Cinco motivos para no ser titular de una cuenta bancaria
Poner nuestro dinero en una entidad nos puede despertar dudas, pero es imprescindible
Dinero… ¿problemas o ventajas? Las cuentas bancarias son el primer producto con el que se entabla una relación con una entidad que dependerá de nosotros si es más o menos duradera. Es el comienzo de todo, a partir de ahí viene todo lo demás: tarjetas, créditos, hipotecas, seguros… ¿Asumimos que son necesarias? ¿Aceptamos pulpo como animal de compañía? Sí y sí, pero ¿qué motivos tenemos para no convertirnos en titular de una de ellas?
- Comisiones. Ese molesto gasto que a menudo ves en los extractos del banco o reflejados en la cartilla. Consisten en que la entidad cobra una cantidad por proporcionar una serie de servicios, a modo de compensación, y pueden cobrarse de como un “cargo genérico o por separadas, es decir, un cargo por cada servicio” tal y como define el Banco de España. Pero no hay por qué preocuparse, es posible huir de ellas gracias a las entidades que ofrecen productos libres de comisiones.
- Te cobran por disponer de tu propio dinero desde un cajero. Si quieres sacar dinero (que resulta que es tu propio dinero) algunas cuentas te cobran un porcentaje para poder dártelo. Además también hay que tener en cuenta que cada cajero tiene su propia ubicación.
- Es tu dinero, pero el banco lo maneja en su beneficio. A cambio de “guardarte” el dinero, el banco “juega” con él, es decir lo utilizan para aumentar su beneficio moviéndolo por mercados y realizando inversiones con él. Te garantizan que podrás disponer del dinero cuando lo desees y a cambio te proporcionan un interés en el mejor de los casos.
- Largos trámites. La burocracia puede llegar a desesperar a cualquiera. Para algunas transacciones de dinero (sobre todo si son por cantidades altas) o para determinados trámites requieren papeleos, justificantes… Además o siempre tienes mala suerte de acudir a la sucursal que más gente tiene o es que siempre hay largas colas para realizar las operaciones más simples.
- Exponemos nuestro dinero al fraude. Internet ofrece un sinfín de posibilidades y la banca online es una de ellas. Esta opción es una ventaja para muchos, pero también es un riesgo para otros tantos que perciben Internet como un lugar inseguro y que invita al fraude.
Puede haber mil y un motivos para no ser titular de una cuenta bancaria, pero la realidad es que son necesarias. Para dejar de lado todos los motivos antes expuestos, tan solo hay que encontrar la entidad y el tipo de cuenta que mejores condiciones tenga y que mejor se ajuste a nuestro perfil: Las hay infantiles, las hay remuneradas, las hay corrientes, también están las llamadas “cuentas nómina”…
Sobre todo, a la hora de establecer una relación con una entidad bancaria, hay que exigir claridad en la información, transparencia en los productos y conocer todos y cada uno de los pormenores que rodean a aquello que estamos dispuestos a contratar. Leer antes de firmar con tal de evitar sustos después, o lo que es lo mismo, prevenir antes que curar.
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