China fuerza la volatilidad del yuan para frenar a los especuladores

El banco central de China ha provocado un escalofrío esta semana entre los especuladores al forzar una caída repentina del yuan contra el dólar, que, según algunos expertos, se enmarca en sus planes de ampliar la banda de fluctuación de la divisa asiática –actualmente fijada en un 1% hacia arriba y hacia abajo diario desde el tipo de cambio que cada día fija el banco central- y plantar en el futuro cara al dólar.

En los últimos 10 días, el yuan ha invertido la tendencia a la apreciación en que lleva inmerso desde 2005 y ha perdido más del 1%, la mayor volatilidad entre las 31 principales divisas seguidas por la agencia financiera Bloomberg y su nivel más bajo desde febrero de 2013. La divisa se cambiaba hoy a 6,1283 unidades por dólar.

El Gobierno chino se ha apresurado a quitar fuego a lo ocurrido, y ha asegurado que la repentina caída del yuan, o renminbi, es normal. “Las fluctuaciones de la tasa de cambio en esta ocasión son normales comparadas con las fluctuaciones de las divisas en los mercados desarrollados y los emergentes, así que no es necesario efectuar demasiadas interpretaciones”, aseguró el miércoles la Administración Estatal de Cambio de Divisas, informa France Presse. “Con la profundización de la reforma del mecanismo de formación de la tasa de cambio del renminbi y la participación del papel decisivo de los mercados, se convertirá en normal la fluctuación de la tasa de cambio del renminbi en ambos sentidos”.

Pekín se ha comprometido a dejar que el mercado determine el valor real del yuan, como parte de su proyecto de que la moneda asiática sea cada vez más utilizada a escala internacional con objeto de rivalizar con la divisa estadounidense.

La decisión se enmarca en los planes de Pekín para internacionalizar su moneda

La moneda china, bajo control directo del gobierno de Pekín, es considerada de riesgo relativamente bajo y gran rentabilidad, ya que se ha apreciado más de un 35% respecto al dólar desde que fue revaluada en 2005, por lo que sigue siendo una de las favoritas de los inversores.

La crisis de la deuda griega a principios de 2012 provocó un pequeño desvanecimiento del yuan, que llegó a caer un 1,6% en seis meses, pero comenzó a recuperarse en julio de ese año, y desde entonces ha seguido en ascenso. El año pasado, subió más del 3%. En reacción a esta carrera, los inversores dentro y fuera del país, han acumulado yuanes con la previsión de que continúe al alza.

El mercado ha interpretado este cambio de tendencia como la manera elegida por las autoridades monetarias de enseñar los dientes a los especuladores, en medio de las reformas económicas puestas en marcha por el presidente chino, Xi Jinping, que quiere liberalizar los tipos de interés, permitir una mayor fluctuación del yuan y crear centros de comercio de la moneda china en el extranjero.

Pekín ha querido trasladar así un mensaje de tranquilidad, al decir que la caída es resultado de las decisiones de los actores del mercado, que se han desprendido de yuanes que tenían desde hace mucho tiempo. Pero los analistas creen que se ha tratado de un movimiento defensivo, llevado a cabo por la compra masiva de dólares por parte de los bancos estatales.

“Los responsables de las políticas (monetarias) están intentando sacudir las expectativas bien arraigadas de apreciación del renminbi, que creen que son la principal fuente de la continua presión al alza de la divisa”, afirma la consultora londinense Capital Economics en un informe fechado este miércoles. Según la consultora, los responsables chinos creen que el yuan se encuentra en su valor adecuado, mientras que el mercado no.