Leer no tiene por qué ser caro
2013 cerrará con una caída de las ventas de libros en el mercado interior entre un 7% y un 8% El libro de segunda mano es una de las alternativas más sostenible frente al 'todo nuevo'
Un cartel del techo al suelo adorna una esquina del mercado de San Fernando de Lavapiés (Madrid). Se lee: “Un libro debe construirse como un reloj y venderse como un salchichón”, una frase de Oliverio Girondo. En La Casquería, una librería con ejemplares de segunda mano que se venden al peso, la famosa trilogía de Stieg Larrson se apila cerca de Mi siglo del premio nobel alemán Günter Grass. Varias cajas agrupan los saldos de esta semana, a 0.50 céntimos por ejemplar, y el precio estándar de cualquier otra publicación es a 10 euros el kilo, ya esté en el estante de ensayo o de narrativa. Un Adiós a las armas de Hemingway que espera comprador en uno de los estantes sale a 2,50 euros. “El objetivo es hacer circular los libros que no se usan lo más asequibles posible adaptándonos no solo a la crisis sino también facilitar que se encuentre lectura a bajo precio. Desde el principio nos nutrimos de libros que nos donan, así se cierra un poco más el circulo hacía una economía más social y de la reutilización en vez de tender a comprar cosas nuevas”, explica Raquel Olózaga, una de las responsables de la asociación que gestiona esta iniciativa cultural.
El arte de liberar libros
Ni comprarlos, ni venderlos ni intercambiarlos. El bookcrossing consiste en liberar libros en zonas públicas para que otras personas disfruten de ellos. Basado en el concepto de las tres erres (Read –Lee–, Register –Registra– y Release–Libera–), el estadounidense Ron Hornbaker fundó este movimiento en 2001 que según datos oficiales cuenta con 750.000 miembros y más de cinco millones de libros registrados (2009). "Me encantan los libros, me apasiona leer y la idea de que un libro tuyo pudiese viajar a sitios en los que tú no has estado y quizá nunca estarás me parecía muy romántica. Es como si una parte de tu alma viajara también con el libro", explica Raquel Carlús, una bookcrosser que se unió en 2003 a esta plataforma en España por curiosidad y ya lleva diez años. Carlús considera que los que liberan libros a través de este método son "lectores y compradores compulsivos" y que aunque el 80% que se liberan se pierden, es decir, nadie los identifica a través de la web, aun así se considera un éxito que ese libro "haya llegado a alguien y lo disfrute".
La crisis ha fomentado que el consumo baje en todos los ámbitos de manera generalizada. Así, los hogares y familias españolas gastaron un 9,8% menos en ocio, espectáculo y cultura en 2012. Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), corrobora esta tendencia y estima que 2013 cerrará con una caída de las ventas de libros en el mercado interior español de entre un 7% y un 8%. A pesar de que no hay cifras de cuántos libros de ocasión se venden ya que “las librerías especializadas en este tipo de libros son independientes y no reportan sus informes de ventas”, como aseguran desde la plataforma Iberlibro, los ejemplares de segunda mano se perfilan como una de las alternativas más asequible y sostenible para no tener que renunciar al placer de la lectura. La tendencia está en línea con el cambio de actitud provocado por la crisis de apostar por la reutilización frente al 'todo nuevo'
La Cuesta de Moyano, una calle cercana al Parque del Retiro (Madrid), está salpicada de casetas de libros viejos, antiguos y de ocasión, y es otro de los lugares de referencia para la segunda mano en la capital. “Esta es una crisis desconcertante y que está afectando al consumo fundamentalmente. Venimos de un tiempo en que lo queríamos todo nuevo y desechábamos la segunda mano. Hay todavía ciertas reticencias, pero no se entiende esta actitud y menos con los tiempos que corren. No tenemos nada que ver con el mercado anglosajón, europeo o americano donde la segunda mano o usado forma parte de su ADN”, reflexiona Francisco Martínez Moncada, presidente de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, desde la puerta de la caseta que regenta en Moyano. Esta cita literaria ha cumplido ya su 37º aniversario y Martínez explica que se hace el esfuerzo por “cuidar los libros de segunda mano y que sean atractivos al comprador medio”, aunque echa en falta “a esa gente joven que se descarga un libro y paga por él 10 euros y aquí lo tiene, el libro físico, el libro objeto, por 5 euros”, lamenta Martínez Moncada.
