El Gobierno se resiste a cumplir con las recomendaciones del FMI

“El Gobierno no tiene por qué seguir al pie de la letra lo que dice el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. De está forma el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dejado en papel mojado casi todas las recomendaciones que el organismo que dirige Christine Lagarde presentó el pasado martes para impulsar la economía española. El Fondo aconsejó al Ejecutivo subir el IVA, los impuestos especiales y los medioambientales, perdonar deudas tributarias y de la Seguridad Social a empresas con problemas, rebajar las cotizaciones sociales para trabajadores poco cualificados o facilitar más de lo que ya lo hizo la reforma laboral las bajadas de sueldos en las firmas en apuros. Un amplio menú que el Gobierno no contempla.

Tenemos nuestra propia hoja de ruta”, esgrime el titular de Economía

Guindos, que intervino en una entrevista en Onda Cero, recordó que las recomendaciones del Fondo no son obligatorias y recordó que otras veces el Ejecutivo ya ignoró estas sugerencias. “No lo hemos seguido en otras ocasiones”, apuntó para recordar que el Fondo reclamó una bajada salarial del 10% para recuperar la competitividad hace un año, “evidentemente, eso no era posible, no se realizó y se olvidaron de ello”. “Analizamos con cuidado las recomendaciones del FMI. Pero el Gobierno tiene su propia hoja de ruta de medidas”, añadió Guindos.

Poco después, fuentes del Ministerio de Empleo se remitían a las palabras de Guindos y enfatizaban que “la hoja de ruta a seguir está en el Plan Nacional de Reformas enviado a Bruselas”. Y ahí no figura prácticamente ninguna de las recomendaciones del FMI. Recuerdan en el departamento que dirige Fátima Báñez que en su agenda inmediata lo que figura es la reforma del sistema de formación, algo que el Ejecutivo ha demorado en varias ocasiones, y que según el plan de reformas debe estar listo e implantarse este mismo año.

Guindos se muestra proclive a facilitar quitas de deuda a empresas

Por lo que respecta a facilitar los incumplimientos de convenios, en el Ministerio recuerdan que eso ya se hizo en la reforma laboral de 2012. Y, además, en todo lo que respecta a la negociación colectiva remiten al pacto salarial que sindicatos y empresarios tienen que renovar durante este año.

También el Ministerio de Hacienda siguió el discurso de Empleo y el de Economía, un departamento este último que suele tener fricciones con los dos primeros. En el ministerio dirigido por Cristóbal Montoro se recordaba que ellos ya han descartado en varias ocasiones una nueva subida del IVA —ya elevó los tipos en septiembre de 2012— como pide el FMI. Su tesis es que España ya tiene los tipos del impuesto sobre el consumo en torno a la media comunitaria. Y se resiste, de momento, a traspasar productos del tipo reducido al general. Montoro ha insistido en que no reclasificará ni los productos vinculados al transporte, turismo o restauración porque forman parte de un sector estratégico para la economía española. “No habrá productos de IVA que pasen del reducido al general”, remachó este miércoles Guindos.

La única reforma prevista por Empleo es la del sistema de formación

“El Gobierno no va a modificar ningún tipo de impuesto indirecto que no venga derivado de modificaciones estrictas de la normativa comunitaria”, abundó el ministro, que recomendó prestar más atención a lo que dice el programa de estabilidad y el Plan Nacional de Reformas que a las recomendaciones del Fondo.

Hacienda también descarta elevar otros impuestos indirectos, como los especiales o los medioambientales. Consideran que en los últimos años ya han subido en repetidas ocasiones los tipos sobre el tabaco, el alcohol y los hidrocarburos y no queda mucho margen para nuevas subidas. Además, alegan que en este tiempo han aprobado nuevos impuestos sobre gases fluorados y otras medidas fiscales para la sostenibilidad energética. Y recuerdan que solo en los primeros cuatro meses de este año estos tributos han aportado casi 750 millones a las arcas públicas.

Respecto al nuevo marco tributario, el ministro explicó: “La reforma fiscal se presentará a lo largo del mes de julio. Habrá un impuesto (IRPF) más sencillo para todo el mundo. En las nóminas a partir del mes de enero del año próximo se reducirá el IRPF. El Gobierno ha dicho que no va a subir otros tipos de impuestos. No se va a compensar”.

Uno de los pocos puntos en que el Ejecutivo coincide con el FMI es en facilitar las reestructuraciones de deudas en empresas con problemas pero que serían viables sin este lastre. El ministro de Economía se mostró favorable a profundizar en ese tema: “El proceso concursal en España es una especie de minipimer, de trituradora, de empresas. Eso hay que evitarlo porque es la peor solución para todo el mundo. Cuesta más crear una empresa que evitar que desaparezca. Ahí tenemos que actuar y merece la pena. El Gobierno ha tomado medidas pero tomará más medidas al respecto”. En la última frase, Guindo hablaba de la reciente reforma de la Ley concursal.

Sin embargo, el titular de Economía evitó aclarar si está dispuesto a que en ese proceso la Agencia Tributaria y la Seguridad Social perdonen deudas a empresas con riesgo de quiebra. Hacienda asegura que ya concede aplazamientos a empresas con problemas y evita opinar sobre el asunto hasta que esté lista la nueva ley concursal. Otras fuentes gubernamentales creen que será difícil que se puedan perdonar ante la delicada situación de las finanzas públicas.