La caída del precio del petróleo enciende las alarmas
El crudo ahonda los mínimos en cinco años y castiga a los emergentes
El petróleo ha preocupado con más frecuencia a lo largo de la historia por lo caro que por lo barato. Igual que con la inflación, que en Europa ha obsesionado normalmente por lo alta. Pero en el enésimo capítulo de esta larga crisis, el efecto en los países emergentes y exportadores de petróleo está pesando mucho más en los mercados, incluso en la zona euro, que ve otro factor que lastrará sus precios y penalizará a grandes empresas petroleras. El coste del barril ha seguido en las últimas horas ahondando sus mínimos de los últimos cinco años y medio, ha llegado a caer por debajo de los 50 dólares (a las 08.44 de este miércoles) en la referencia europea, el Brent, y retrocedió hasta los 48 en la de EE UU. Los analistas se plantean estos días qué consecuencias va a tener el desplome sobre la economía mundial y cuál es el nuevo suelo del oro negro.
El dinero huye a los refugios
Los mercados sufrieron su segundo día de sacudida, aunque algo más moderada que el día anterior, por la caída del petróleo y la incertidumbre en Grecia. El dinero huyó de las Bolsas y de los bonos europeos periféricos, como los españoles e italianos, para refugiarse en los alemanes y los estadounidenses. Los inversores también reforzaron su apuesta por el dólar y llevaron el euro a cerrar la sesión en 1,19 dólares, el mínimo desde el año 2006.
Otras divisas de mercados emergentes castigadas por la depreciación del crudo también acumulan fuertes descensos frente a la divisa estadounidense: el real brasileño se contrajo casi un 1% ayer y el peso mexicano el 0,61%, tras un 2014 en el que perdieron un 11% y un 18%, respectivamente.
En el mercado de deuda pública, los inversores optaron por los bonos alemanes y el interés exigido a los títulos a 10 años ahondó en su mínimo de la etapa del euro, hasta acabar en el 0,44%, mientras que subieron las exigencias a sus equivalentes de España e Italia. Así, el diferencial entre unos y otros, la prima de riesgo, aumentó de 109 a 119 puntos básicos (o 1,19 puntos porcentuales) para los españoles y de 132 a 141 puntos para los italianos. Los bonos de EE UU también pagaron el interés más bajo en año y medio.
Fue además un día de fuerte volatilidad y la Bolsa Madrid acabó con pérdidas del 1,22%, el peor descenso, mientras que Fráncfort quedó casi estancada (-0,04%) y París y Milán se dejaron algo menos del 1%. Al otro lado del Atlántico, Wall Street también retrocedía un 0,53% a menos de una hora del cierre.
Hoy ya vale la mitad que hace seis meses. Entre junio y diciembre de 2014 sufrió la tercera mayor depreciación semestral de los últimos 25 años. Y en tan solo tres días de mercado de este 2015 el Brent ya ha bajado un 11,5%. Ayer se dejó un 4,5% hasta los 50,72 dólares, el mínimo desde 2009, y este miércoles amenaza con bajar también con fuerza tras arrancar el día con un descenso cercano al 2%. En las Bolsas y en las divisas, el desplome del crudo arrastró por segundo día consecutivo a los índices de referencia y al euro.
“Lo preocupante de la caída del petróleo es la posibilidad de quiebra de países emergentes y que a muchos inversores les coja con el paso cambiado, ese es el miedo que está cundiendo en los mercados estos días y por eso el dinero se está yendo a inversiones refugio como el dólar o los bonos estadounidenses”, apunta el analista Juan Ignacio Crespo. Entre los países más perjudicados por la caída del precio están Brasil, Venezuela, Ecuador o Rusia, que además soporta las sanciones sanciones económicas por su conflicto en Ucrania.
Crespo ve más consecuencias positivas que negativas para Europa, pero alerta del posible contagio: “Es bueno que baje el precio de la energía para un mercado que lo tiene que importar casi todo, aunque hay efectos indirectos negativos, ya que las exportaciones a América Latina saldrán perjudicadas y también las inversiones en esa región, donde España tiene muchos intereses”, apunta.
La eurozona tendría que encontrar un aliado idóneo en este abaratamiento tan agudo de un producto del que es importador neto, pero la sacudida en las Bolsas le perjudica y el efecto depresor en los precios resulta ahora contraproducente con un nivel de inflación lejos del objetivo oficial, que es cercano aunque inferior al 2%. Los precios de la eurozona, en cambio, acabaron noviembre con un leve incremento del 0,3% y la tasa se acerca a terreno negativo.
Las noticias de récord de producción y exportaciones en Rusia e Irak han detonado la bajada de esta semana. La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha recortado su nivel producción y ayer, en un discurso leído por su hijo, el rey Abdullah, dijo que se mantendrá su voluntad, mientras el país rebajaba precios a sus clientes europeos. Hasta ahora, Arabia Saudí ha preferido mantener su cuota de mercado que reducir la oferta para impulsar los precios.
La tendencia a la baja del último año se apoya en la menor demanda (por la debilidad económica general) en pleno apogeo de la oferta, con la nueva condición de Estados Unidos como productor gracias a la técnica de fractura hidráulica (fracking). La depreciación del crudo amenaza incluso el boom que han vivido estados ricos en este tipo de petroleo no convencional, como Dakota del Norte o Nuevo México, como muestra el hecho de que el número de prospecciones en EE UU se ha reducido por cuarta semana consecutiva.
“La cuestión no es si el mercado se reequilibrará, sino cuándo y a qué precio”, advierten los analistas de Citi. El banco de inversión ha rebajado la previsión de dónde está el suelo del precio: esta semana situaron sus previsiones para 2015 en una media de 63 dólares, cuando el último pronóstico era de unos 83. Crespo cree que puede llegar a tocar los 48 dólares para luego subir. En los mercados cada vez se negocian más opciones en niveles de 40 y 50 dólares y empieza a haber actividad incluso en niveles de 20 y 30 dólares por barril. En lo que coinciden los expertos es que el mundo se ha topado con un nuevo foco de inestabilidad económica.
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