A Moyano, además de a la librería Dodó en Malasaña, acude Vanesa Torres, poeta e ilustradora, para adquirir libros desde 2 euros. “Estos lugares son especiales porque la atención como cliente es personalizada. Vas allí por clásicos que todos deberíamos leer y acabas conociendo a nuevos escritores, y no pagas más de 4 o 5 euros por libro”, asegura la autora de Desastres, poemas y otras delicias (Del Satélite Ediciones, 2010), que se ha hecho con la bibliografía completa de John Fante, entre otros, por muy poco dinero.
En Barcelona, la librería lowcost Re-Read (Releer en inglés) nació bajo el paraguas de la reutilización con la intención de afrontar la crisis, que se ha llevado por delante a librerías como Canuda, que inspiró "el cementerio de los libros olvidados" que aparece en La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Además, trabaja bajo el lema de que siempre “hay libros leídos y por leer”, tal y como afirma el equipo que la gestiona. Los usuarios pueden comprar cinco libros de segunda mano por 10 euros, tres ejemplares por 5, y uno por 3 euros y vender los suyos, que se les pagan a 20 céntimos. El precio de compra y venta es fijo para salvaguardar la filosofía lowcost asociada al menos es más. “Nos dimos cuenta que trasladar el concepto de la librería de novedades y especializada en temática árabe que ya teníamos no funcionaría en plena crisis y decidimos buscar ideas de cómo mejorar el concepto de una librería en pleno centro”, explica Mercedes Zendrera, dueña de Baibars y fundadora de esta cadena que, en menos de un año, ya va por su segundo espacio y proyecta abrir tres más antes de que acabe 2013, una de ellas en Málaga, más otra recién estrenada en Madrid.
Iberlibro, un directorio global de libros a un clic
Rocío pagó 80 céntimos de euro por La obra de arte desconocida de Balzac en la librería Gilbert Joseph, situada en el Boulevard de Saint Michel, en el barrio latino de Paris. Este supermercado de la literatura de segunda mano es una parada obligada de esta investigadora de la Complutense cada vez que visita la capital francesa. A Rocío su actividad académica le ha obligado a adquirir, en una misma semana, hasta siete obras distintas, lo que la ha convertido en una experta de las librerías de segunda mano. Además, y para encontrar libros que ya no se editan, ejemplares raros, descatalogados o libros en otros idiomas acude a buscadores en Internet que facilitan las gestiones.
Uno de los portales que usa Rocío es Iberlibro, una plataforma que suple las distancias entre los compradores y las librerías de todo el mundo y facilita que cualquier persona pueda encontrar “libros difíciles”, como ejemplares raros o descatalogados. “Antes, un comprador podía visitar 10 librerías especializadas en libros usados y seguir sin encontrar el libro específico que necesitaba”, explican fuentes de la organización. Francisco Navarro se hizo recientemente con un poemario del puertorriqueño Luis Palés Matos a través de este portal, por la imposibilidad de encontrarlo en librerías de segunda mano en España. Además, es asiduo de las librerías de ocasión y viejo porque “de esta manera se pueden conseguir libros interesantes y baratos, y estirar mejor el presupuesto”, explica Navarro.
“Somos conscientes de que los libros usados y de ocasión son muy atractivos para los compradores españoles que buscan ahorrar dinero en este momento. Por este motivo hacemos grandes esfuerzos para reclutar los libreros que pueden suministrar este tipo de libros más asequibles, así como ediciones raras y de colección”, explican desde Iberlibro.
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