Estados Unidos crea 2,2 millones de empleos en 2013
El paro baja del 7,8% al 6,7% en el año, pero condicionado por la pérdida de población activa
El mercado laboral en Estados Unidos cerró el ejercicio con 2,2 millones de nuevos ocupados, tras crear solo 74.000 empleos netos en el mes de diciembre. La tasa de paro, entre tanto, bajó al 6,7%, lo que supone un recorte de 1,1 puntos con respecto a diciembre de 2012. Sin embargo, este descenso se debió a que la tasa de participación de la población en el mercado de trabajo bajó a niveles de 1978. El dato, por tanto, no debería modificar la estrategia de la Reserva Federal sobre una retirada moderada de los planes de estímulo.
En 2013, Estados Unidos creó empleo a una media próxima a los 180.000 nuevos ocupados al mes, una cifra que es muy similar a la de 2012. Y eso pese a que el ritmo de diciembre es el más bajo desde enero de 2011. El sector de la construcción contribuyó de manera importante en el cómputo general de los últimos dos años, mientras que el manufacturero suma empleo desde agosto por las exportaciones y la demanda interna.
La reducción de la tasa de paro, sin embargo, está siendo muy lenta. El desempleo llegó al 10% en octubre de 2009, que fue el peor mes de la recesión. Estuvo por encima del 9% durante dos años y no bajó del 8% hasta octubre de 2012. Tras ese momento, tuvo que pasar otro año más para que bajara del 7%. Ben Bernanke lamenta que se va de la Reserva Federal sin conseguir que esté en el 5%, un nivel que se considera como de pleno empleo.
En términos absolutos, el Departamento de Empleo contabilizó un total de 10,4 millones de parados frente a los 12,2 millones de 2012. En cuanto al desempleo de larga duración, este colectivo ha pasado de representar el 39% al 38% del total, lo que supone bajar en 2013 en casi un millón de personas desde los 4,8 millones del año anterior. El paro, además, afecta a dos de cada diez jóvenes.
Wall Street esperaba que la creación de empleo en diciembre fuera mucho más sólida, cercana a los 200.000 contratos, aunque el dato podría revisarse al alza en las próximas dos lecturas, tal y como sucedió con el de noviembre. Por el otro lado, tampoco se esperaba en el parqué que la tasa de paro bajase tres décimas en un mes, aunque no dan mucha credibilidad al recorte porque los analistas son conscientes de que se debe a una contracción de la masa laboral.
Escaso crecimiento
Lo que constata el balance de diciembre es que la economía no crece al ritmo suficiente para reducir el paro con solidez. La expansión media de los últimos cinco años fue del 2,3%, un punto por debajo del potencial. Asimismo, hay un problema adicional: Gran parte de la mejora en el desempleo se explica porque la tasa de participación laboral se redujo del 66% al 62,8% durante los últimos años. Es decir, el mercado laboral se contrae.
En diciembre, 2,4 millones de personas se declaraban desmotivadas para buscar empleo de forma activa porque no encontraban un trabajo que se correspondiese con su formación o porque no estaba bien remunerado. Es decir, están apartados del mercado laboral de forma involuntaria. A estos se les suman los 7,8 millones de personas que trabajan a tiempo parcial porque no tienen otra opción.
Postura de Bernanke
La evolución del mercado laboral es el factor clave para anticipar cambios en la política monetaria. En su última intervención pública, Bernanke dijo que el recorte gradual del estímulo se justifica por los progresos en la economía. Pero utilizó la palabra “incompleta” para referirse al estado de la recuperación, que avanza a un ritmo entre modesto y moderado.
El acta de la última reunión revela, de hecho, que a final de 2013 no hubo una mejora material en la economía, pese a que en el tercer trimestre creciera al 4,1%. Se espera que en el cuarto trimestre se modere al 2,5% por el efecto del lastre fiscal. La primera rebaja de 10.000 millones de dólares en la compra de bonos se consideró “apropiada” para la mayoría de los participantes.
La próxima reunión de la Fed está prevista para el 28 y 29 de enero. Será la última presidida por Ben Bernanke, antes de que Janet Yellen tome el relevo el 1 de febrero. No se espera en este momento cambios de estrategia. De hecho, el acta muestra que prima la cautela a la hora de proceder con el recorte en la compra de deuda. La inflación le permite, de momento, ir con calma.
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