Botín respalda el plan del Gobierno para rescatar las autopistas de peaje en quiebra

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, apoyó este jueves el plan del Gobierno para rescatar las autopistas de peaje en quiebra mediante la aplicación de una quita a la banca del 50%. “La propuesta del Gobierno es muy dura para los bancos y las constructoras pero creo que es la única viable y el Banco Santander la apoya”, admitió Botín en la presentación de la memoria anual de 2013 correspondiente a la Fundación Botín.

El presidente del Santander valoró el impacto de la medida para el banco: “Concretamente nos supone un 50% menos de lo que teníamos previsto cobrar en este asunto”. Fuentes del sector cifran en unos 280 millones la exposición del banco.

La solución del Ejecutivo para las autopistas de peaje en apuros económicos pasa por integrarlas en una empresa 100% pública, pero aplicando una quita de hasta el 50% a la deuda de bancos y constructoras, que tienen de plazo hasta el lunes para dar una respuesta. La nueva entidad pública nacería con unos 2.400 millones de deuda. Además, esta deuda se liquidaría con un bono con vencimiento a 30 años y con una rentabilidad del 1%, revisable en función del tráfico.

El presidente de Banco Santander también opinó sobre la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de cuestionar el plan de capital de la filial estadounidense del Santander. Botín garantizó que las objeciones de la Fed no tendrán “ningún impacto” en el grupo financiero. Botín precisó que tras las pruebas de estrés realizados por la Reserva Federal la filial del Santander ha “salido en mitad de la tabla” de los bancos de Estados Unidos, reconociendo a la entidad “un ratio de capital muy por encima de lo que exigen los reguladores allí”. Aclaró que “no hay que tomar ninguna medida” tras la advertencia de la Fed. “Lo que nos piden son una serie de medidas administrativas que no afectan en absoluto ni a la calidad ni al capital de la cartera del banco”, precisó.

Además, el presidente del Santander remarcó que lo que pide la Fed son “medidas de tipo reglamentario que hay que cumplirlas” pero que, según zanjó, “lleva tiempo”.