los principales puertos del Mediterráneo.

Otra empresa radicada en el Valle de Escombreras, la petrolera Saras Energía, con estaciones de servicio en más de cien localidades españolas, también va a ampliar su capacidad de almacenaje tras la adquisición a la Autoridad Portuaria de Cartagena de 40.000 metros cuadrados del Polígono El Fangal. Levantará nuevos tanques para biodiesel.

El origen de la oleada de inversiones hay que situarlo en 2008, cuando Repsol desembolsó más de 3.100 millones de euros para modernizar y ampliar su refinería, para duplicar su capacidad de producción, hasta los 11 millones de toneladas anuales (220.000 barriles al día). La nueva refinería implicó la creación de 800 trabajos directos y otro tanto a través de contratistas. En octubre próximo, además, Repsol llevará a cabo su segunda parada de mantenimiento desde la ampliación. La mitad de la factoría parará durante 45 días y la multinacional invertirá unos 20 millones de euros en los trabajos de mantenimiento y modernización de las instalaciones. Esta parada dará empleo a más de 1.700 obreros de medio centenar de compañías auxiliares. Una bocanada de aire fresco para la actividad laboral de la comarca de Cartagena.

Como suele decirse, el dinero llama al dinero, por lo que las autoridades de Cartagena quieren aprovechar el momento para dar un nuevo impulso a otro gran proyecto que daría aún más vida al Valle de Escombreras: el llamado Corredor del Mediterráneo, un gran proyecto ferroviario que pretende unir Europa de norte a sur.

El objetivo es integrar la región con el resto de la red europea

El grupo de presión Ferrmed, una asociación multisectorial formada por entidades públicas y privadas, empresas, cámaras de comercio, etcétera, desea conectar las zonas de mayor actividad económica y logística, potenciando especialmente las conexiones de puertos y aeropuertos.

Así, el concepto Gran Eje Ferrmed, la zona de mayor actividad económica y logística de la UE, comprende las áreas que van desde San Petersburgo en Rusia, el sur de Finlandia, Estonia, la mayor parte de Letonia y la parte occidental de Lituania, la ciudad de Kaliningrado en Rusia, la mitad sur de Suecia, el área de la ciudad de Oslo en Noruega, Dinamarca, la mayor parte de Alemania, una fracción del noroeste de Polonia, los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, el sector suroriental de Gran Bretaña, la mayor parte de Francia, Suiza, Liechtenstein, la esquina occidental de Austria, el noroeste de Italia, Andorra, la zona este y meridional de la Península Ibérica y, finalmente, el norte de Marruecos y de Argelia. En cifras, supone aglutinar al 20% de la población de la UE en las proximidades de este gran eje y el 21% de su PIB.

A finales del año pasado, el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Cartagena y Comarca (COEC) y vocal dentro del Consejo de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Pedro Pablo Hernández, anunció el inicio de los trabajos para acondicionar el puerto de Escombreras ante la llegada del ferrocarril del futuro Corredor Mediterráneo. Las obras de los accesos ferroviarios incluyen la construcción de puntos de carga en los muelles de las distintas empresas que operan en el Valle de Escombreras, que conectarán con la red férrea. La fase inicial de la obra tendrá un coste de 30 millones de euros y se prevé que finalizará en 2017. Pese a los retrasos y a las dudas sobre la financiación, el presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Antonio Sevilla, ha afirmado que el Corredor Mediterráneo “tiene su financiación comprometida” hasta 2020, ya que los Presupuestos Generales del Estado incluyen una partida plurianual para el Corredor Mediterráneo para el periodo 2014-2020.

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