Del tatami a la nube

Disciplina y sacrificio. Esos fueron los dos valores que sacaron José María Torres y su hermano Francisco de los 14 años durante los cuales estuvieron compitiendo al más alto nivel en los tatamis de medio mundo. Torres, que se crio en una familia de Súria (Barcelona), empezó a participar en torneos de kárate a los 16 años. Estuvo en cinco campeonatos de Europa, dos del mundo y fue internacional en numerosas ocasiones. Incluso recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Hoy ambos hermanos llevan las riendas de Numintec, una empresa tecnológica que ha desarrollado una centralita de gestión de telecomunicaciones en la nube presente en España y Portugal y que ahora planea dar el salto a nuevos mercados.

Tal vez no hizo el dinero que hubiera ganado en otro deporte de élite, pero los 14 años de competición a alto nivel le permitieron “viajar por el mundo” y aprender valores que hoy aplican a la gestión. José María Torres, director general de la compañía, explica que cuando dejó la competición entró de director comercial en una empresa de ropa deportiva, a la vez que daba cursillos a policías o escoltas.

Con el dinero ahorrado, él y su hermano decidieron abrir una empresa y crearon Numintec. Eso fue en 2003, y entonces se dedicaba sobre todo a las líneas 902 y al IVR (respuesta de voz interactiva, por sus siglas en inglés), un sistema telefónico capaz de recibir una llamada e interactuar con quien está al otro lado del aparato mediante grabaciones y el reconocimiento de respuestas sencillas, normalmente monosílabos. “La pusimos en marcha con la intención de competir con las telefónicas”, asegura Torres.

La empresa de los hermanos Torres empezó llamándose Numintel. Hoy es Numintec, porque es una tecnológica especializada en la informática en la nube que ha desarrollado un programa para gestionar todas las comunicaciones de la empresa que evitan que el cliente tenga que instalar cualquier dispositivo. “Hemos evolucionado a la inteligencia de negocio para empresas”, asegura Torres. “Sustituimos los servidores de las compañías y virtualizamos las comunicaciones. Y ofrecemos todo lo que se puede hacer con una llamada”, explica Torres.

El sistema permite que el cliente obtenga “el máximo de información” de cada llamada en “tiempo real” y, según Torres, es lo suficientemente flexible para que la plataforma se pueda usar en cualquier sitio y desde distintos dispositivos. “Obtener toda esa información que damos al momento requeriría meses con cualquier otro sistema”, afirma.

La empresa de Torres factura alrededor de seis millones de euros y emplea hasta 50 trabajadores, que se duplican si se tienen en cuenta los empleos indirectos. “No nos importa la facturación. Luchamos por grandes proyectos y pensamos en nuevas funciones válidas para empresas”, explica. Una de las bazas con las que cuenta es el ahorro de costes, que asegura que puede llegar al 80%, por ejemplo, convirtiendo las llamadas de móvil a fijas.

Hoy la empresa trabaja para clientes como Let’s Bonus, Corporación Dermoestética o la Cámara de Comercio de Barcelona. Tiene oficinas en España y Portugal, pero muchos de sus clientes están fuera de la Península. “En 2014 vamos a abordar la internacionalización y a seguir creciendo más en España y Portugal. Vamos a ir a Latinoamérica, pero las decisiones hay que tomarlas con calma”, explica Torres, que añade que de momento solo acudirá a “países que ofrezcan seguridad jurídica”.