Las aves, una amenaza para las ciudades y las casas
La Asociación de Control de Plagas ha elaborado una guía de buenas prácticas para su gestión
La proliferación de palomas, gaviotas, cotorras, estorninos y otras aves en los entornos urbanos se ha convertido, en ocasiones, en un problema que causa daños cuantiosos en materiales y edificaciones.
"Las aves encuentran cobijo en las urbes porque estos hábitats son lugares muy atractivos por su temperatura, el fácil acceso a alimentos y por la ausencia de los depredadores, y su proliferación provoca importantes daños en el patrimonio urbano, causando daños y desperfectos en monumentos emblemáticos. Ensucian balcones, anidan en los tejados, obstruyen los canalones de los edificios y erosionan la piedra de las construcciones con sus defecaciones", según la Asociación de Control de Plagas (Anecpla).
Las plagas de aves, cuando superan determinado número, suponen una amenaza también para infraestructuras, como los aeropuertos, que se ven obligados a la utilización de halcones que sobrevuelan las pistas o la modificación de hábitats, con el fin de evitar posibles accidentes.
Y, junto al coste económico y las molestias, también son foco de enfermedades contagiosas, como la salmonelosis (alimentos contaminados ocn heces de paloma), y del recrudecimiento de alergias por los ácaros alojados en su plumaje.
Por ello, Anecpla ha editado una guía de Buenas Prácticas para la gestión de plagas de aves urbanas, de especial interés en nuestro país por estar en la ruta de las migraciones.
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